Autora: Ana Muñoz
La siguiente entrevista fue realizada por Ravi Dykema, editor de la revista Nexus. Rudlph Ballentine se licenció en medicina por la Universidad de Duke y es autor de diversos libros, como Radical Healing o Diet and Nutrition. Es el fundador y director del Center for Holistic Medicine, en Nueva York. Es también médico, psiquiatra, homeópata, fitoterapeuta y especialista en medicina ayurveda.
¿Qué opina de la práctica actual de la medicina integral?
Me preocupa que el campo se ha fragmentado bastante. Las personas están usando diferentes métodos, cada uno de los cuales tiene validez y efectividad. Pero el consumidor ha de decidir cuál es el acercamiento adecuado y unirlo todo. Hasta cierto punto, está bien, porque el camino hacia la curación es muy personal, pero se facilitaría mucho el proceso de curación si el especialista tuviera un conocimiento claro de cómo los diversos métodos se enlazan y hasta qué punto comparten metas similares. Quiero fomentar el diálogo acerca de la integración de diferentes métodos terapéuticos de modo que las personas no se sientan como si tiraran de ellas en muchas direcciones diferentes.
¿Podría poner un ejemplo?
Supongamos que va a un quiropráctico por un dolor de cabeza. Puede decirle: "Se debe a que necesita un ajuste de las vértebras del cuello". Entonces va a un nutricionista y éste le dice: "No, es debido a una falta de vitamina B6". Luego va a un homeópata, quien dice: "No, lo que necesita es una dosis de belladona". Entonces va a un acupuntor que dice: "No, el flujo de Qi está en desequilibrio y hay una congestión en su cabeza". Mientras tanto, usted está intentando poner todas estas piezas juntas, pero no encajan.
¿Cómo podrían encajar en el futuro?
Supongamos que tengo un dolor de cabeza. En parte puede ser debido a tensión en la parte posterior de mi cuello, lo cual resulta de pensar demasiado, de intentar controlar todo lo que sucede a mi alrededor. Esta tensión ha hecho que una de mis vértebras se desajuste, creando presión en la raíz de los nervios, contribuyendo así al dolor de cabeza. Al mismo tiempo, la concentración de energía debida al hecho de pensar demasiado ha creado esa congestión en la cabeza de la que habla el acupuntor. Todo esto está relacionado con un consumo excesivo de vitamina B6 debido a esa cantidad de estrés y tensión. Y es cierto que la belladona está relacionada con la congestión cerebral, de modo que también podría ayudarme.
Pero lo que realmente significa mi dolor de cabeza es que necesito entender cómo estoy viviendo mi vida. Necesito aprender qué puedo hacer de un modo diferente, de manera que no necesite el ajuste del quiropráctico o la vitamina B6 extra o la belladona o la acupuntura para aliviar la congestión en mi cabeza.
Existe un modo de que un grupo de especialista aclare qué es lo que se encuentra en la raíz de tu enfermedad y cómo puedes vivir de un modo diferente para evitar crear estos síntomas. Lo que no necesitamos tan desesperadamente son especialistas que estén intentando arreglar cosas.
Lo que necesitamos son especialistas que nos ayuden a saber qué estamos haciendo y cómo estamos viviendo. Creo que esa es la mayor curación que pueden ofrecer. Cuando puedan trabajar juntos no crearán ese aparente caos y confusión en la mente de los pacientes.
Suena como si estuviera buscando algo similar a la comunicación que vemos en la medicina alopática, donde los especialistas hablan el mismo lenguaje.
Sí y no. La medicina alopática ofrece consistencia al paciente, pero el precio es la pérdida de profundidad. Queremos ser capaces de comunicarnos, pero no queremos ese nivel de constricción y estrechez de miras. Es un gran reto llegar a ser capaces de tener las dos cosas: profundidad y riqueza, unidas en un lenguaje común. Primero necesitamos entender los principios comunes existentes en las diferentes escuelas de medicina complementaria o alternativa sin sacrificar la profundidad y la riqueza de cada uno. Mi experiencia me dice que existen diversos temas comunes a las principales escuelas de medicina complementaria. Uno es que la curación tiene que ver con la transformación, más que con la restauración. La transformación aquí significa movernos desde el camino en el que vivimos y el nivel de conciencia que mantenemos, hacia algo nuevo, de modo que en vez de regresar a donde estábamos antes, salimos del proceso de curación siendo personas diferentes.
La enfermedad es un indicio de que estamos estancados y nuestro viaje de transformación se ha detenido. Los síntomas comienzan a aparecer y siempre reflejan en algún lenguaje poético los mismos temas que necesitamos tratar para poder movernos al siguiente paso en nuestra transformación. Cuando nos acercamos a la enfermedad con la idea de simplemente eliminar los síntomas, que es lo que hacemos en la medicina convencional, nos perdemos la oportunidad de transformación. Eso es trágico, porque algo dentro de nosotros aún estará gritando que quiere dar ese paso. El sufrimiento no acaba sólo porque se eliminen los síntomas más obvios y superficiales. Nuestro sufrimiento subyacente, que es la sensación de que nuestro camino vital se ha frustrado, permanece. El foco donde se concentra la atención de la medicina convencional o alopática es muy estrecho.
¿En qué sentido es estrecha la medicina convencional?
Por lo general, ni reconoce ni trabaja hacia un proceso de transformación. Esto no es cierto en toda la medicina. Tuve un gran profesor en la facultad de medicina y le pregunté si había podido enseñar lo que hacía con sus pacientes. Me miró tristemente y negó con la cabeza. Lo que estaba enseñando era el manejo de la enfermedad. Pero lo que de verdad hacía a través de su estilo de médico de cabecera y su propia intuición, era algo transformacional; sin embargo, no enseñaba eso. La medicina convencional se refiere al manejo de síntomas y la supresión. Cuando los tejidos tratan de presionar hacia fuera y buscar una resolución, el sistema médico está designado para volverlos atrás de nuevo, fuera de la vista.
En algún punto de la historia de la medicina, algunos psiquiatras abordaron ese asunto y decidieron que deberíamos sacar los temas y trabajar en ellos. Tras un periodo de tiempo, esos psiquiatras fueron sustituidos por otros que usaban medicación para suprimir de nuevo. En el modelo convencional, la medicación elimina la crisis, pero los problemas subyacentes quedan sin tratar, de modo que la curación no se produce.
No estoy criticando a los médicos o psiquiatras. Ellos ofrecen a las personas lo que piden. La curación en profundidad no es fácil. Nos ponemos enfermos porque los temas que debemos tratar son precisamente los que más difícil nos resulta afrontar. Un médico que nos dé una pastilla y nos ayude a ocultar los síntomas de nuestra vista resulta atrayente.
Comparados con otros animales, parece que el ser humano se pone mucho enfermo. ¿Cree que estamos aceptando un nivel alto de enfermedad?
Totalmente. Pensamos que lo "normal" es estar crónicamente enfermo. Todo el mundo toma medicación. Solía ser extraño cuando alguien tenía una enfermedad crónica como diabetes o lupus. Ahora muchas personas viven con una enfermedad. Lo que estoy sugiriendo es que la mayoría de los sistemas de salud de todo el mundo tienen el concepto de que la enfermedad no es el estado normal y que desarrollamos la enfermedad cuando nuestro viaje vital, nuestro proceso de transformación personal, ha descarrilado. El modo como se elimina la enfermedad es volviendo tu vida al camino adecuado. Existen excepciones, porque la gente usa la enfermedad de modos diferentes y algunos la usan como parte de su proceso de transformación. Pero por lo general no necesitamos estar atascados en la enfermedad. Podemos captar la señales inmediatamente, hacer los cambios, aprender las lecciones y seguir adelante. No necesitamos quedarnos ahí y dejar que la enfermedad se vuelva más y más severa. Veo que esto ocurre ahora en mis pacientes con más frecuencia. Están contrayendo enfermedades serias que solían considerarse mortales. Durante un tiempo juegan con la idea, pero al final dicen: "De acuerdo, sé de qué va esto, dejaré que se vaya, voy a moverme". Entonces están bien. Esto no sucedía hace 30 años. Creo que estamos empezando a superar este asunto de la enfermedad y a darnos cuenta de que no necesitamos quedarnos ahí y revolcarnos en ella.
La nueva actitud que describe parece un cambio en las ideas de las personas acerca de sus enfermedades y no tanto un cambio en el modo de pensar de los médicos sobre la enfermedad.
Por eso lo llamo curación radical. Es un giro fundamental en el modo de plantearnos el tema global de la medicina y la enfermedad. No es algo que yo haya inventado. El concepto ha estado aquí durante cientos de años; simplemente lo perdimos de vista durante un tiempo. Ahora lo estamos viendo de un modo nuevo y más profundo, utilizando la claridad mental y facultades racionales que adquirimos en los pasados siglos. Y eso es un paso muy radical.
¿Puede darnos una definición más precisa de curación radical?
Es un concepto amplio y desafía una definición simple, pero citaré algunos de los conceptos que discuto en la introducción de Radical Healing. "Este tipo de curación radical requiere librarse de lo que es familiar y adentrase en lo desconocido". No puedes transformarte en algo nuevo si te adentras en un espacio conocido. Entonces no es nuevo. Realmente tienes que entrar en un estado de conciencia y un modo de estar en el mundo previamente desconocidos; y eso asusta bastante. "La curación puede implicar el reto de sistemas de creencias y atreverse a romper tabúes. La curación se relaciona con dejar atrás el yo, aunque nuestra cultura esté construida sobre él". La verdadera curación puede retar sistemas de creencias y romper tabúes. Eso no sucede en la medicina convencional, que consiste en reforzar modos de pensar tradicionales. La curación, y adentrarse en lo desconocido, consiste también en dejar atrás el yo. En gran parte, la enfermedad consiste en el aferramiento del yo a las cosas que cree que necesita como apoyo, y mucho de lo que consideramos éxito consiste en acumular cosas que apoyen el yo.
"La curación implica volver a conectar con aspectos perdidos de uno mismo, algunos de los cuales existen en una realidad diferente a la conocida". Esta es otra idea radical: que existen otras realidades. Cualquier chaman diría, "Por supuesto que existen; ahí es donde yo trabajo", pero la medicina convencional ni si quiera ha considerado la posibilidad de que exista otra realidad. Además, "curarse a uno mismo es una parte indispensable en la curación de todo el planeta. Nuestra oscuridad es parte de la red que nos mantiene cautivos". Esto es lo que quiero decir al hablar de paradigma dominante. Es difícil curarse mientras pretendes seguir formando parte de un sistema que ya no funciona. Y el sistema en el que estamos envueltos está destruyendo el planeta y está destruyendo sistemáticamente la vida. ¿Cómo puedes curarte y seguir siendo parte de eso? Si de verdad vas a curarte tienes que salir de eso y empezar a crear una nueva conciencia colectiva que sea más saludable para el planeta, y eso eso es lo que se llama sanar el planeta. Estas dos cosas están inseparablemente unidas.
Por último, "La curación es el propósito de nuestras vidas". Si vas al médico, el enfoque consiste en: "Haga que me ponga bien para que pueda seguir con mi vida". Lo que digo es que curarte es de lo que trata tu vida. Este proceso de transformación es de hecho una curación y te puedes sentir tan bien con él que nunca te pongas enfermo. Simplemente vas de curación en curación antes de que los síntomas se desarrollen y estás sano porque te estás transformando continuamente.
¿Incorpora la sexualidad en la curación?
Es difícil hacer un trabajo curativo profundo sin tratar el tema de la sexualidad. Existen muchas técnicas y aproximaciones a la sexualidad. Algunas técnicas de la tradición tántrica, por ejemplo, implican redirigir la energía sexual.
Pero no puedes redirigir tu energía sexual si tu sexualidad es inconsciente y reprimida. Necesitas adquirir una conciencia más clara de ti mismo como ser sexual, sintiendo con claridad tus emociones sexuales y a veces llevándolo a la práctica para clarificarlo. Si se hace del modo correcto, si tienes el apoyo adecuado y la concienciación y preparación correctas, llevarlo a la práctica puede ayudarte a entenderte a ti mismo como ser sexual. Si se hace bajo circunstancias incorrectas, tu sexualidad se vuelve más reprimida; sobre todo si está acompañada de dolor. Pero aún más importante es tener el apoyo para tratar el dolor e integrarlo, más que desintegrarlo.
¿Si la sexualidad es tan importante para la curación, no debería ser una de las herramientas del nuevo médico holista?
Eso creo, y estoy viendo que la gente está algo más dispuesta a tratar temas relacionados con la sexualidad. En décadas pasadas, la mayoría de los terapeutas se han ocupado de la sexualidad hablando de ella, cuando no es algo sobre lo que razonar. Pero la sexualidad es todavía un tema controvertido y delicado. Creo que tenemos que encontrar modos de tratar la sexualidad que respeten la autonomía y seguridad de los pacientes, y al mismo tiempo nos permita tratarla y explorarla abiertamente. Necesitamos aprender cómo usar la energía sexual de un modo que no sea destructivo.
¿Cómo podría la comunidad profesional integrar distintos sistemas médicos alternativos?
Deben suceder dos cosas. Primero, todos los especialistas (acupuntores, homeópatas, quiroprácticos, osteópatas, fitoterapeutas y todos los demás) necesitan poder hablar en un lenguaje común. Eso reconoce y establece una terminología para los principios comunes. Segundo, necesitamos un generalista que actúe como entrenador o guía, que ayude a los pacientes a descubrir su vía de curación. Necesitamos centrarnos en la integración, de modo que el paciente pueda abrazar su viaje de curación y entender cómo encajan las diferentes piezas. Los pacientes necesitan hacer por sí mismos parte de la integración, pero nosotros se lo podemos poner más fácil.
Tomemos el caso del dolor de cabeza. ¿Cómo lo vería la medicina integral? ¿Cómo encontraría la persona su camino en ese bosque?
Veamos un ejemplo. Yo ofrezco de seis a ocho métodos diferentes en mi práctica, de modo que entrego un impreso a mis pacientes para que indiquen su grado de interés en estos diferentes métodos: ayurveda, homeopatía, nutrición, yoga, meditación, etc. No confío totalmente en su grado de interés, pero es importante implicar al paciente. Este viaje de curación es su creación, de modo que debe empujarlos a explorar y descubrir. Supongamos, por ejemplo, que un paciente quiere trabajar en temas relacionados con la dieta. Puedo preguntarle: "¿Por qué elegiría esos alimentos y qué nos dicen acerca de su personalidad? Creo que ese es el modo más práctico de empezar: tener en cuenta lo que atrae a la gente, y luego extenderse desde ahí.
¿Qué estudios se han hecho en el campo de la medicina alternativa?
Relativamente pocos, comparados con la medicina convencional. El paradigma de investigación existente no se adapta al tratamiento holista porque aísla una cosa y trata de estudiarla independientemente. Utilizamos una combinación de métodos, de modo que necesitamos desarrollar paradigmas de investigación que nos permitan ver el efecto sinérgico de diversas intervenciones simultáneas. Es necesario desarrollar un nuevo tipo de ciencia.
La función de la ciencia consiste en desarrollar teorías basadas en los datos, y cuando aparecen nuevos datos que invalidan las viejas teorías, desecharlos y desarrollar teorías nuevas. La ciencia médica en particular ha estado haciendo lo opuesto. Cuando los nuevos datos no encajan, desechan los datos y mantienen las viejas teorías. Así, la ciencia está moribunda y gran parte de ella es casi obsoleta porque no se mantiene al día con nuevos datos. La ciencia tendrá que atravesar años luz de cambios en un corto periodo de tiempo. Mientras tanto, podríamos necesitar tanto el cambio en la ciencia como el reconocimiento de intervenciones válidas que ni siquiera se han considerado como médicas.
¿Es posible que surja un nuevo tipo de facultad de medicina?
Podría haber alguna discontinuidad en todo el campo médico. Las facultades de medicina han sido tan lentas en asimilar lo nuevo, que se han quedado atrás. Dada su organización y falta de flexibilidad, no creo que puedan superar el reto. Podrían desaparecer. Las facultades de medicina son relativamente nuevas, y pueden no sobrevivir a este cambio.
Más que intentar adaptar los centros de adiestramiento en las facultades de medicina existentes, los alumnos podrían acabar haciendo su entrenamiento básico on-line y luego trabajar con especialistas en la práctica. Yo solía pensar que el sistema podía remodelarse y cambiarse pero ahora estoy empezando a pensar que probablemente no va a suceder. Ha sido demasiado lento y hay demasiadas controversias en juego. No creo que tengamos más tiempo para eso.
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Nexus, Colorado's Holistic Journal