Autora: Ana Muñoz
¿Qué es la fecundación?
La fecundación es el proceso mediante el cual el óvulo y el espermatozoide se fusionan para formar una sola célula llamada cigoto. Tiene mayor probabilidad de ocurrir entre los días 9 y 16 después del comienzo del periodo menstrual de una mujer.
Una niña recién nacida posee ya al nacer todos los óvulos de que dispondrá en su vida (cerca de 400.000)
La ovulación se produce cuando un folículo del ovario se rompe y expulsa un óvulo. Generalmente, tiene lugar cada 28 días. Este óvulo avanza a través de la trompa de Falopio hasta el útero. Por lo general, la fecundación se produce durante el espacio de tiempo que tarda el óvulo en pasar a través de la trompa de Falopio.
El espermatozoide es una de las células más pequeñas del organismo. Se producen en los testículos de un hombre a una tasa de varios cientos de millones cada día y son eyaculados con el semen durante el clímax sexual. En una eyaculación salen alrededor de 500 millones de espermatozoides.
Para que se produzca la fecundación, deben entrar al menos 20 millones de espermatozoides al cuerpo de la mujer de una sola vez. Cuando entran en la vagina, los espermatozoides tratan de nadar a través del cuello cervical (la entrada del útero) y de las trompas de Falopio, pero sólo una mínima parte logra este objetivo.
El descubrimiento de receptores de olor (como los presentes en la nariz) en los espermatozoides, sugiere que son capaces de localizar el óvulo por su olor. Más de un espermatozoide penetra el óvulo, pero sólo uno puede fecundarlo.
Si no se produce la fecundación, el óvulo y los espermatozoides mueren. Los glóbulos blancos de la mujer destruyen los espermatozoides muertos, mientras que el óvulo es expulsado por la vagina.
Si el óvulo y el espermatozoide se unen forman una nueva vida a la que transfieren su material genético.
Genes y cromosomas
Todas las células del cuerpo, excepto las células sexuales o gametos (óvulo y espermatozoide), tienen 23 pares de estructuras (46 en total) llamadas cromosomas. Los cromosomas contienen todo el material genético que pasa de padres a hijos.
No obstante, el óvulo y el espermatozoide solo tienen la mitad; es decir, tienen 23 cromosomas (un solo miembro de cada par). Mediante un complejo proceso de división llamado meiosis, los gametos han perdido la otra mitad de sus cromosomas.
Cuando los gametos (el óvulo y el espermatozoide) se fusionan durante la fecundación, formarán un cigoto con 46 cromosomas (la mitad procedente del óvulo y la otra mitad procedente del espermatozoide).
Debido al complejo proceso de la división por meiosis, el material genético que cada padre o madre aporta será diferente para cada hijo.
Tras haberse formado el cigoto, comienza a dividirse mediante un proceso llamado mitosis (se divide en dos una y otra vez) hasta formar el embrión. Cada división crea un duplicado de la célula original con la misma información genética básica y continúa conservando los 46 cromosomas.
Cada cromosoma contiene miles de segmentos llamados genes. Cada célula del cuerpo tiene unos 100.000 genes formados por ADN (ácido desoxirribonucleico). Los genes (el ADN) se encargan de transmitir a las células las instrucciones que les dicen cómo producir las proteínas que les permiten llevar a cabo todas las funciones del cuerpo.
¿Qué determina el sexo de los embriones?
Por lo general, es el espermatozoide el que determina el sexo del embrión.
Durante la concepción, los 23 cromosomas del óvulo se unen con los 23 cromosomas del espermatozoide para formar 23 pares. 22 de estos pares reciben el nombre de autosomas (cromosomas que no están relacionados con la expresión sexual). El par 23 corresponde a los cromosomas sexuales, que determinan el sexo del bebé.
El cromosoma sexual de cada óvulo de la madre es siempre un cromosoma X, mientras que el espermatozoide del padre, puede llevar un cromosoma X o un cromosoma Y. Si el óvulo es fecundado por un espermatozoide portador de un cromosoma X, el cigoto formado es XX (de sexo femenino), mientras que si el espermatozoide es portador de un cromosoma Y, el resultado será un cigoto XY, es decir, de sexo masculino.
Si no ocurre nada más que esto, el embrión desarrollará características sexuales femeninas (será una mujer). Para que desarrollen características sexuales masculinas deben ocurrir una serie de acontecimientos durante la octava semana del embarazo. En este momento, los órganos sexuales del embrión masculino (XY) comenzarán a producir testosterona (hormona masculina). Esta exposición del embrión masculino a altos y continuados niveles de testosterona es lo que dará lugar a la formación del cuerpo masculino, con las características sexuales masculinas.
Sin esta exposición continuada a la testosterona, aunque un embrión tenga una carga genética XY, desarrollará características sexuales femeninas.
Diferencias sexuales
Se conciben entre 120 y 170 hombres por cada 100 mujeres, pero como existe mayor probabilidad de aborto espontáneo de varones o de que nazcan muertos, sólo llegan a nacer 106 hombres por cada 100 mujeres.
El nacimiento de los niños suele tardar, en promedio, una hora más que el de las niñas. Esta es una de las principales razones por las cuales los niños tienen más defectos al nacer que las niñas.
Además, mueren más hombres que mujeres en las etapas tempranas de la vida y los hombres son más susceptibles de padecer enfermedades a cualquier edad. Por este motivo, en Estados Unidos, por ejemplo, solo hay 95 hombres por cada 100 mujeres.
¿Por qué los hombres son más vulnerables?
La respuesta a esta pregunta no está del todo clara. Puede ser debido a que los cigotos comienzan con una estructura corporal femenina, de modo que los embriones masculinos requieren más alteraciones que los femeninos para llegar a formar un cuerpo masculino.
Otra explicación es que los cromosomas X puedan contener genes que protejan a las mujeres, que el cromosoma Y contenga genes peligrosos o que existan mecanismos diferentes entre los sexos que dan inmunidad ante diversas infecciones y enfermedades.