Autora: Ana Muñoz
El colesterol es una grasa que se encuentra de forma natural en todas las células del cuerpo y es esencial para el funcionamiento normal del organismo. El cuerpo produce la mayor parte del colesterol que necesita en el hígado. Sin embargo, también se obtiene de alimentos de origen animal, como carne, huevos y productos lácteos. El cuerpo da prioridad a la producción endógena para cubrir las necesidades y ajusta esta síntesis según la cantidad de colesterol absorbido a través de la alimentación.
El colesterol es tan importante que el cuerpo puede crear colesterol a partir de cualquier cosa: grasas, carbohidratos o proteínas. De hecho, la vida sin colesterol sería imposible, ya que el colesterol aporta firmeza a las membranas celulares y evita que se deshagan. Incluso si sigues una dieta completamente libre de colesterol, como hacen los veganos, tu cuerpo seguirá fabricando el colesterol que necesite.
Lipoproteínas
El colesterol se transporta por el torrente sanguíneo unido a proteínas llamadas lipoproteínas. Existen dos tipos principales:
Las lipoproteínas LDL (popularmente conocidas como colesterol "malo") transportan el colesterol hasta los tejidos para ser utilizado.
Las lipoproteínas HDL (popularmente conocidas como colesterol bueno) transportan el colesterol desde la corriente sanguínea hasta el hígado para ser eliminado.
Aunque el contenido de colesterol en la dieta es capaz de producir modificaciones en las concentraciones de colesterol total y LDL, existe una gran variabilidad ente las personas en su respuesta al aumento de la ingesta de colesterol en la dieta y algunos autores consideran que podría estar determinada genéticamente.
Funciones del colesterol en el cuerpo
1. Componente estructural de las membranas celulares. El colesterol es fundamental para la integridad y fluidez de las membranas celulares, ya que contribuye a lo siguiente:
- Mantenimiento de la estructura: proporciona rigidez a las membranas, evitando que sean demasiado fluidas o demasiado rígidas.
- Regulación de permeabilidad: controla el paso de sustancias a través de la membrana celular.
- Formación de microdominios lipídicos (rafts): participa en la organización de regiones específicas de la membrana implicadas en la señalización celular y el tráfico de proteínas.
2. Precursor de hormonas esteroideas. A partir del colesterol se crean las hormonas esteroideas producidas en las glándulas suprarrenales y las gónadas. Estas incluyen:
- Glucocorticoides: como el cortisol, que regula el metabolismo, la respuesta al estrés y el sistema inmunológico.
- Mineralocorticoides: como la aldosterona, que regula el equilibrio de agua y sales.
- Hormonas sexuales: como los estrógenos, progesterona y testosterona, que son esenciales para la reproducción y el desarrollo sexual.
3. Producción de vitamina D. El colesterol es precursor de la vitamina D, esencial para:
- La absorción de calcio y fósforo en el intestino.
- La salud ósea y la prevención de enfermedades como la osteoporosis.
- El fortalecimiento del sistema inmunitario.
4. Síntesis de ácidos biliares. En el hígado, el colesterol se convierte en ácidos biliares, que son esenciales para:
- Digestión y absorción de grasas: los ácidos biliares emulsifican las grasas en el intestino, facilitando la acción de las lipasas.
- Excreción de colesterol: Los ácidos biliares permiten eliminar el exceso de colesterol del cuerpo.
5. Aislante en el sistema nervioso. El colesterol es un componente clave de la vaina de mielina, una capa que recubre las fibras nerviosas. La mielina aumenta la velocidad de conducción de los impulsos nerviosos y protege a las neuronas de daños.
6. Regulación de procesos celulares. El colesterol también es importante para:
- Señalización celular: participa en la comunicación entre células.
- Producción de lípidos esenciales: como los lípidos de membrana especializados.
Absorción y eliminación del colesterol
1. Absorción del colesterol en el intestino. El colesterol de los alimentos puede estar en forma libre o esterificada (unido a ácidos grasos como ésteres de colesterol). Antes de que pueda sabsorberse, los ésteres de colesterol son hidrolizados por enzimas (como la colesteril ésterasa) en el intestino para liberarlo a su forma libre. Las células intestinales (enterocitos) absorben el colesterol libre a través de un transportador específico llamado NPC1L1.
Una vez dentro de los enterocitos, parte del colesterol puede:
- Utilizarse para sintetizar quilomicrones y transportarse al sistema linfático y luego al torrente sanguíneo.
- Ser excretado de nuevo al intestino mediante transportadores.
2. Regulación de la absorción de colesterol. El cuerpo tiene un mecanismo para regular la absorción de colesterol.
- Cuando hay abundancia de colesterol en la dieta: el intestino puede reducir parcialmente su absorción, aunque no puede bloquearla por completo.
- Cuando hay una necesidad mayor de colesterol: el intestino puede aumentar la absorción del colesterol disponible.
Sin embargo, la cantidad absorbida no siempre coincide perfectamente con las necesidades del cuerpo, ya que el sistema de regulación no es perfecto y varía de una persona a otra.
3. Eliminación del colesterol. El colesterol no absorbido o el excretado por el hígado (a través de la bilis) puede ser:
- Eliminado en las heces. Este es el principal mecanismo para deshacerse del colesterol del cuerpo.
- Reabsorbido en el intestino. En un proceso llamado recirculación enterohepática, parte del colesterol excretado por la bilis se vuelve a absorber, lo que reduce la eliminación total.