Autora: Ana Muñoz


Las sales de Schüssler constituyen una terapia que emplea un total de doce sales inorgánicas que ejercen una acción bioquímica para poner en marcha actividades fisiológicas debilitadas o alteradas.

Este método se basa en le hecho fisiológico de que tanto la estructura como la vitalidad de los órganos del cuerpo dependen de ciertas cantidades proporcionales de constituyentes inorgánicos, que son necesarias para su mantenimiento y correcto funcionamiento. Una determinada sal se encuentra en un órgano, lugar o tejido específico en una concentración determinada debido a que está ejerciendo sobre ellos una acción bioquímica.

Cualquier alteración de estas sales en los tejidos vivos origina una enfermedad que puede reequilibrarse mediante la administración de las mismas en cantidades muy pequeñas. La afinidad del tejido en cuestión por la sal correspondiente hace que esta sustancia llegue a su lugar de acción, debilitado por la carencia de dicha sal.

Las dosis altas son nocivas debido a que no se eliminan totalmente, sino que se fijan en las células y producen alteraciones importantes. En el organismo, estas sales están presentes en cantidades muy pequeñas, diluidas hasta el nivel de concentración de acción fisiológica, por lo que deberán aportarse en cantidades similares para que ejerzan una función terapéutica a nivel celular.

Las principales sales constituyentes de los diversos tejidos son las siguientes (entre otras):

Tejido nervioso: Kalium phosphoricum.
Líquido extracelular: Natrum sufuricum.
Glóbulos sanguíneos: Kalium muriaticum.
Huesos, dentina: Calcarea fluorica.
Músculos: Magnesia phosphorica.
Piel, epidermis, células epiteliales: Kalium sulphuricum.
Mucosas: Natrum sulphuricum.
Serosas: Calcarea sulphurica.
Cartílago y tejido conectivo: Silicea.
Huesos: Calcarea phosphorica.
Sangre: Natrum muriaticum.
Órganos hematopoyéticos: Ferrum phosphoricum.

Veamos un ejemplo: Kalium phosphoricum

Localización. Se encuentra en todos los líquidos fisiológicos y tejidos humanos, especialmente cerebro, nervios, músculos, células sanguíneas y líquido extracelular.

Actividad fisiológica. Influye en los procesos de oxidación en la sangre, así como en la saponificación de las grasas y en el intercambio de gases. Acción antiséptica sobre los tejidos. Indispensable para la formación de los tejidos.

Manifestaciones funcionales. Dolores paralizantes. Trastornos nutricionales. Postración nerviosa y muscular. Falta de energía, irritabilidad, ansiedad, hipocondría, fotofobia.

Una alteración en los movimientos moleculares de esta sal produce:

- En el cerebro: temor, tristeza, susto, nostalgia, recelo, agorafobia, pérdida de memoria, etc.

- En los nervios vasomotores: pulso débil y frecuente primero, después lentitud del mismo.

- En los nervios motores: debilidad muscular y nerviosa que puede llegar a la parálisis.

- En las fibras tróficas del simpático: disminución de la nutrición que puede llegar hasta su supresión absoluta en una zona limitada de un tejido, provocando su reblandecimiento y necrosis.

Indicaciones terapéuticas. Eretismo cardíaco, cansancio, insomnio, depresión nerviosa, jaquecas, ciática, estrés por preocupaciones, fiebres altas, dispepsia, diarreas, leucorrea excoriante, hemorragias sépticas, atrofia muscular progresiva.