Autora: Ana Muñoz


La culebrilla o herpes zóster es una enfermedad causada por el mismo virus que provoca la varicela. Una vez que has tenido y superado esta enfermedad, el virus no abandona tu cuerpo, sino que sigue ahí, en un estado latente e inactivo en los nervios situados cerca de la espina dorsal, donde suele permanecer toda la vida.

No obstante, en ocasiones, el virus se reactiva, ocasionando síntomas más severos. La enfermedad comienza con un aumento de la sensibilidad de una zona a lo largo de varios nervios, generalmente en el costado o la cara. Puede también aparecer fiebre. Después, esta zona se va volviendo intensamente dolorosa y aparece una erupción en la piel o pequeñas ampollas. Después de dos o tres semanas, estas ampollas llenas de líquido, se vuelven de un color amarillento y forman costras. Finalmente, las costras caen, pudiendo dejar cicatrices.

El dolor en los nervios causado por esta enfermedad puede ser agonizante. La persona afectada no soporta el más ligero contacto y puede ser incapaz de realizar actividades simples como ducharse. Este dolor suele desaparecer cuando las ampollas se secan y caen, aunque en raros casos, el dolor permanece durante meses o años.

Esta reactivación del virus suele producirse cuando el sistema inmunitario está debilitado. Personas con tratamientos agresivos para el cáncer o personas bajo un estrés emocional severo, tienen un mayor riesgo de padecer esta enfermedad, así como personas con SIDA o lupus.

La mayoría de las personas se acaban recuperando completamente, aunque durante el curso de la enfermedad debes hacerte revisiones médicas con frecuencia para asegurarte de que el virus no se extiende a los ojos u órganos internos, donde puede causar estragos. A veces, el virus puede producir neumonía o infecciones secundarias. Las medicinas alternativas pueden ayudarte a estimular tu sistema inmunitario y a reducir la necesidad de tratamientos convencionales agresivos.

Alimentación

Dado que durante esta enfermedad se está viendo afectado tu sistema nervioso, toma alimentos ricos en vitamina B, como levadura de cerveza, germen de trigo, cereales integrales o huevos.

Toma vegetales de color naranja, verde o amarillo, pues son ricos en vitaminas A y C, que ayudarán a tu piel a recuperarse con más rapidez de la inflamación y las ampollas.

Las verduras de hoja verde son ricas en calcio y magnesio, que te ayudarán a sanar las terminaciones nerviosas.

Evita alimentos como la carne roja, los fritos o el chocolate y no bebas bebidas carbonatadas de ningún tipo ni bebidas que contenga cafeína, como el café o el té.

El azúcar deprime el sistema inmunitario; por tanto, evita los productos ricos en azúcar refinada, como dulces, galletas, bollería, refrescos, etc. Toma con moderación también los azúcares naturales, como la miel y la fructosa (que se encuentra en la fruta). Por tanto, toma fruta con moderación, pero toma abundante verdura para estar bien nutrido.

Detoxificación

Haz un ayuno de tres días a base de zumos de verduras para eliminar toxinas de tu organismo. Incluye algas como espirulina y chlorella, zumo de arándanos (natural y sin azúcar añadido) y caldos de miso.

Hierbas y suplementos

Capsaicina en crema. Sirve para bloquear el dolor. Utiliza una crema que tenga entre un 0,025 y un 0,075 de extracto de capsaicina. Aplícala en la zona afectada de dos a cuatro veces al día. Al aplicar esta crema puedes notar una sensación quemante o punzante durante los primeros días, pero el dolor desaparecerá.

Extracto de hojas de olivo (Olea europea). Las hojas del olivo tienen un potente efecto antiviral. Toma 500 mg cuatro veces al día.

Echinacea. Fortalece el sistema inmunitario y tiene un efecto antiviral. Toma 500 mg cuatro veces al día.

Vitamina B12. Reduce el dolor y ayuda al cuerpo a recuperarse más rápidamente. Haz que tu médico te inyecte 1 cc al día durante 5 días; luego, dos veces a la semana.

Vitamina C. Para apoyar tu sistema inmunitario, toma 1000 mg cuatro veces al día. Reduce la dosis se aparece diarrea.

Vitamina E. Para tratar la neuralgia postherpética, toma de 1200 a 1600 UI al día. Para prevenir una neuralgia, toma 400 UI al día. También puedes aplicar en la zona afectada aceite de vitamina E.

Homeopatía

Se recomienda consultar con un especialista para la correcta selección y administración de los remedios homeopáticos. Entre los más utilizados se encuentran los siguientes:

Arsenicum album. Dolor ardiente y picor que mejora con aplicaciones calientes. Los síntomas empeoran entre la media noche y las 2 de la mañana. La persona se siente ansiosa en inquieta, con frío.

Apis mellifica. Dolor ardiente y punzante que mejora con aplicaciones frías y empeora con el calor.

Iris versicolor. Cuando el herpes se acompaña de problemas estomacales, con náuseas y ardor. Las erupciones suelen aparecer en el lado derecho del abdomen.

Mezereum. Sensación ardiente seguida de erupciones de color rojo brillante que pican intensamente. El dolor se alivia con aplicaciones frías y empeora con aplicaciones calientes.

Ranunculos bulbosus. Cuando se ve afectada la parte delantera o posterior de la caja torácica,

Rhus toxicodendron. Es el medicamento principal para el herpes zóster. Dolor ardiente que mejora con aplicaciones calientes. La erupción pica y se forman ampollas.

Sulphur. Dolor ardiente que mejora con aplicaciones frías y empeora con el calor. La persona es calurosa y desea bebidas heladas.

Variolinum. Estimula el sistema inmunitario para combatir el virus del herpes. Puede utilizarse junto con alguno de los remedios mencionados anteriormente para una curación más rápida.