Autora: Ana Muñoz

El masaje en un método terapéutico que consiste en la manipulación manual de los tejidos blandos del cuerpo, como son los músculos, el tejido conectivo, tendones, ligamentos y articulaciones.

Además de utilizarse un muchos programas de rehabilitación el masaje ha resultado beneficioso en muchos trastornos crónicos, como dolor lumbar, artritis, bursitis, fatiga, hipertensión, diabetes, inmunodeficiencia, infertilidad, tabaquismo, depresión, etc. Y, como muchos conocen, el masaje también ayuda a aliviar el estrés y la tensión muscular (dolores, contracturas, etc.)

Efectos fisiológicos del masaje

Incrementa la circulación, permitiendo al cuerpo enviar más oxígeno y nutrientes a los tejidos.

Estimula el sistema linfático. Por ejemplo, en el cáncer de mama, se ha visto que el masaje estimula las células del sistema inmunitario que destruyen las células cancerígenas.

Relaja lo músculos con contracturas e inflamaciones.

Aumenta la flexibilidad de las articulaciones.

Reduce el tiempo de recuperación tras un entrenamiento deportivo duro, eliminando dolores.

Libera endorfinas, los analgésicos naturales de nuestro cuerpo. Por este motivo se utiliza en el tratamiento del dolor crónico.

Resulta beneficioso tras las intervenciones quirúrgicas, reduciendo la formación de edemas y mejorando la cicatrización.

Alivia el dolor lumbar crónico.

Proporciona ejercicio en aquellas personas con atrofias musculares e impide el debilitamiento de los músculos en personas con movimiento limitado.

Ayuda a que el parto sea más corto, reduce los desgarros y la necesidad de medicación, disminuye la depresión y ansiedad tras el parto y reduce el tiempo de permanencia en el hospital.

Beneficios psicológicos

El masaje proporciona también una estimulación táctil. El 1986, el Touch Reserch Institute, de la Universidad de Miami, publicó los resultados de una investigación acerca de los beneficios del contacto físico en bebés prematuros. Aquellos que recibieron un masaje mostraron un aumento de peso un 47% superior y salieron seis días antes del hospital.

Pero los niños no son los únicos beneficiados. Mientras el masajista relaja y libera los músculos contraídos de su cliente, puede estar también liberando emociones que no se han llegado a procesar, y la sensación del contacto sobre la piel puede ser una experiencia poderosa para esta persona, que le recuerda que no está sola en el mundo.

Contraindicaciones

El masajista que te atienda deberá preguntarte si padeces determinadas enfermedades, de modo que pueda decirte si el masaje es adecuado para ti. En algunos casos, deberá pedir el permiso de tu médico antes de aplicar el masaje. El masaje no se recomienda en los siguientes casos:

  • Ciertos tipos de cáncer
  • Flebitis
  • Algunos problemas cardíacos
  • Ciertos trastornos de la piel
  • Enfermedades infecciosas.