Autora: Ana Muñoz


La apnea del sueño se define como el cese intermitente del flujo aéreo en la boca y/o la nariz durante el sueño, con una duración superior a 10 segundos, que se acompaña de despertar transitorio. Cuando el flujo aéreo no cesa completamente pero sí disminuye, recibe el nombre de hipopnea. Suele darse en pacientes obesos, roncadores, con antecedentes de hipertensión arterial y cardiopatía coronaria.

Clasificación

- Obstructivas. Son las más frecuentes y se caracterizan por el cese o disminución del flujo aéreo en la boca y/o nariz a pesar de que se siguen produciendo los movimientos de los músculos respiratorios, que luchan contra una obstrucción situada en la región faríngea.

- Centrales. El cese o disminución del flujo aéreo nasobucal se acompaña del cese o disminución de los músculos respiratorios.

- Mixtas. La apnea o hipopnea es al principio central y luego obstructiva.

Causas

El control de la ventilación se realiza por dos vías: la voluntaria y la automática. Esta última es la única que actúa durante el sueño. Desde los centros respiratorios del cerebro se emiten una serie de estímulos dirigidos a dos grupos de músculos: a) los ventilatorios, responsables de la mayor o menor ventilación pulmonar, y b) los que mantienen abierta la faringe. Ambos grupos musculares deben estar adecuadamente coordinaos. Durante la inspiración, se produce una presión que permite la entrada de aire en los pulmones. Esta presión se transmite a la faringe y tiende a cerrarla. Sin embargo, la acción de los músculos de la faringe lo impide, manteniéndola abierta. Cuando existe un defecto en los músculos, en sus vías nerviosas o en la coordinación, se pueden producir las apneas obstructivas, puesto que la presión de los músculos respiratorios colapsaría la faringe al no actuar o reaccionar adecuadamente sus músculos.

Existen una serie de factores anatómicos que pueden sobrecargar a los músculos de la faringe, como las amígdalas gigantes, las malformaciones mandibulares, la hipertrofia lingual y la obesidad. En ocasiones, estos factores anatómicos son totalmente responsables de la apnea obstructiva. El alcohol también interviene en la apnea, pues provoca edema en la faringe y deprime la acción de los músculos de dicha región.

Factores responsables del final de las apneas

En condiciones normales se puede producir una obstrucción de la faringe que es intrascendente por su corta duración, ya que una serie de reflejos cerebrales activan rápidamente los músculos y la obstrucción desaparece sin que esta persona llegue a despertar.

En los pacientes con SAOS (síndrome de apneas obstructivas durante el sueño) estos reflejos son anómalos, de modo que sólo se produce el cese de la apnea cuando esta persona se despierta debido a la propia obstrucción y recobra el control voluntario de la respiración.

Consecuencias

1. Como consecuencia de la obstrucción aparecen presiones pleurales cada vez más negativas , lo que provoca el aumento de la poscarga de ambos ventrículos.

2. La falta de ventilación puede producir arritmias, vasoconstricción pulmonar y vasoconstricción sistémica, lo cual puede dar lugar a cardiopatía coronaria, hipertensión pulmonar e hipertensión sistémica.

3. El despertar transitorio produce un sueño fragmentado, no reparador, que ocasiona somnolencia, cefalea, pérdida de memoria, irritabilidad, problemas de concentración, y, en general, deterioro de la capacidad intelectual. A menudo estas personas han sufrido múltiples accidentes de tráfico, tienen antecedentes de cardiopatía coronaria e hipertensión arterial y padecen impotencia.

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Bibliografía:
- Medicina interna. Farreras, Rozman. Mosby/Doyma libros
- Patología estructural y funcional. Robbins. Interamericana-McGraw-Hill
- Manual de patología general. S. de Castro del Pozo. Masson
- Tratado de fisiología médica. Guyton. Interamericana-McGraw-Hill