Autora: Ana Muñoz
Si estás a dieta pero no logras perder peso, no es extraño que estés cometiendo algunos de los principales errores que evitan esa pérdida de peso que buscas.
Incluso aunque estés a dieta, es posible que estés ingiriendo más calorías de las que crees sin darte cuenta. A veces, lo que sabemos que deberíamos hacer para perder peso, está muy lejos de lo que estamos haciendo realmente.
Es posible que no nos demos cuenta de lo rápido que pueden sumarse las calorías. Una cucharada extra de aliño para la ensalada, puede añadir entre 75 y 100 calorías más, y una cucharada extra de mantequilla, puede añadir 102 calorías. Pequeños gestos aparentemente insignificantes, como picar algo mientas cocinas, o tomar unas patatas fritas como aperitivo o un vaso de vino, pueden ir añadiendo calorías que impiden que logres tu objetivo de perder peso.
Error número 1: saltarse comidas
Existen investigaciones que demuestran que las personas que se saltan el desayuno pesan más que las que no lo hacen. Muchas personas mantienen la idea errónea de que saltarse comidas ayuda a perder peso, pero lo cierto es que la mayoría de las personas que se saltan comidas acaba ingiriendo más calorías a lo largo del día, en pequeños bocados que además no les alimentan correctamente.
Además, las personas que se saltan el desayuno o el almuerzo (o, lo que es peor, ambas comidas), además de picar a lo largo del día, tienden a tener más hambre conforme pasa el día, de manera que pueden acabar comiendo más a las horas a las que más probabilidades tienen de que lo ingerido les engorde; es decir, a partir de las 7 de la tarde. Después de todo, las calorías ingeridas por la mañana y a la hora del almuerzo, son quemadas durante el día debido a la actividad diaria, mientras que lo ingerido de noche tiene más probabilidades de almacenarse (y, por tanto, engordar). Por este motivo, la clave para adelgazar es hacer un buen desayuno, con alimentos sanos y nutritivos, prescindiendo de dulces y azúcar; hacer un almuerzo normal y sano y no comer nada después de las 7 de la tarde, excepto fruta.
Error número 2: Tomar demasiadas calorías líquidas
Existen bebidas que contienen demasiadas calorías, como los refrescos o las bebidas alcohólicas, los zumos azucarados, etc. Estas bebidas sacian la sed, pero no suelen producir ningún efecto en la sensación de hambre. Por tanto, sustituye estas bebidas por agua, zumos naturales sin azúcar, zumos de verduras, leche desnatada, etc. Si bebes alcohol, hazlo con moderación y elige bebidas con bajo contenido de alcohol.
Error número 3: porciones demasiado grandes
A veces llenamos los platos más de la cuenta. Para evitar esto, deja algo de comida en el plato o usa platos más pequeños para comer.
Error número 4: salsas y otros aditivos con demasiadas calorías
Las salsas o los aliños para ensalada suelen tener un alto contenido en grasas, de modo que ten cuidado a la hora de usarlas. Prescinde de las salsas en las comidas y aliña la ensalada con moderación.
Error número 5: comer sin darse cuenta
Es uno de los errores más frecuentes. La persona que no está llevando una dieta de manera correcta, es posible que se salte comidas, que coma de un modo desordenado y que esté teniendo hambre prácticamente durante todo el día, y día tras día. Esto no puede sostenerse mucho tiempo y no es raro que acabe picando pequeñas cantidades que parecen insignificantes a lo largo del día. Este "picoteo" suele estar compuesto de alimentos de alto contenido calórico y poco valor nutricional y se hace de un modo descontrolado, de manera que no sabes lo que has estado comiendo realmente a lo largo del día. Por tanto, haz sólo dos comidas "fuertes" (desayuno y almuerzo), prescindiendo de alimentos o preparaciones de alto contenido en grasa, como las frituras o los dulces, y cena sólo varias piezas de fruta. De esta manera sólo pasarás hambre por la noche, lo cual será más llevadero y no tendrás tantas tentaciones de picar entre horas.
Error número 6: comer cada vez que te sientas o ves la tele
Muchas personas tienen la costumbre de estar picando algo mientras ven la tele o mientras están sentados en sus casas. Procura vencer esta tentación y limítate a comer única y exclusivamente durante el desayuno, almuerzo y cena.