Autora: Ana Muñoz


El trastorno afectivo estacional consiste en síntomas de depresión que aparecen durante los meses de invierno y desaparecen durante la primavera y el verano.

Las personas con este trastorno se sienten fatigadas, con problemas de concentración y con un gran deseo de carbohidratos. Tienen gran necesidad de dormir, pero su sueño no es reparador. Este estado decaído del cuerpo, junto con el alto consumo de carbohidratos puede hacer que el sistema inmunitario esté también debilitado.

Se piensa que este trastorno tiene que ver con la disminución de las horas de luz solar que se produce en el invierno. La luz natural afecta a una hormona llamada melatonina. Cuando el sol se pone, la glándula pineal comienza a secretar esta hormona para inducir el sueño. Cuando estamos privados de la luz del sol, nuestro cuerpo puede tener problemas para mantener a raya los niveles de melatonina.

Además, las hormonas del estrés pueden estar también elevadas, lo cual contribuye a los síntomas de fatiga, depresión e insomnio.

También puede producirse una disminución de los niveles de serotonina, que contribuye a la depresión.

No se sabe con claridad por qué algunas personas se ven más afectadas que otras por la disminución de luz solar, aunque sí se sabe que el tratamiento más efectivo para el trastorno afectivo estacional es la exposición a luz natural mediante la utilización de lámparas de amplio espectro que imitan los efectos de la luz del sol. También puedes intentar pasar más tiempo al aire libre o procurar trabajar cerca de una ventana.

Alimentación

Es importante que mantengas tus niveles de azúcar equilibrados. Las verduras y las proteínas te ayudarán a hacerlo. Pica algo de verdura cada pocas horas para evitar el deseo de dulces o pan.

Si comes carbohidratos asegúrate de que sean complejos, como arroz integral, trigo integra, avena. Además, estos alimentos son ricos en fibra, que enlentecen la liberación de azúcares en tu torrente sanguíneo.

Come pollo, pavo, atún o salmón cada día. Son alimentos ricos en proteínas de calidad y en triptófano, que estimula la producción de serotonina y, por tanto, el sentimiento de bienestar.

Las vitaminas del grupo B actúan como un tónico para el sistema nervioso. Se encuentran en la levadura de cerveza, germen de trigo, arroz integral, yogurt natural.

Las coles de Bruselas son una gran fuente de vitamina C, que tiene un efecto estimulante. Al contrario de los cítricos, las coles de Bruselas tienen bajo contenido en azúcar. Deben tomarse crudas, pues la vitamina C se destruye al cocinarla.

Trata de resistir tu deseo de azúcar, pues aunque pueda estimularte al tomarla, pronto acaba produciendo el efecto contrario, dejándote peor que antes. Con la cafeína sucede algo similar y además priva a tu cuerpo de nutrientes. No tomes más de una taza de café o té al día.

Evita la comida basura, pues puede agravar los síntomas debido a la gran cantidad de aditivos y sustancias químicas que contiene. Evita también el alcohol, pues es depresivo.

Hierbas y suplementos

5-Hidroxitriptófano. Es un precursor del neurotransmisor serotonina. Toma 50 mg tres veces al día con el estómago vacío. Puedes aumentar la dosis a 100 mg tres veces al día si es necesario. Varias vitaminas del grupo B son necesarias para metabolizar este suplemento correctamente; por tanto, toma 50 mg de un complejo vitamínico B. No lo tomes junto con fármacos antidepresivos o ansiolíticos.

Hipérico (Hypericum perforatum). Toma 300 mg tres veces al día de un producto que contenga un 0,3 % de hipericina.

S-Adenosilmetionina. Aumenta la concentración de neurotransmisores que están relacionados con el estado de ánimo. Toma 200 mg dos veces al día durante dos meses de comprimidos con cubierta entérica, con el estómago vacío. Si notas poca mejoría, aumenta la dosis a 400 mg dos o tres veces al día. Varias vitaminas del grupo B son necesarias para metabolizar este suplemento correctamente; por tanto, toma 50 mg de un complejo vitamínico B. Si padeces trastorno bipolar tómalo solo bajo la supervisión de un médico.

Vitaminas del grupo B. Están implicadas en el metabolismo de los neurotransmisores. Toma 50 mg de un complejo vitamínico B una o dos veces al día.

Aceite de pescado. Toma al día un producto que contenga entre 500 y 1000 mg de ácidos grasos EPA y DHA.

Homeopatía

Se recomienda consultar con un especialista para la correcta selección y administración de los remedios homeopáticos. Entre los más utilizados se encuentran los siguientes:

Arsenicum album
Depresión, ansiedad, inseguridad. Personas perfeccionistas y fóbicas. Inquietud e insomnio entre las 12 y las 2 a.m.

Aurum metallicum
Depresión profunda con pensamientos de suicidio. La persona está desesperada y no siente ninguna alegría. Mejor al estar al sol.

Ignatia
Depresión causada por dolor emocional o trauma psicológico, con rápidos cambios de humor. Suspiros frecuentes, sensación de nudo en la garganta.

Kalium phosphoricum
Depresión como resultado de exceso de trabajo; fatiga mental.

Natrum muriaticum
Personas deprimidas que no revelan sus emociones. Reservados y alejados. Sienten gran necesidad de compañía pero se sienten peor cuando los demás los consuelan. Deseo de sal y aversión al sol.

Pulsatilla
Personas que rompen a llorar a la menor provocación. Buscan continuamente consuelo y apoyo de los demás. Se sienten mejor al llorar, al recibir atención, con los dulces y al estar al aire libre. Empeoran en un amiente caldeado. En las mujeres, la depresión suele empeorar alrededor de la menstruación o con la menopausia.

Sepia
Mujeres que sienten indiferencia hacia su familia. Depresión, fatiga, irritabilidad, disminución del deseo sexual. Mejor con el ejercicio, peor con el consuelo de los demás. Frioleras. Depresión asociada a desequilibrios hormonales (síndrome premenstrual, menopausia).

Staphysagria
Personas con emociones suprimidas, sobre todo ira, que contribuyen a la depresión. Personas calladas, que no se defienden, lo cual les crea vergüenza y resentimiento. Dolor de cabeza e insomnio.