Autora: Ana Muñoz
Cuando los padres muestran interés por sus hijos, éstos suelen obtener mejores resultados en sus estudios. Los padres que muestran interés tratan de asistir a todas las reuniones con los profesores y tienen tiempo para hablar con sus hijos todos los días, ya sea a la hora del almuerzo o cuando sus horarios lo permitan.
La relación entre padres e hijos es de interés y cuidado, a pesar de que puede haber conflictos ocasionales. Los padres resuelven los desacuerdos de modos democráticos.
Los estudiantes con mejores resultados tienen padres más comprometidos, demuestran interés y preocupación por el trabajo de sus hijos, se interesan en su nivel de estudios y toman en serio a sus hijos tanto dentro como fuera de la escuela. Los adolescentes responden positivamente a este interés.
Sobre todo resulta especialmente importante el comportamiento del padre. Cuando más involucrado esté, mejores serán los resultados escolares de sus hijos.
Relaciones con los padres
Los adolescentes que se llevan bien con los padres tienden a lograr mejores resultados en la escuela y a comportarse mejor.
Cuando los padres son conflictivos, los hijos tienen más problemas de comportamiento. Los hijos de madres deprimidas también presentaron una mayor tendencia a los problemas; en cambio, no es así cuando el deprimido es el padre.
Los conflictos con el padre tienen un mayor impacto en los hijos que los conflictos con la madre. Los conflictos con la madre no afectan al desempeño escolar, pero los estudiantes que no se llevan bien con el padre obtienen peores resultados en la escuela. Las relaciones entre ambos padres no afectaron a los resultados escolares de los hijos (Forehand, Long, Brody y Fauber, 1986).
Para responder a la pregunta de por qué los conflictos con el padre afectan más a los hijos que los conflictos con la madre se han planteado varias respuestas:
1. Posiblemente los adolescentes riñen más a menudo con la madre por cosas rutinarias que los adolescentes no toman en serio, mientras que los conflictos con los padres pueden ser sobre temas importantes o tienen un mayor impacto porque son menos frecuentes.
2. Tal vez la madre pueda seguir manteniendo la cercanía con los hijos, sin rechazarlos a pesar de estar disgustada con ellos.
3. Cuando los estudiantes tienen malos resultados en clase, el padre puede involucrarse más tratando de supervisar el trabajo o comportamiento del hijo, lo cual crea más conflictos.
Estilos de paternidad
El estilo de paternidad o crianza ejerce una influencia en el logro académico de los hijos. Estos estilos se han clasificado en tres grupos:
Estilo democrático
Estos padres les dicen a los adolescentes que tengan en cuenta ambos lados de un asunto, admiten que en ocasiones los hijos saben más que los padres, hablan sobre política y permiten la participación de los hijos en las decisiones familiares. Los hijos reciben premios y libertad si obtienen buenos resultados en los estudios. Si obtienen malos resultados los estimulan para que se esfuercen más, les ofrecen ayuda y les dejan menos libertad
Estilo autoritario
Los padres autoritarios les dicen a los adolescentes que no discutan o cuestionen a los adultos y que son muy jóvenes y aún no saben nada. Cuando sus hijos obtienen buenos resultados les hacen recomendaciones para mejorar aún más, y si obtienen malos resultados se alteran y los sancionan dándoles menos dinero
Estilo permisivo
Son padres que no se interesan en los resultados de los estudios de sus hijos, no fijan reglas para ver la televisión, no asisten a las reuniones con los profesores, no ayudan a sus hijos ni revisan sus tareas. Algunos son negligentes y descuidan a sus hijos, otros pueden ser cariñosos y estar interesados en ellos, pero están convencidos de que sus hijos son responsables de su propia vida.
Los hijos de padres democráticos son los que obtiene mayores logros en la escuela, mientras que los hijos de padres autoritarios y permisivos obtienen calificaciones más bajas.
La inconsistencia en el comportamiento de los padres está asociada con los resultados más bajos. Esto es debido a que los niños no saben qué esperar de sus padres y se vuelven ansiosos o se concentran menos en su trabajo escolar.