Autora: Ana Muñoz


La osteoporosis es tan común que tiende a considerarse como un proceso normal del envejecimiento. Sin embargo, se trata de un problema causado por un estilo de vida y alimentación inadecuados.

Entre los síntomas de la osteoporosis se encuentran la fragilidad y fractura de huesos, el dolor de espalda o una posición encorvada.

Los huesos alcanzan su mayor densidad sobre los treinta años. A partir de ahí comienzan a debilitarse. Cierta pérdida de masa ósea es normal y no tiene por qué ser preocupante, pero si este proceso se acelera, los huesos se vuelven frágiles.

Parece existir una conexión entre un sistema inmunitario disfuncional y la osteoporosis. Unas células llamadas citoquinas pueden iniciar una respuesta inflamatoria que dañe los huesos. Sin embargo, una dieta y estilo de vida sanos, suplementos y el adecuado equilibrio hormonal pueden contribuir a que el sistema inmunitario funcione correctamente.

El equilibro hormonal es importante para mantener la densidad ósea. Hormonas como los estrógenos, progesterona, testosterona, hormona del crecimiento y otras, ejercen una influencia. Por otra parte, un exceso de ciertas hormonas como la hormona del estrés cortisol, hormonas tiroideas y otras pueden ocasionar pérdida de masa ósea.

Uno de los mejores modos para impedir la pérdida de masa ósea consiste en realizar ejercicio de levantamiento de pesas, pues estimula la formación de células óseas.

Para la salud de los huesos son necesarias también diversos minerales y vitaminas, no sólo el calcio, sino también magnesio, vitamina D, boro, vitamina K, estroncio, etc.

Alimentación

Toma alimentos ricos en calcio, como vegetales marinos, verduras de hojas verde (excepto espinacas), frutos secos, soja, ostras, salmón, sardinas (con las espinas), brócoli y yogurt natural.

Los países donde mayor es el consumo de leche de vaca, son los que más incidencia de osteoporosis tienen. Esto es debido a que la intolerancia a la lactosa y la proteína de la leche son muy comunes y producen una mala absorción. Además, el calcio procedente de los productos lácteos no se absorbe bien (tan solo el 25 %). El yogurt natural es la única excepción.

Toma lechuga, lechuga romana, col rizada, berza, pues son ricos en vitamina K, que es importante para la formación del hueso.

Los productos de soja fermentada, como el tofu y el miso fortalecen los huesos.

Los ácidos grasos esenciales que se encuentran en las almendras, nueces y semillas de lino, son importantes para los huesos.

Consume cereales integrales, incluyendo arroz integral y pasta integral.

Evita el azúcar refinada y las bebidas carbonatadas.

Reduce tu consumo de sal y no tomes alimentos procesados pues son muy ricos en sal.

Modera tu consumo de alcohol y cafeína, pues contribuyen a la pérdida de masa ósea.

Hierbas y suplementos

Calcio. Es el principal mineral que compone los huesos. Toma de 500 a 500 mg dos veces al día en dosis divididas de algún complejo que se absorba bien, como quelato, citrato, hidroxiapatita.

Magnesio. Es necesario para el correcto metabolismo del calcio, pues interviene en la producción de hormona paratiroidea y la activación de la vitamina D. Es tan importante como el calcio. Toma de 250 a 350 mg dos veces al día en dosis divididas. Reduce la dosis si aparece diarrea.

Vitamina D. Mejora la absorción intestinal del calcio y reduce su excreción por la orina. Toma de 800 a 1200 UI al día si tienes osteoporosis, o 400 UI al día como prevención.

Vitamina K. Bajos niveles de vitamina K se asocian a osteoporosis o fracturas. Toma de 2 a 10 mg al día. No la tomes si estás tomando anticoagulantes.

Ácidos grasos esenciales. Favorecen la absorción de calcio y su depósito en los huesos. Toma 4 gramos de aceite de pescado al día, junto con 3000 mg de aceite de onagra.

Estroncio. Mejora la densidad ósea. Toma 680 mg al día.

Homeopatía

Se recomienda consultar con un especialista para la correcta selección y administración de los remedios homeopáticos. Entre los más utilizados se encuentran los siguientes:

Calcarea carbonica. Osteoporosis, dolor en los huesos, calambres musculares, articulaciones inflamadas. Personas fofas y frioleras. Se cansan con facilidad y se sienten abrumados. Deseo de dulces, leche y huevos.

Calcarea phosphorica. Osteoporosis y fracturas. Dolor en cuello y espalda, rigidez que empeoran con aplicaciones frías. Pueden producirse depósitos de calcio, incluso con pérdida de masa ósea. Personas descontentas, con deseos de viajar o hacer algún cambio. Este remedio estimula la formación de masa ósea.

Silicea. Personas muy delgadas, con poca densidad ósea, nerviosas, se fatigan fácilmente, frioleras, con poca resistencia a la infección.

Symphytum. Se utiliza para curar fracturas más rápidamente y reducir el dolor que ocasionan.

Aromaterapia

  • Los aceites esenciales de pimienta negra y romero alivian el dolor de huesos y articulaciones. Usa alguno de ellos en masajes, baños o lociones.
  • Para aliviar el estrés, puedes usar los aceites esenciales de lavanda, rosa o geranio.

Acupresión

  • Punto 36 de estómago. Trabaja este punto para aumentar la absorción de nutrientes, incluyendo el calcio.
  • Punto 1 de pulmón. Para reducir el estrés.
  • Punto 4 de intestino grueso. Para aliviar el dolor. No trabajes este punto si estás embarazada.
  • Punto 5 de bazo y 3 de riñón. Para aliviar el dolor en los tobillos.
  • Punto 24,5 de vaso gobernador. Para equilibrar las hormonas.

Reflexología

  • Si tienes osteoporosis trabaja los pies o manos con cuidado, sin aplicar demasiada presión.
  • Trabaja las zonas correspondientes a las vértebras: la espalda, la cadera, la zona ciática, las lumbares.