Autora: Ana Muñoz


Durante el proceso de selección del personal, el primer paso consiste en analizar el trabajo para el cual se están buscando candidatos para describir en términos específicos la naturaleza de las tareas que los trabajadores deberán realizar.

El análisis del trabajo incluye recopilar información sobre el material o maquinaria necesaria, las tareas a realizar, el nivel educativo y de entrenamiento o experiencia requerido, y otros aspectos como los relacionados con la seguridad en el puesto de trabajo.

El análisis del trabajo no solo es de utilidad durante la selección de personal, sino también a la hora de establecer un programa de entrenamiento para un trabajo en particular.

En general, al analizar un trabajo determinado, necesitaremos contar con la siguiente información:

  • Requisitos personales: las habilidades y conocimientos necesarios para realizar ese trabajo.
  • Características personales: los intereses, aptitudes y valores necesarios para llevar a cabo ese trabajo.
  • Experiencia: el nivel de entrenamiento y experiencia necesario.
  • Requisitos del trabajo: las actividades laborales y el contexto, incluyendo los factores sociales, organizacionales y físicos implicados en dicho trabajo.

Para recopilar toda la información necesaria acerca del trabajo en cuestión, se utilizan diversas estrategias, entre las que destacan las siguientes:

Entrevistas. Se realizan entrevistas con personas directamente relacionadas con el trabajo a analizar, como los supervisores, los trabajadores ya contratados y los instructores que los entrenaron. La persona entrevistada debe conocer el motivo de la entrevista y las preguntas que se le hagan deben estar cuidadosamente planificadas y expresadas de manera que proporcionen la máxima información posible.

Cuestionarios. Los cuestionarios son respondidos también por los supervisores, trabajadores e instructores, y consisten en frases que describen determinadas tareas, operaciones y condiciones laborales. Los entrevistados han de elegir las frases que caracterizan el trabajo en cuestión y valorarlas según su importancia.

Observación directa. Consiste en observar a los trabajadores mientras realizan su trabajo. Debe observarse una muestra lo bastante amplia de trabajadores y a diferentes horas a lo largo del día. La observación debe ser lo menos intrusiva posible.

Registros de actividad. Los trabajadores y supervisores realizan un registro escrito de sus actividades en el trabajo durante un determinado periodo de tiempo.

Incidentes críticos. Consiste en la identificación de sucesos o conductas que son imprescindibles para realizar el trabajo con éxito.

Una vez que se ha recopilado la información por estos medios, el psicólogo encargado de la selección de personal dispone de una descripción detallada y específica de las tareas que el candidato deberá realizar, y las habilidades, conocimiento, destrezas, etc., que necesita para poder hacer el trabajo con éxito. Entonces podrá pasar a la siguiente fase: buscar a las personas más apropiadas para dicho puesto de trabajo.