Autora: Ana Muñoz


Tanto el hipertiroidismo como el hipotiroidismo suelen ir acompañados por síntomas psicológicos que pueden confundirse con trastornos mentales, cuando en realidad se deben a alteraciones hormonales.

Si el diagnóstico no es adecuado, estas personas pueden acabar recibiendo un tratamiento psiquiátrico durante mucho tiempo sin que se atiendan sus problemas de tiroides. El resultado de esta falta de tratamiento adecuado puede ser grave.

Dado que la alteración de la tiroides puede dar lugar a muy diversos síntomas psicológicos, es importante realizar un análisis de las hormonas tiroideas ante la más mínima sospecha o incluso de manera rutinaria en cualquier persona con dichos síntomas, puesto que se trata de una prueba sencilla de realizar. Cuando se aplica el tratamiento para la tiroides, la respuesta suele ser muy favorable. La persona recupera la vitalidad, los procesos mentales vuelven a ser eficientes y los síntomas psicológicos tienden a desaparecer. Si persisten ciertos problemas emocionales, probablemente no están relacionados con la tiroides sino con trastornos psicológicos que se puedan estar dando simultáneamente. En este caso, el tratamiento debería ser una psicoterapia, además del tratamiento para la tiroides.

También es importante tener en cuenta que algunos fármacos usados para el tratamiento de trastornos psicológicos pueden alterar el funcionamiento de la tiroides. Por ejemplo, el litio, que se usa a menudo para el tratamiento del trastorno bipolar, puede producir hipotiroidismo, sobre todo en mujeres de mediana edad. El hipotiroidismo, a su vez, provocará depresión.

Hipertiroidismo y síntomas mentales

Las personas con una tiroides hiperactiva pueden experimentar ansiedad, inquietud, nerviosismo, labilidad emocional, impaciencia, irritabilidad, hiperactividad, tendencia a distraerse con facilidad, sensibilidad exagerada a los ruidos, depresión que va y viene, problemas de sueño y problemas en el apetito.

En casos extremos, pueden incluso llegar a perder el contacto con la realidad y parecer esquizofrénicos, con delirios y alucinaciones, aunque esto no suele darse en la actualidad, ya que suele detectarse la enfermedad a tiempo en la mayoría de los casos.

Hipotiroidismo y síntomas mentales

Dado que el hipotiroidismo suele desarrollarse muy lentamente y sus primeros síntomas son vagos y difusos, no es raro que tarde en hacerse el diagnóstico. No obstante, hay una serie de cambios físicos que son muy característicos, como la piel y el pelo secos, uñas frágiles, complexión pálida e hinchada, pérdida de pelo, cambios en la voz, disminución del apetito.

No es raro que sean los problemas psicológicos los que lleven a estas personas a buscar ayuda, generalmente de un psicólogo o psiquiatra. Por este motivo, es importante que los profesionales de la salud mental conozcan los síntomas de las alteraciones de la tiroides y se encarguen de que estas personas se hagan las pruebas necesarias. De lo contrario, podrían acabar con un tratamiento farmacológico ineficaz y peligroso.

Una tiroides hipoactiva da lugar a una pérdida progresiva del interés y de la iniciativa, lentitud de los procesos mentales, pensamiento confuso, problemas de memoria para sucesos recientes, deterioro intelectual general, estado de ánimo deprimido, con ganas de llorar y dificultad para disfrutar de las cosas. En casos más graves, puede acabar en demencia y daños permanentes cerebrales.

Cambios en los niveles hormonales

A veces, las personas con problemas de tiroides pueden tener cambios rápidos en sus niveles hormonales. Esto puede hacer que sus emociones se vuelvan también inestables y descontroladas.

Factores psicológicos

Incluso aunque tus síntomas estén causados por alteraciones tiroideas, el estrés y los problemas de tu vida diaria pueden ejercer un efecto en tus niveles hormonales y agravar la enfermedad. Ten también en cuenta que, a veces, pueden coexistir varios trastornos. Por ejemplo, puedes tener un trastorno de ansiedad y, al mismo tiempo, padecer un problema de la tiroides.

Por otra parte, aunque el tratamiento para la tiroides irá restableciendo tu equilibrio emocional, puede llevar un tiempo y no es raro que una persona se siente alterada emocionalmente durante un tiempo incluso cuando sus niveles hormonales se han normalizado.

Sea cual sea el caso, tanto si solo tienes un trastorno de la tiroides como si tienes también un trastorno emocional, es importante que cuides de tu salud mental. Acudir a un psicólogo puede servirte de ayuda, ya sea para tratar problemas emocionales adicionales o para sobrellevar mejor tu vida diaria impidiendo que el estrés, problemas o frustraciones de la vida agraven tus problemas de tiroides. Es decir, el hiper/hipotiroidismo es una enfermedad que afecta al cuerpo y a la mente y, por tanto, debería tratarse de forma global, atendiendo ambos aspectos, no solo el físico.

Referencias

- The Thyroid and the Mind and Emotions/Thyroid Dysfunction and Mental Disorders. A.G. Awad, MD, BCH, PhD, FRCP(C). Associate Professor of Psychiatry, University of Toronto. Director, Psychobiological Medicine Unit, Department of Psychiatry, Toronto Western Hospital. Thyrobulletin, Vol. 7, No. 3.

- Psychological Symptoms and Thyroid Disorders. British Thyroid Fundation