Autora: Ana Muñoz
Asistir a un centro de preescolar puede ser de gran utilidad para un niño. En estos centros los niños exploran un mundo diferente al de casa y pueden elegir ente actividades que se ajustan a sus capacidades y sus gustos. A través de esas actividades experimentan el éxito que les da confianza y autoestima.
Un buen centro de preescolar aporta a los niños experiencias que les permiten aprender haciendo cosas y divirtiéndose, estimula sus sentidos a través del arte, la música y materiales manejables como pintura, arcilla, madera, etc. y los anima a hablar, crear y resolver problemas. Estas actividades son la base del funcionamiento intelectual avanzado.
Algunos padres insisten en llevar a sus hijos a centros que se centran más en actividades de tipo académico, como la lectura, la escritura y las matemáticas. No obstante, los únicos niños que se benefician de la educación temprana son los de familias con escasos recursos. Para el resto, es preferible un centro de preescolar más relajado, donde los niños jueguen y se diviertan.
Los niños de centros preescolares de tipo académico son más ansiosos a la hora de realizar exámenes, menos creativos y con ideas más negativas acerca del colegio y tienen más problemas de comportamiento. En la adolescencia, muchos de estos niños pierden el interés en la escuela y el aprendizaje y presentan más problemas emocionales y sociales, como vandalismo y delincuencia.
Por tanto, un centro de preescolar debe ser un lugar que el niño considere divertido y agradable, pues de ese modo aprende a ver el aprendizaje y la escuela de un modo positivo, y aprende a considerarse capaz y competente, al verse expuesto a la realización de actividades en las que tiene éxito.
Es cierto que a muchos niños de 5 años de edad y más pequeños se les puede enseñar que dos y dos son cuatro, o que a niños de nueve meses se les puede enseñar a reconocer palabras impresas en tarjetas brillantes, pero a menos que la motivación para hacer esto surja de ellos o que este tipo de aprendizaje surja de forma natural de su experiencia, lo mejor que puede hacer un niño de esta edad es jugar, que es lo verdaderamente importante a esta edad para su desarrollo.