Autora: Ana Muñoz
La fibromialgia consiste en dolor muscular sin causa aparente que aparece en, al menos, 11 de 18 puntos específicos. El dolor se describe como ardiente, pulsante, continuo o rigidez que empeora al levantarse y va mejorando a lo largo del día.
La fibromialgia suele estar relacionada con el síndrome de fatiga crónica. También pueden estar presentes el síndrome del intestino irritable, palpitaciones y trastorno de la articulación temporomandibular. No es raro que estas personas tengan también trastornos del sueño.
No se conoce con claridad la causa de esta enfermedad, aunque es posible que haya varios factores implicados. Es frecuente que haya un desequilibrio hormonal, sobre todo baja función tiroidea y desequilibrios en los estrógenos/progesterona y las hormonas del estrés, como el cortisol.
También puede haber un mal funcionamiento digestivo y una mala eliminación de las toxinas que penetran en el organismo, candidiasis, disbiosis o infecciones crónicas producidas por algún virus.
Las alergias a alimentos pueden estar contribuyendo a la fibromialgia en algunas personas, sobre todo al trigo, el azúcar o la leche de vaca. Las deficiencia nutricionales pueden jugar también un papel, sobre todo deficiencia de magnesio, vitaminas del grupo B, coenzima Q10, L-carnitina, entra otras.
Muchas personas con fibromialgia tienen un desequilibrio en la química cerebral. El uso de terapias naturales que equilibren los niveles de serotonina u otros neurotransmisores producen una mejoría, no sólo del estado de ánimo, sino también del dolor.
Tóxicos como el mercurio, el plomo y otros pueden también contribuir a este enfermedad.
Los desequilibrios en el nivel de glucosa en sangre pueden empeorar el dolor y la inflamación.
Todos estos desequilibrios pueden dar lugar a una alteración en el funcionamiento de las células productoras de energía (las mitocondrias), provocando una escasez de la energía disponible para músculos y otros tejidos, lo cual puede causar dolor y fatiga. Las mitocondrias requieren ciertos ácidos orgánicos que actúan como intermediarios en los procesos metabólicos. Las personas con fibromialgia tienen a menudo una deficiencia en estos ácidos.
Alimentación
La alimentación juega un papel importante en el tratamiento de cualquier enfermedad pues, cuando es adecuada, nos aporta los nutrientes que necesita nuestro cuerpo para curarse por sí mismo.
Toma alimentos integrales y no procesados y aumenta tu ingesta de verduras crudas o poco cocinadas.
Para asegurarte de que tus músculos tienen un buen aporte de energía, toma proteínas de calidad, como alubias, frutos secos, soja, pescado, pollo y pavo.
Toma yogurt natural con bifidus activo u otro producto similar, para asegurarte de disponer de una flora intestinal adecuada y combatir la candidiasis.
La fibromialgia se ha asociado a una deficiencia de magnesio. Por tanto, come verduras de hoja verde, kelp, soja, almendras y anacardos.
Los ácidos grasos omega-3 ayudan a producir prostaglandinas, que reduce la inflamación. Una buena fuente es el aceite de semillas de lino o el aceite de pescado.
Bebe un vaso de agua cada dos horas. Te ayudará a eliminar toxinas y reducir el dolor.
Las vitaminas A, C y E ayudan a combatir los radicales libres, que pueden inhibir la capacidad de la célula para producir energía. Toma verduras de hoja verde, brócoli, coles de Bruselas, cereales integrales y soja.
Evita la cafeína, pues impide la correcta absorción de ciertos minerales.
Reduce o elimina la carne, los fritos, los productos con alto contenido en grasa y otros alimentos ricos en grasas saturadas, pues contribuyen a la inflamación y el dolor, así como al insomnio.
Evita el azúcar, pues aumenta el dolor, debilita el sistema inmunitario, produce trastornos de sueño y disminuye tus niveles de energía (aunque inicialmente los aumente). Además, el azúcar favorece el crecimiento de Candida albicans, un hongo que algunos autores consideran el causante de la fibromialgia. Restringe también el consumo de azúcares naturales, como la miel o la fruta.
Suplementos
Magnesio
Es importante para la producción de energía en las células y relaja los nervios y los músculos. Toma 250 mg dos o tres veces al día.
Ácido málico
Es un compuesto orgánico presente en algunas frutas como las uvas o las manzanas. Juega un papel importante para la producción de energía en las células. Toma de 1000 a 2000 mg dos veces al día.
5-Hidroxitriptófano (5-HTP)
Es un aminoácido necesario para la producción de serotonina, un neurotransmisor que mejora el estado de ánimo, reduce el dolor y mejora el sueño. Toma de 500 a 100 mg tres vedes al día.
Metilsulfonilmetano (MSM)
Es una fuente natural de azufre y actúa como antiinflamatorio. Te ayudará a reducir el dolor. Toma 1000 mg tres veces al día y ve aumentando la dosis hasta tomar 10.000 mg al día (repartidos en tres dosis). Reduce la dosis si aparece diarrea.
S-Adenosilmetionina (SAMe)
Es un nutriente que mejora el equilibrio de neurotransmisores como serotonina, mejora la detoxificación y ayuda en la formación de cartílago. Toma 400 mg dos veces al día.
Vitamina B12
Toma 1000 mcg sublingualmente de metilcobalamina una vez al día. También puedes inyectarte 1 cc dos veces en semana durante 4 semanas y luego una vez a la semana.
Enzimas
Las enzimas proteasas tienen un efecto antiinflamatorio y alivian el dolor. Tómalas con el estómago vacío.
Homeopatía
Toma una potencia 30 CH dos veces al día durante dos semanas. Cuando notes mejoría, deja de tomarla, a no ser que los síntomas reaparezcan.
Arnica
Dolor profundo, como de magulladura, dolor al tacto. Los síntomas empeora con el esfuerzo.
Bryonia
Dolor que se agrava con el menor movimiento. El dolor muscular mejora con aplicaciones frías y la presión, y empeora con el calor. La persona está irritable y no quiere que la toquen.
Calcarea carbonica
Dolores que aparecen con el esfuerzo y el clima húmedo. Personas frioleras con manos y pies fríos y húmedos. Deseo de dulces y huevos. Ansiedad, sensación de estar abrumado, se fatigan con facilidad.
Causticum
Músculos doloridos, como magullados, peor con el frío. La parte posterior del cuello está rígida y dolorida. La persona tiene predisposición al desequilibro hormonal y la depresión.
Ignatia
Fibromialgia que aparece por motivos emocionales o estrés. Músculos tensos, espasmódicos o con calambres.
Magnesia phosphorica
Músculos espasmódicos o con calambres que mejoran con aplicaciones calientes.
Pulsatilla
Dolores que cambian de un lugar a otro. La persona se siente llorosa y deprimida. Fibromialgia asociada al ciclo menstrual.
Rhus toxicodendron
Dolor y rigidez que empeora por la mañana o tras descansar y durante el tiempo lluvioso y frío. Los síntomas se alivian con el movimiento continuo. La persona está inquieta.
Aromaterapia
Para aliviar el dolor, utiliza alguno de los siguientes aceites esenciales en un baño: manzanilla, lavanda o romero para reducir la inflamación, y pimienta negra, jengibre, o eucalipto para estimular el flujo sanguíneo a los músculos.
Para eliminar toxinas, utiliza melisa o enebro. Añádelas a un aceite base y utilízalo para un masaje linfático.
Para reducir el estrés prueba diversas esencias hasta encontrar varias que te gusten y úsalas alternando entre ellas para impedir la habituación. El mejor modo de usarlas para este fin es mediante un difusor. Puedes empezar con los aceites esenciales de lavanda, manzanilla, jazmín o rosa.
Hidroterapia
El agua caliente puede servir de gran ayuda para las personas con fibromialgia. Toma una ducha caliente por las mañanas, cuando el dolor suele ser más intenso.
Por la noche, si tienes problemas para dormir, date un baño caliente antes de irte a la cama. Una sauna o compresas calientes son también un buen modo de relajar los músculos.
Acupresión
Punto 3 de hígado: para relajar los músculos doloridos.
Punto 17 de vaso concepción: alivia la depresión y la ansiedad y estimula el sistema inmunitario.
Punto 36 de estómago: mejora la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes. Ayuda en casos de problemas digestivos y síndrome del intestino irritable.
Punto 6 de pericardio: alivia la ansiedad, palpitaciones e indigestión.
Punto 38 de vejiga: alivia la tensión y facilita el sueño.