Autora: Ana Muñoz
El masaje en un método terapéutico que consiste en la manipulación manual de los tejidos blandos del cuerpo, como son los músculos, el tejido conectivo, tendones, ligamentos y articulaciones.
Además de utilizarse un muchos programas de rehabilitación, el masaje ha resultado beneficioso en muchos trastornos crónicos, como dolor lumbar, artritis, bursitis, fatiga, hipertensión, depresión, etc. Y, como muchos saben, el masaje también ayuda a aliviar el estrés y la tensión muscular (dolores, contracturas, etc.).
¿En qué consiste?
El masaje es una técnica terapéutica milenaria que consiste en la manipulación de los tejidos del cuerpo mediante diversas presiones, fricciones y movimientos con el objetivo de mejorar la salud física y mental. A lo largo de la historia, se ha utilizado en distintas culturas como un método para aliviar el dolor, reducir el estrés y promover el bienestar general.
Breve historia y orígenes
El masaje tiene raíces profundas en la historia de la humanidad. Se han encontrado registros de su uso en civilizaciones antiguas como:
- China (hace más de 4000 años), donde la medicina tradicional china lo incorporó como parte de tratamientos energéticos y de equilibrio del Qi.
- India, con el ayurveda, que emplea el masaje con aceites esenciales para armonizar cuerpo y mente.
- Egipto y Grecia, donde se usaba en los atletas para mejorar su rendimiento y recuperación muscular.
- Roma, donde los baños termales incluían sesiones de masaje para relajar el cuerpo y revitalizar la energía.
A lo largo del tiempo, el masaje ha evolucionado y se ha diversificado en múltiples técnicas, adaptándose a diferentes necesidades, desde el alivio de dolencias musculares hasta la mejora del bienestar emocional. En la actualidad, el masaje forma parte de la fisioterapia, la medicina alternativa y los tratamientos estéticos.
Tipos de masajes
1. Masajes terapéuticos
Estos masajes están diseñados para aliviar dolencias físicas, mejorar la circulación y tratar problemas musculares o articulares. Los realizan generalmente fisioterapeutas o especialistas en rehabilitación.
- Masaje descontracturante: está indicado para aliviar tensiones musculares causadas por estrés, malas posturas o esfuerzo físico. Se aplican presiones profundas en los músculos afectados.
- Masaje quiropráctico: utilizado en el tratamiento de dolores musculoesqueléticos. Puede incluir manipulaciones articulares para corregir desajustes posturales.
- Masaje linfático: también conocido como drenaje linfático manual, ayuda a mejorar la circulación de la linfa, eliminando toxinas y reduciendo la retención de líquidos.
- Masaje neuromuscular: aplicado en puntos específicos del cuerpo con presión intensa para tratar contracturas y mejorar la movilidad.
2. Masajes relajantes
Estos masajes tienen como objetivo reducir el estrés, relajar el cuerpo y la mente, y proporcionar una sensación de bienestar. El masaje sueco, por ejemplo, es uno de los más conocidos en el mundo occidental. Se basa en movimientos largos y suaves combinados con presiones moderadas para mejorar la circulación y relajar los músculos. El masaje californiano, por el contrario, se caracteriza por movimientos fluidos y envolventes que buscan relajar profundamente y conectar el cuerpo con la mente.
3. Masajes orientales
Inspirados en la medicina tradicional asiática, estos masajes buscan restablecer el equilibrio energético del cuerpo.
- Masaje tailandés: se realiza en el suelo y combina presiones, estiramientos y movilizaciones inspiradas en el yoga. Ayuda a mejorar la flexibilidad y liberar tensiones.
- Shiatsu: técnica japonesa basada en la presión de los dedos en puntos específicos del cuerpo para desbloquear el flujo de energía (Qi).
- Masaje ayurvédico: procedente de la India, utiliza aceites medicinales y movimientos profundos para equilibrar los doshas (energías vitales) según la medicina ayurvédica.
4. Masajes deportivos
Estos masajes están diseñados para atletas o personas activas que buscan mejorar su rendimiento, prevenir lesiones y optimizar la recuperación muscular. Puede hacerse antes de una actividad deportiva intensa para preparar los músculos y aumentar la circulación sanguínea, y después del ejercicio para reducir la fatiga muscular, eliminar toxinas y prevenir lesiones.
5. Masajes estéticos
Estos masajes están orientados a mejorar la apariencia de la piel, reducir la celulitis y favorecer la eliminación de líquidos y toxinas.
- Drenaje linfático: ayuda a reducir la retención de líquidos y la hinchazón mediante suaves presiones que estimulan el sistema linfático.
- Masaje reductivo: se usan movimientos intensos para movilizar la grasa acumulada y mejorar el contorno corporal.
- Masaje facial: utilizado para mejorar la circulación en el rostro, reducir arrugas y aportar luminosidad a la piel.
Beneficios del masaje
El masaje no solo es una técnica de relajación, sino que también ofrece múltiples beneficios para la salud física y mental. Su aplicación regular puede mejorar la calidad de vida al aliviar dolores, reducir el estrés y potenciar el bienestar general. A continuación, se detallan sus principales beneficios:
1. Beneficios físicos
El masaje tiene un impacto positivo en el cuerpo a nivel muscular, circulatorio y nervioso.
- Alivio de tensiones musculares: relaja los músculos, reduce la rigidez y previene la formación de contracturas.
- Mejora de la circulación sanguínea: favorece el flujo de oxígeno y nutrientes a los tejidos, lo que acelera la recuperación muscular y reduce la fatiga.
- Estimulación del sistema linfático: facilita la eliminación de toxinas y líquidos retenidos, fortaleciendo el sistema inmunitario.
- Reducción del dolor: ayuda a disminuir molestias en la espalda, cuello, articulaciones y otras zonas afectadas por el estrés o el esfuerzo físico.
- Mejor recuperación de lesiones: en combinación con la fisioterapia, el masaje contribuye a la rehabilitación de esguinces, desgarros musculares y otras lesiones.
- Mejor flexibilidad y movilidad: relaja los tejidos musculares y aumenta el rango de movimiento, lo que es especialmente útil para deportistas y personas con movilidad reducida.
2. Beneficios psicológicos y emocionales
El masaje no solo trata el cuerpo, sino que también tiene un impacto positivo en la mente y las emociones. En 1986, el Touch Reserch Institute, de la Universidad de Miami, publicó los resultados de una investigación acerca de los beneficios del contacto físico en bebés prematuros. Aquellos que recibieron un masaje mostraron un aumento de peso un 47 % superior y salieron seis días antes del hospital.
Los movimientos rítmicos y la estimulación de terminaciones nerviosas ayudan a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, de modo que puede ser beneficioso para reducir el estrés y la ansiedad.
El masaje estimula la producción de endorfinas, serotonina y dopamina, que son neurotransmisores asociados con la felicidad y la relajación, por lo que puede servir de ayuda para mejorar el estado de ánimo. Asimismo, relaja el sistema nervioso y reduce la sensación de agotamiento.
3. Beneficios para la salud general
Más allá de los efectos inmediatos en el cuerpo y la mente, el masaje contribuye al bienestar a largo plazo.
- Fortalecimiento del sistema inmunitario: al reducir el estrés y mejorar la circulación linfática, el cuerpo puede defenderse mejor contra enfermedades.
- Regulación del sueño: favorece un descanso profundo al reducir la tensión muscular y mental, siendo útil para personas con insomnio o alteraciones del sueño.
- Equilibrio del sistema nervioso: dependiendo del tipo de masaje, puede estimular o relajar el sistema nervioso, ayudando a tratar problemas como la migraña o la hipertensión.
- Mejora del aspecto de la piel: estimula la producción de colágeno, mejora la oxigenación de la piel y ayuda a reducir la celulitis y las arrugas.
Contraindicaciones
El masajista que te atienda deberá preguntarte si padeces determinadas enfermedades, de modo que pueda decirte si el masaje es adecuado para ti. En algunos casos, deberá pedir el permiso de tu médico antes de aplicar el masaje. El masaje no se recomienda en los siguientes casos:
• Ciertos tipos de cáncer
• Flebitis
• Algunos problemas cardíacos
• Ciertos trastornos de la piel
• Enfermedades infecciosas.
El masaje es, por tanto, una herramienta terapéutica con amplios beneficios que abarcan la salud física, mental y emocional. Su aplicación regular puede contribuir a una mejor calidad de vida, ayudando a prevenir enfermedades, aliviar dolencias y mejorar el bienestar general.