Autora: Ana Muñoz
El maltrato infantil suele dividirse en cuatro tipos principales (abuso físico, negligencia, abuso emocional y abuso sexual). En muchas ocasiones, los cuatro tipos de maltrato se dan de forma combinada. Por ejemplo, un niño víctima de maltrato físico o sexual, suele estar siendo también maltratado emocionalmente o puede estar sometido a un trato negligente.
Signos de maltrato en niños
Signos generales
- En el niño/a
- Cambios repentinos en su rendimiento en el colegio o en su comportamiento sin motivo aparente.
- Cansancio o apatía (como quedarse dormido en clase).
- No ha recibido atención para problemas físicos o médicos.
- Tiene problemas de aprendizaje que no pueden atribuirse a causas físicas o psicológicas concretas.
- Conductas agresivas o rabietas persistentes.
- Se muestra hostil, presenta conductas antisociales (hurto, vandalismo).
- Suele estar siempre alerta.
- No tiene supervisión adulta.
- Es excesivamente complaciente, demasiado responsable.
- Llega al colegio muy temprano, se va muy tarde o no quiere irse a casa.
- Después del fin de semana vuelve al colegio más triste, sucio, etc.
- Depresión, intento de suicidio.
- Muestra poco interés y motivación por las tareas escolares.
- Presenta dolores frecuentes sin causa aparente.
- Problemas alimenticios (come mucho o tiene pérdida de apetito).
- En el padre o madre
- En función del tipo de maltrato al que esté sometido el niño, pueden darse algunos de los siguientes signos:
- Muestra poca preocupación por el niño/a y no suele acudir a entrevistas con los profesores, reuniones, etc.
- Niega la existencia de problemas o culpa al niño de ellos.
- Pide a los profesores que sean duros con el niño o le administren castigos físicos.
- Ve al niño como una carga, o como alguien sin ningún valor. Lo desprecia en público.
- Considera que su hijo es de su propiedad y puede hacer con él lo que quiera.
- Exige un nivel de perfección o rendimiento que el niño no puede alcanzar.
- Busca en el niño la satisfacción de sus propias necesidades, cuidado o atención.
- Los padres están siempre fuera de casa o dicen no tener tiempo para el niño.
- Compensan con bienes materiales la falta de relación afectiva con sus hijos.
- Abusan de sustancias (drogas, alcohol).Tratan de forma desigual a los hermanos.
- Utilizan una disciplina rígida y autoritaria. A menudo usan una disciplina inapropiada para la edad del niño.
- Son celosos y excesivamente protectores.
- Se inmiscuyen demasiado en las actividades del niño, no le dejan desarrollar su personalidad o identidad o tomar sus decisiones. Pretenden dirigirlo de manera excesiva.