Autora: Ana Muñoz


Traumas, estado de shock

Esta flor de Bach se usa en casos de situaciones traumáticas, ya sean agudas o crónicas, físicas o psíquicas.

Puede tratarse de un suceso reciente, como un accidente, un asalto, la muere repentina de un ser querido, etc., o bien algo sucedido hace mucho tiempo, pero que aún no ha sido superado.

Como consecuencia de una experiencia traumática, algunas personas desarrollan síntomas físicos cuyo origen no logran explicar, aunque a menudo estas personas lo asocian con lo sucedido porque son conscientes de que aparecieron en ese momento.

En otros casos, se trata de traumas que no se recuerdan pero que siguen afectando a la persona de un modo u otro. A pesar de no recordar el trauma, puede intuirse por la aparición de síntomas físicos que no se explican, problemas en la garganta que no son de origen médico, como problemas al tragar, tensión en la garganta con carraspera constante, cambios de voz o problemas para hablar. O bien, puede haber ciertas cosas que no soportas ver, tocar o escuchar (si lo haces sientes malestar y ansiedad y la necesidad de evitarlo), aunque se trata de cosas que no afectan al resto de las personas.

Hay que tener en cuenta que un suceso que resulta traumático para una persona puede no serlo para otra. Por ejemplo, si un día eres víctima de una burla o humillación por parte de otra persona, puede que lo olvides con facilidad pero puede que te afecte de un modo que te haga sentir muy mal, te impida dormir por las noches y vuelva a tu mente una y otra vez provocándote malestar al recordarlo. En este caso, Star of Bethlehem sería la flor adecuada.

Esta flor puede utilizarse tras la muerte de un ser querido, no para librarse del dolor, pues no es ese su efecto, sino para ayudarte a pasar por el proceso de duelo sin quedarte atascado en él.

Sería una de las flores de Bach a utilizar en casos de trastornos de estrés postraumático o trastorno de estrés agudo.