Autora: Ana Muñoz


La estabilidad emocional es uno de los cinco grandes factores de personalidad y es lo opuesto a lo que suele llamarse neuroticismo o inestabilidad emocional.

La estabilidad emocional es uno de los factores de personalidad más importantes. Explica la tendencia de algunas personas a ser más vulnerables ante problemas de depresión y ansiedad cuando se encuentran con situaciones estresantes y se ha relacionado con una mayor o menor satisfacción en las diversas áreas de la vida, así como con la capacidad de manejar la propia vida en general.
La mayoría de las personas suelen situarse en un nivel intermedio en un continuo que va desde una alta estabilidad emocional hasta un alto grado de neuroticismo o inestabilidad emocional.

Aunque el grado de estabilidad emocional de una persona suele mantenerse constante a lo largo del tiempo, no es raro que haya etapas de mayor o menor estabilidad, en función de las experiencias vividas y el estrés al que una persona se encuentre sometida.

Alta estabilidad emocional

Las personas con una alta estabilidad emocional tienen un mayor control de sus emociones y no se ven afectadas con facilidad por los problemas o reveses de la vida. Sus emociones son más estables, no presentan síntomas neuróticos ni hipocondríacos, tienen un enfoque realista de la vida, son pacientes, tranquilas, perseverantes y confiables. Son personas emocionalmente maduras y estables, con una buena capacidad para manejar sus emociones y planear su vida, resistir sus impulsos y funcionar de una manera flexible y a la vez controlada. Saben afrontar la realidad sin huir de ella.

Aunque puedan sentirse mal de vez en cuando, por lo general suelen estar libres de emociones negativas persistentes. Cuando experimentan un nivel de estrés considerable y, por tanto, emociones negativas más intensas, son también capaces de controlarlas sin dejarse llevar por ellas y reponerse con facilidad, dejando atrás el pasado.

Las personas con alta estabilidad emocional toleran bien el estrés de la vida, los problemas y dificultades sin sentirse especialmente ansiosas, tensas, enfadas, tristes o indefensas, siendo capaces de mantener la compostura en estas situaciones.

Baja estabilidad emocional (neuroticismo)

La persona con una baja estabilidad emocional tolera muy mal la frustración o el estrés. No es capaz de funcionar bien cuando las condiciones de su vida no son totalmente satisfactorias y ante los reveses, dificultades, imprevistos o frustraciones de la vida diaria reacciona con inestabilidad e intensas emociones negativas, como ansiedad, tristeza, ira, culpa, etc. Es una persona inmadura, preocupada, impulsiva, descuidada, impaciente, ansiosa y poco digna de confianza.

Se trata de personas volubles, que intentan evadir y negar la realidad y presentan síntomas neuróticos como fobias problemas de ansiedad, alteraciones del sueño quejas somáticas, etc. Son inestables en sus actitudes e intereses, se ven fácilmente turbadas y tienden a darse por vencidas con facilidad. Pueden tener miedos irracionales, sienten emociones negativas con frecuencia, guardan resentimiento hacia los demás, no olvidan con facilidad los sucesos negativos y se ven afectadas por ellos en gran medida. Estas personas suelen tener dificultades para adaptarse a la vida en sus diversos aspectos; les cuesta afrontar el estrés, tomar decisiones o resolver problemas, pues se sienten abrumadas por ellos con facilidad.

Las personas emocionalmente inestables tienen una mayor probabilidad de ver las situaciones ordinarias como amenazantes y las pequeñas frustraciones de la vida diaria las interpretan como terriblemente difíciles, irresolubles o catastróficas. Sus reacciones emocionales negativas tienden a persistir durante mucho tiempo, lo que significan que experimentan dichas emociones gran parte del tiempo.

Estabilidad emocional y felicidad

Aunque en el pasado se pensaba que la extraversión estaba más relacionada con la felicidad y la satisfacción en la vida, se ha visto que, en realidad, el nivel de extravesión/introvesión de una persona no es tan importante en este sentido como lo es el nivel de estabilidad emocional. Las personas con una mayor estabilidad emocional son más felices y se sienten más satisfechas con sus vidas en general.

Qué puedes hacer para aumentar tu estabilidad emocional

En primer lugar, vuelve a leer la descripción que hago más arriba de las características de las personas con baja estabilidad emocional (o alto neuroticismo) y anota aquellas que te definan a ti (puedes llamarla la lista del cambio). Por ejemplo, podrías escribir cosas como:

- No tolero bien la frustración y reacciono con ira cuando algo me frustra.
- Tiendo a preocuparme mucho por cualquier problema, aunque sea pequeño.
- No persevero en las cosas, sino que me doy por vencido/a con facilidad en cuanto aparece alguna dificultad.
- Etc.

Cuando hayas terminado tu lista del cambio, tendrás una lista de tus puntos débiles. Son las cosas que tienes que empezar a cambiar. Luego elige una de ellas (la que consideres más fácil de cambiar) y piensa todo lo que puedes hacer para cambiar en ese aspecto:
Ten en cuenta que el cambio debe hacerse a tres niveles:

1. Pensamiento
2. Comportamiento
3. Emociones

Es decir, todo lo que has anotado en tu lista está compuesto por pensamientos, emociones y comportamientos. Lo que debes hacer es conocer cuáles son y anotarlos. Para ello, recuerda varias ocasiones en las que hayas reaccionado de manera neurótica y pregúntate: ¿qué pienso en esta situación? ¿Qué siento? ¿Qué hago?

Por ejemplo, si nos centramos en la primera frase (“No tolero bien la frustración y reacciono con ira cuando algo me frustra”), es posible que, en estas situaciones, pienses algo como: “No lo puedo soportar, es horrible, por qué las cosas no pueden salir bien, por qué me sale todo mal, por qué todo es tan difícil, esto es horroroso, es injusto, es un asco…” Este pensamiento tan catastrofista, puede llevarte con facilidad a sentir emociones intensas como, por ejemplo, ira. Al mismo tiempo, te llevará a comportarte de un modo determinado: por ejemplo, rompes lo que estabas haciendo, golpeas los muebles, abandonas y te vas, etc. Por tanto, anota estas tres cosas (pensamientos, emociones y comportamiento) del modo más detallado posible.

El siguiente paso, consiste en cambiar esos tres aspectos. Puedes empezar por cambiar tu pensamiento para hacerlo más realista y moderado. Para ello, lee primero el artículo Errores que cometemos al pensar.

Siguiendo el ejemplo anterior, puedes pensar cosas como: “Vale, no es tan terrible, solo es un problema, puedo solucionarlo, la vida nos trae problemas de vez en cuando, es normal, no es tan horrible como parece, solo tengo que mantener la calma y centrarme en solucionarlo, no pasa nada, no es tan grave...”. Este pensamiento ejercerá un efecto inmediato en tus emociones y te ayudará a calmarte.

También puedes influir directamente en tus emociones. Para ello, lo mejor es recurrir a técnicas basada en mindfulness. Por ejemplo, una técnica muy efectiva consiste en respirar hondo e imaginar tu frustración con una forma determinada que sirva para representártela visualmente (por ejemplo, como una bola ardiente, o lo que se te ocurra). Imagínala con detalle (una bola pulsante, llameante, caliente, burbujeante…). Luego imagina que va cambiando de forma y tamaño (por ejemplo, se va enfriando, se va volviendo azul, apagando, se hace más pequeña, etc,) y luego se eleva por el aire y se va a alejando de ti cada vez mas hasta desaparecer. Esta y otras técnicas similares te ayudarán a calmarte.

Por último, céntrate en tu comportamiento e intenta pensar en formas alternativas de comportarte. Por ejemplo: “La próxima vez que me pase esto, primero me tomaré un descanso, luego cambiaré mi pensamiento por otro más realista y constructivo y usaré técnicas para cambiar mis emociones y calmarme, y luego pensaré en los pasos que tengo que dar para solucionar el problema”.

Por tanto, se trata de analizar todo tu comportamiento y poner por escrito todas las cosas que vas a hacer para cambiar: cómo te vas a comportar y qué vas a pensar cuando vuelvas a encontrarte en una situación similar. Después, tendrás que practicar durante el tiempo que haga falta hasta lograrlo. Una vez conseguido, podrás poner una marca de “Superado” en tu lista del cambio.

Después, continúa con el siguiente punto de tu lista. Poco a poco, podrás ir haciendo cambios para mejor que, además, tendrán un efecto muy positivo en tu autoestima porque te servirán para darte cuenta de que tienes más control del que crees sobre tu estabilidad emocional.

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