Autora: Ana Muñoz


En un ojo sano, el fluido se produce y se elimina simultáneamente. Si el fluido no drena adecuadamente, se acumula haciendo aumentar la presión en el nervio óptico, la retina y el cristalino. Esta presión puede dañar o incluso destruir por completo la retina y el nervio óptico.

En el glaucoma de ángulo abierto el fluido drena muy lentamente, produciéndose un aumento de la presión que no produce síntomas al principio, pero conforme la enfermedad progresa aparece un estrechamiento de la visión periférica, dolor de cabeza leve y problemas visuales vagos, como ver un halo alrededor de las luces o tener problemas para adaptarse a la oscuridad. En algún momento, puede desarrollarse una visión en túnel. Este tipo de glaucoma es el más común.

En el glaucoma de ángulo cerrado, el aumento de presión se produce con rapidez y causa un intenso dolor en un ojo, con dolor de cabeza y problema de visión. El globo ocular está duro al tacto y el dolor puede ser tan severo que cause náuseas y vómitos. Los párpados se inflaman y el ojo está rojo y acuoso.

El glaucoma debe recibir atención médica inmediata. El daño causado en el ojo no puede recuperarse pero puede disminuirse el progreso de la enfermedad.

Parece que no existe una sola causa del glaucoma, sino que existen una variedad de factores que intervienen en su desarrollo. Para prevenirlo y para tratarlo es necesario recibir un tratamiento médico convencional, así como utilizar terapias naturales para reducir los niveles de toxinas en el cuerpo, tomar alimentos que favorezcan la salud ocular, corregir las deficiencias nutricionales asociadas con el glaucoma, mejorar la digestión, evitar medicamentos que predispongan al glaucoma y reducir el estrés.

Alimentación

Haz una alimentación rica en cereales integrales y frutas y verduras frescas. Toma abundantes verduras y frutas de color amarillo, naranja y verduras de hoja verde. Toma zumos hechos en casa a base de estas y otras frutas y verduras varias veces al día.

El bioflavonoide antocianidina combate los radicales libres y y ayuda a mantener sano el colágeno que rodea al ojo. Los arándanos y las cerezas son buenas fuentes.

Bebe un vaso de agua cada dos horas para ayudar a eliminar toxinas y para mantener flexibles los tejidos del ojo. Distribuye tu consumo de agua y otros líquidos de manera uniforme a lo largo del día para no aumentar la presión en el ojo.

El aceite de pescado ayuda a reducir la presión en el ojo. Toma pescados grasos (pescado azul) como salmón, caballa y atún dos o tres veces a la semana.

El cromo y el magnesio tienen efectos beneficiosos sobre el glaucoma. La mejor fuente de cromo es la levadura de cerveza. El magnesio se encuentra en el alga kelp, verduras de hoja verde, manzanas, y aceites de sésamo y cártamo.

En algunas ocasiones, una alergia alimenticia puede ser la responsable de la retención de fluido en el ojo. Determina si tienes alguna. Si el consumo de ciertos alimentos hace que tus ojos estén irritados, rojos, o doloridos, evita ese alimento completamente.

La cafeína reduce el flujo sanguíneo al ojo, así que evita el café, el chocolate el té y otros productos con cafeína.

Un hígado cargado de toxinas puede estar relacionado con problemas oculares. Evita el alcohol, pues sobrecarga excesivamente el hígado.

Aromaterapia

El estrés es un factor desencadenante del glaucoma agudo y puede ser un factor contribuyente en el glaucoma crónico. Diversos aceites esenciales pueden ayudarte a relajar la tensión y la ansiedad.

Entre ellos se encuentran los siguientes: rosa, jazmín, lavanda, bergamota, madera de sándalo, ylang ylang. Elige varios aceites y úsalos de forma alternada, pues de lo contrario te habituarás y perderán su efecto. Puedes usarlo en un baño, difusor, masaje, etc.

Hierbas y suplementos

Aceite de pescado

Toma una fórmula que contenga una dosis diaria de 600 mg de EPA y 400 mg de DHA. Produce una reducción significativa de la presión ocular.

Magnesio

Relaja las paredes de los vasos sanguíneos y mejora el aporte de sangre a los ojos. Toma 250 mg dos veces al día.

Vitamina C

Reduce la presión ocular. Toma 1000 mg de dos a cuatro veces al día.

Arándano (Vaccinium myrtillus)

Mejor el flujo sanguíneo y contiene flavonoides que favorecen la estructura del ojo y su funcionamiento. Toma 160 mg dos veces al día de un extracto que contenga un 25% de antocianósidos.

Ácido alfa lipoico

Es un antioxidante que mejora la visión en algunas personas con esta enfermedad. Toma 100 mg dos veces al día.

Ginkgo biloba

Sirve de ayuda para el glaucoma. Mejora el flujo sanguíneo y contiene flavonoides que favorecen la estructura del ojo y su funcionamiento. Toma 60 mg tres veces al día.

Cromo

Es muy importante que las personas con diabetes para mejorar el equilibrio de glucosa y prevenir el glaucoma. Toma de 250 a 500 mcg dos veces al día.

Acupresión

Los siguientes puntos son importantes sobre todo para personas que usan mucho los ojos y padecen estrés ocular.

Punto 3 de estómago. Para aliviar la presión en los ojos.

Punto 10 de vejiga. Para calmar los ojos que están rojos y cansados por el estrés.

Puntos 3 y 4 de intestino grueso. Para mejorar el flujo sanguíneo a la cabeza y los ojos.