Autora: Ana Muñoz
La gemoterapia consiste en la curación mediante el uso de cristales y gemas. Uno de los cristales más utilizados es el cuarzo transparente. Tarda más de diez mil millones de años en formarse y más de un tercio del planeta está compuesto por este mineral. Su capacidad de vibrar y resonar hace que sea esencial en los instrumentos de comunicación, guías de sistemas y ordenadores.
La clave del cristal de cuarzo transparente como instrumento sanador reside en lo que la ciencia llama su efecto piezoeléctrico. Este efecto también está presente en las gemas de color, aunque en menor grado. El cristal vibra en armonía con la energía magnética del núcleo terrestre. Comparte el magnetismo de la polaridad planetaria y la radiación energética solar. Absorbe, almacena, transforma y transmite esa energía.
La energía del cristal de cuarzo penetra con su resonancia en los espacios entre los átomos para transmitir cambios en las células.
Puede utilizarse para la sanación física, el desarrollo psíquico, estimular el conocimiento y el intelecto, inducir sueños y visiones, modificar el estado de ánimo. El cristal de cuarzo alivia el dolor, estimula la curación y la regeneración natural, equilibra el aura, transmite colores (cromoterapia) y fomenta la meditación.
Elección del cristal
Cada persona ha de elegir el cristal por el que se sienta atraída, sosteniéndolo en sus manos, sintiéndolo y decantándose por aquél que le transmita una sensación de frescor, viveza y actividad. Después es necesario limpiarlo y purificarlo de las energías de otras personas. Para ello se introduce en sal marina o sal de mesa durante una noche. El siguiente paso es vincularlo con su propietario; es decir, el cristal ha de resonar con la energía de esta persona. Para ello tendrás que llevar el crista encima durante el día, en el bolsillo izquierdo o en una bolsita colgada del cuellos, sostenerlo y percibirlo a menudo y dormir con el cristal bajo la almohada o en tu mano izquierda. Durante el proceso de vinculación te sientes cada vez mejor, duermes mejor y estás más relajado. Nadie excepto tú debe tocar ese cristal durante este proceso (ni un tiempo después). La vinculación requiere aproximadamente un mes.
La curación
La curación con cristales guarda relación con la cromoterapia. Sostienes el cristal en tu mano izquierda e imaginas que una luz del color deseado lo atraviesa y llega después a ti o zona de tu cuerpo que deseas sanar (o de la persona que estés sanando). Visualiza cómo el color penetra en tu cuerpo por el lado izquierdo y recorre la zona afectada.
Los cristales que se sostienen en la mano izquierda se usan para recibir energía y los que se sostienen en la derecha para enviarla, de modo que para sanar a otra persona se sostiene en la mano derecha.
Después de cada curación deberá purificarse, pero con métodos más suaves, como su exposición al sol directo durante unas 4 horas.
Cuando se utilizan gemas de colores el proceso es similar, con la excepción de que cada gema se utiliza para el tratamiento de afecciones diferentes. Su uso se basa en los colores y los chakras. Así, una piedra que trata los dolores de cabeza puede no ser eficaz contra los problemas digestivos. Una vez seleccionada la piedra adecuada, debe llevarse encima o dormir sosteniéndola en la mano izquierda.