Autora: Ana Muñoz


La osteopatía es un método terapéutico basado en la manipulación del sistema músculo-esquelético.

La osteopatía considera que la estructura del cuerpo está relacionada con su funcionamiento, de modo que una alteración en su estructura (es decir, en el sistema músculo esquelético) dará lugar a una alteración de las funciones nerviosas, lo cual, a su vez origina una alteración de los diferentes órganos vitales. Por tanto, al corregir el problema músculo-esquelético mediante manipulaciones, se puede corregir la enfermedad. La explicación fisiológica de esta relación entre estructura y función se encuentra en el reflejo vertebral de Sherrington. Los reflejos víscero-viscerales, somato-viscerales y víscero-somáticos permiten entender cómo la lesión osteopática perturba el equilibrio fisiológico y predispone a la enfermedad.

La osteopatía, por tanto, no se limita al tratamiento de problemas músculo- esqueléticos, como dolores de espalda, sino que también puede tratar diversas enfermedades cuyo origen sea una alteración estructural, como asma, migrañas, problemas digestivos, entre otros muchos. Por ejemplo, si tras una accidente, una persona comienza a padecer una serie de síntomas que, en principio, no parecen tener nada que ver con el accidente, es posible que dicha alteración se deba a un problema de su estructura muscular u ósea, provocado por el accidente.

Hay que tener también en cuenta que las patologías osteopáticas prolongadas y las alteraciones que producen, pueden también extenderse al sistema nervioso central, provocando una patología neurovegetativa o psíquica.

La osteopatía trata al paciente como un todo, en vez de centrarse solamente en los síntomas.

Técnicas utilizadas por la osteopatía

La técnica estructural clásica, que considera la disfunción articular como la causa principal de la patología.

La técnica funcional actúa sobre los tejidos blandos, sobre todo las retracciones musculares y fijaciones de los facias.

La técnica craneal utiliza la movilidad débil de los huesos del cráneo para modificar la pulsión rítmica endrocraneal.

Se utiliza sobre todo con recién nacidos. En casos de parálisis cerebral y espasmos musculares del recién nacido se obtiene muy buenos resultados.

La técnica visceral utiliza la movilización de los tejidos blandos y de los facias para reequilibrar la función de un órgano.

Cuándo consultar a un osteópata

En casos de síntomas que persisten y no son explicados por la medicina

Si un trastorno aparece tras un accidente o caída con traumatismo, aunque no haya relación aparente entre ambos

En caso de estrés o agotamiento

Problemas crónicos de espalda

En casos de reumatismo, artrosis, lumbalgias

En casos de neuralgias, ciática, migraña