Autor: James Allen

James Allen (1864-1912) fue un escritor británico de obras filosófica conocido por sus libros edificantes y su poesía.

Su libro más conocido, Como piensas es como eres (As a Man Thinketh), publicado en 1903, ha sido la fuente de inspiración de innumerables bestsellers de autoayuda desde entonces hasta nuestros días. Como resultado, Allen es considerado el padre del movimiento de autoayuda.

Índice

1. Pensamiento y carácter

2. Efecto del pensamiento en las circunstancias

3. Efecto del pensamiento en la salud y el cuerpo

4. Pensamientos y propósito

5. El factor pensamiento en el éxito

6. Visión e ideales

7. Serenidad

PREFACIO

Este pequeño volumen (resultado de la meditación y la experiencia) no intenta ser un tratado exhaustivo acerca del poder del pensamiento, de lo que ya mucho se ha escrito. Es más bien sugestivo antes que explicativo, su objetivo es estimular a hombres y mujeres al descubrimiento y la comprensión de la siguiente verdad: “Ellos son forjadores de sí mismos”, en virtud de los pensamientos que escogen y estimulan; que la mente es la tejedora maestra, tanto el ropaje interno del carácter como el externo de las circunstancias, y que si hasta el momento ha tejido en la ignorancia y el sufrimiento puede tejer ahora en la iluminación y felicidad.

James Allen
Ilfracombe, Inglaterra

1. PENSAMIENTO Y CARÁCTER

El Aforismo, “Como una persona piensa en su corazón, así es,” no sólo abarca su ser, sino que llega a comprender cada condición y circunstancia de su vida. Una persona es literalmente lo que piensa, siendo su carácter la suma de todos sus pensamientos.

Así como una planta brota de su semilla, y no podría ser de otra manera, así cada acción de un individuo brota de las semillas invisibles del pensamiento, y no podrían existir sin ellas. Lo anterior es aplicable por igual a aquellos actos considerados “espontáneos” y “no premeditados” como a aquellos que son deliberadamente ejecutados.

Las acciones son brotes del pensamiento, y la dicha y el sufrimiento son sus frutos; De este modo el ser humano cosecha los frutos dulces y amargos que él mismo siembra.

Los pensamientos en la mente nos hacen lo que somos
Nos forjan y modelan.
Si albergas en tu mente pensamientos inferiores,
el dolor te seguirá como sigue el arado al buey .
Si persistes en la pureza de pensamiento
te seguirá la dicha como tu propia sombra, sin dudarlo.

El desarrollo del ser humano está gobernado por leyes, no por artificios, y la ley de causa y efecto es tan absoluta e inevitable en el reino oculto de los pensamientos como lo es en el mundo de los objetos visibles y materiales. Un carácter admirable no es asunto de azar o de favor, sino el resultado natural de un constante esfuerzo en albergar los pensamientos correctos, el efecto de una muy larga y apreciada asociación con pensamientos admirables. Un carácter innoble y bestial, por el mismo proceso, es el resultado de pensamientos viles albergados continuamente.

El ser humano se hace o deshace por sí mismo; en la armonía del pensamiento forja las armas con las que se destruye, y también elabora las herramientas con las que construye para sí mansiones celestiales de felicidad, fortaleza y paz. Con la elección y aplicación de los pensamientos correctos el ser humano asciende a la perfección divina; con la aplicación y el abuso de los pensamientos incorrectos, desciende bajo el nivel de las bestias. Entre estos dos extremos están todas las categorías del carácter, y el ser humano es su maestro y hacedor.

De todas las maravillosas verdades del alma que han sido recuperadas y redescubiertas en esta era, ninguna promete mayor esperanza que esta – el ser humano es el amo del pensamiento, forjador del carácter, creador y modelador de condiciones, entorno y destino.

Como un ser de Poder, Inteligencia y Amor, y gobernador de sus propios pensamientos, el ser humano posee la llave de cada situación, y lleva consigo la agencia de transformación y regeneración por la cual hace de sí mismo lo que quiere.

El ser humano es siempre el amo que domina, aún en su estado de mayor debilidad y abandono; pero en su debilidad y degradación es el amo necio que gobierna mal sus asuntos. Cuando empieza a reflexionar acerca de su condición, y a buscar diligentemente la Ley que lo llevó a ese estado, se transforma en el amo sabio, canalizando inteligentemente su energía, y elaborando pensamientos fructíferos. Ese es el amo sabio, y el ser humano sólo puede llegar a serlo descubriendo dentro de sí mismo las leyes del pensamiento; descubrimiento que es resultado de aplicación, auto-análisis, y experiencia.

Solamente después de mucho buscar y excavar, el oro y los diamantes son obtenidos, y el ser humano puede encontrar cada verdad asociada con su ser si cava con determinación en lo profundo de su alma; y probará inequívocamente que es forjador de su carácter, modelador de su vida, y constructor de su destino, si vigila, controla, y altera sus pensamientos, siguiendo el rastro de sus efectos en sí mismo, en otros, en su vida y circunstancias, enlazando causa y efecto con práctica e investigación pacientes, y utilizando cada experiencia, aún la más trivial, cada hecho cotidiano, como medios para obtener el conocimiento de sí mismo que es Entendimiento, Sabiduría, Poder.

En ese sentido, como en ningún otro, está la ley absoluta “Aquel que busque encontrará; a aquel que toque la puerta ésta se le abrirá”; sólo con paciencia, práctica, e impertinencia incesante puede un hombre entrar por la Puerta del Templo del Conocimiento.