Autora: Ana Muñoz


Es una afección caracterizada por episodios recurrentes de dificultad respiratoria, tos y sibilancias que se producen como consecuencia de un estrechamiento de los bronquios. Los episodios de dificultad respiratoria se intercalan con periodos de remisión en los que el paciente está prácticamente libre de síntomas.

No existe una definición unánimemente aceptada pero la mayoría de las definiciones incluyen tres aspectos:

1. Hiperreactividad bronquial
2. Inflamación
3. Obstrucción bronquial

La hiperreactividad bronquial se define como la tendencia del árbol bronquial a una repuesta broncoconstrictora excesiva frente a estímulos de diversa índole, como pueden ser las sustancias alérgicas. Dichos estímulos tienen escasas consecuencias para las personas sin asma y con vías respiratorias normales. La mayoría de los asmáticos son hiperreactivos. Así mismo, parece ser que la hiperreactividad bronquial y la inflamación bronquial están relacionadas, pues ambas aparecen y desaparecen juntas.

En el asma se produce una inflamación de los bronquios. En el desarrollo de la inflamación intervienen células inflamatorias (eosinófilos y mastocitos) que pueden liberar numerosas sustancias químicas capaces de ocasionar edema y broncoconstricción de la mucosa respiratoria. Entre ellas destaca la histamina. La histamina es broncoconstrictora. Sin embargo, el hecho de que los antihistamínicos tengan poca o nula eficacia en el asma hace pensar que su papel es escaso. Lo mismo puede decirse del resto de sustancias químicas liberadas durante la inflamación.

El sistema nervioso autónomo (SNA), que actúa sobre la musculatura lisa bronquial y las glándulas secretoras, juega un papel importante en el asma. El SNA puede producir broncoconstricción y broncodilatación.

La inflamación destruye el epitelio bronquial, dejando al descubierto las terminaciones nerviosas, de modo que dichas terminaciones nerviosas son estimuladas en exceso por las sustancias químicas liberadas durante la inflamación, lo cual a su vez ocasionaría la liberación de neuropéptidos sensitivos responsables del aumento de la broncoconstricción, produciéndose así la obstrucción bronquial.

A su vez, el edema ocasionado por la inflamación y la hipersecreción mucosa contribuyen también a la obstrucción.

Factores desencadenantes

- Alergia

Es el desencadenante más frecuente del asma bronquial. Entre los alérgenos más comunes destacan los ácaros del polvo de las casas, pólenes, sustancias procedentes de animales domésticos, y mohos. En España los ácaros son los alérgenos más comunes.

Las crisis asmáticas suelen ir precedidas de rinitis alérgica, urticaria o eccema (véase homotoxicología). La reacción alérgica consiste en una reacción inmunitaria de tipo inflamatorio, con edema, broncoconstricción, secreción de moco y sofocos.

- Ejercicio e hiperventilación

El asma puede aparecer después de realizar un esfuerzo. Se ha comprobado que la hiperventilación y el esfuerzo están relacionados. Cuando el aire que respira el paciente es seco y frío, el ejercicio desencadena el asma más fácilmente.

- Infecciones

Es frecuente que los enfermos asmáticos señalen el comienzo de su enfermedad a partir de infecciones de las vías aéreas superiores. Se cree que la inflamación de la mucosa respiratoria provocada por los virus hace que las terminaciones nerviosas sean más fácilmente estimuladas, como se explica más arriba.

- Emociones y personalidad

No es infrecuente que las emociones fuertes desencadenen o empeoren las crisis asmáticas.

- Fármacos

Algunos fármacos, como la aspirina, pueden desencadenar crisis asmáticas. Aparece en los pacientes con rinitis recidivante y pólipos nasales. Estos pacientes sufren también urticaria.

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Bibliografía:
- Medicina interna. Farreras, Rozman. Mosby/Doyma libros
- Patología estructural y funcional. Robbins. Interamericana-McGraw-Hill
- Manual de patología general. S. de Castro del Pozo. Masson
- Tratado de fisiología médica. Guyton. Interamericana-McGraw-Hill