Autora: Ana Muñoz


1. El desarrollo del bebé

En el tercer mes, las molestias típicas del embarazo están en su máximo apogeo: náuseas, vómitos, cansancio, deseos de orinar, hambre. Por suerte, esto no durará todo el embarazado, sino que empezarás a sentirte bastante bien en el segundo trimestre.

Tu bebé empieza este mes midiendo unos 2,5 cm y lo acaba con un tamaño de unos 7,5. Durante este mes va tomando una forma mucho más humana.

En la semana 9 la cola embrionaria empieza a desaparecer. La cabeza es muy grande y abultada en la frente y carece de cuello. Los dedos de manos y pies están mucho más formados y comienzan a formarse los folículos pilosos y los pezones.

En esta semana se forman el ano, la vesícula biliar, los conductos biliares y el páncreas y se están formando los intestinos. Los ovarios o testículos empiezan a desarrollarse, aunque no los órganos genitales externos. Puede empezar a hacer algún movimiento pero aún no podrás notarlo.

En la semana 10 empiezan a formarse los órganos vitales. La cola embrionaria ha desaparecido del todo y los dedos están completamente formados y separados (antes los unía una membrana, como los dedos de los patos). Las orejas comienzan a tener forma de orejas y el cerebro crece con una gran rapidez. Si es de sexo masculino, comenzará a producir testosterona en esta semana.

En la semana 11 empiezan a formarse los órganos sexuales externos y pronto podrán reconocerse.

En la semana 12 la cara se va volviendo más definida y más humana. Aparecen también las uñas de los dedos y su corazón puede empezar a latir un poco más deprisa que en las semanas anteriores.

 

Embrión de unas 10 semanas (autor: Lunar caustic)

2. Los cambios en el cuerpo de la mujer

Es en este tercer mes cuando las molestias típicas del inicio del embarazo (como las náuseas y vómitos, deseo frecuente de orinar o fatiga) suelen ser más intensas. Pero no durarán todo el embarazo.

Aunque tu cuerpo continua produciendo hormonas, la placenta empieza a producir más estrógenos y progesterona de lo que lo hacen tus ovarios. Este aumento de la producción de hormonas puede ser el responsable de las náuseas, vómitos, mareos, dolores de cabeza, molestias en los pechos, insomnio y sueños especialmente vívidos.

Dado que sigue aumentando tu volumen de sangre, los síntomas como cansancio, mareos o dolores de cabeza continúan o incluso aumentan y tu corazón late rápido y con fuerza.

El útero sigue expandiéndose, aunque todavía no ha aumentado lo suficiente como para que los demás noten que estás embarazada. Todavía cabe dentro de tu pelvis, de manera que comprime la vejiga y hace que sientas deseo de orinar con frecuencia. Al final de este mes, el útero se habrá expandido ya fuera del hueco de la pelvis y la presión sobre la vejiga disminuirá.

Los ligamentos que sostienen el útero se están estirando para ajustarse al aumento de tamaño del útero. Esto puede hacer que tengas calambres, que sentirás como un dolor agudo en la parte baja del abdomen, especialmente con algún movimiento brusco. No son peligrosos.

Las glándulas mamarias continúan desarrollándose gracias a la acción de los estrógenos y progesterona y hacen que sientas los pechos llenos, pesados y doloridos. La areola que rodea al pezón se vuelve más grande y oscura.

La retención de líquido que se produce durante el embarazo puede hacer que las córneas de tus ojos se vuelvan más gruesas. Además, la presión en el interior del ojo disminuye un 10%. Estas dos cosas pueden hacer que tu visión sea un poco borrosa, aunque volverá a ser normal después de dar a luz.

Pero no todos los signos del embarazo son negativos. El aumento del flujo sanguíneo hará también que tu piel parezca más atractiva y con más color. Además, el incremento en la producción de hormonas traerá consigo también un aumento de la grasa facial, lo que le dará un aspecto más hidratado y luminoso a tu cara. Es decir, te verás más atractiva al mirarte al espejo.