Autora: Ana Muñoz
1. Mal aliento. Ningún otro remedio natural refresca el aliento tanto como el perejil. Esta planta es rica en clorofila, un compuesto de las plantas verdes que mata las bacterias que causan mal olor. Mastica un poco después de comer cebollas crudas o ajo o siempre que tu aliento huela mal.
2. Acné, manchas o imperfecciones en la piel. Para acabar con el acné rápidamente, ten a mano un tarro cerrado de este remedio natural: Combina 2 cucharas soperas de arcilla verde, 1 cuchara sopera de sello dorado (Hydratis canadensis), 2 ó 3 gotas de aceite del árbol del té (Melaleuca alternifolia) y suficiente agua para formar una pasta. Aplica la pasta en la mancha o grano o cualquier otro defecto al acostarte y déjela toda la noche. La arcilla seca la grasa que obstruye los poros y el sello dorado y aceite del árbol de té matan las bacterias que causan la infección.
3. Ampollas. No hagas estallar las ampollas, no importa lo tentador que sea. Hacer eso aumenta la probabilidad de infección. En vez de eso, utiliza una bola del algodón empapada en Hamamelis virginiana para limpiarte el área al menos cuatro veces al día. El hamamelis contiene taninos astringentes que absorben el líquido de la ampolla y alivian el dolor aumentando la circulación. También contiene alcohol, que tiene un efecto secante.
4. Olor corporal. Si tu olor corporal persiste a pesar de una higiene adecuada, tu problema puede deberse a poros obstruidos. Cuando tu piel no puede eliminar correctamente las toxinas del cuerpo, se produce el mal olor. Cepillar en seco tu piel suavemente justo antes de cada ducha exfolia la piel muerta que atrapa las toxinas causantes del mal olor. Encontrarás cepillos para el cuerpo en la mayoría de las droguerías. Si te cepillas con movimientos largos y suaves que se mueven hacia tu corazón, también mejorarás la circulación, lo cual ayudará a tu cuerpo a desintoxicarse más eficazmente. (Esto no eliminará la necesidad de usar desodorante, pero necesitarás usarlo menos).
5. Contusiones. El árnica, un popular remedio para el dolor muscular, es también la mejor apuesta para curar las contusiones rápidamente. Tan pronto como te golpees la rodilla u otra parte del cuerpo o notes una hinchazón o decoloración, frota suavemente un poco de esta crema homeopática en ella. El árnica disminuye la inflamación y aumenta la circulación, favoreciendo así que la sangre coagulada que da ese color oscuro a tu piel se elimine más fácilmente.
6. Quemaduras. Tal vez conozcas el aceite esencial de lavanda (Lavandula angustifolia) por su aroma relajante, pero puedes utilizarlo también para eliminar el dolor de una quemadura de primer grado (la clase de quemadura que puedes tener al tocar una sartén caliente). Este aceite no solo acelera el proceso curativo y evita la cicatriz, sino que también combate las bacterias en la piel nueva y vulnerable. Primero limpia suavemente la quemadura con jabón y agua. Luego mezcla una parte de aceite esencial puro de lavanda y tres partes de un aceite portador, como el de almendra o aceite de oliva, y aplica la mezcla en la quemadura por lo menos tres veces al día, dejando la herida descubierta.
7. Llagas o úlceras. Podrás comer de nuevo alimentos picantes con comodidad si enjuagas las llagas con infusión de hoja de frambuesa (Rubus idaeus). Pon 2 cucharas soperas de hojas de frambuesa secas en una taza de agua hirviendo hasta que se enfríe el agua. Filtra la infusión, y entonces llénate la boca del líquido durante un minuto varias veces seguidas. Haz esto tres veces al día. Los taninos en esta infusión (de sabor parecido al del té negro) reducen la hinchazón y limpian la llaga, de modo que puede curar más rápidamente.
8. Labios agrietados. Los bálsamos convencionales para los labios contienen petróleo y a veces alcohol, que secan la piel sensible en tus labios. En su lugar, hidrata y protege tus labios secos o agrietados con aceite de ricino. Lleva una botella pequeña con este aceite y aplícala con tus dedos a menudo durante el día. Si planeas estar al sol, utiliza una crema protectora natural sin petróleo ni alcohol con una protección 15 unos minutos después de ponerte el aceite de ricino.
9. Resfriados. Comer un plato de cebollas al curry salteadas con arroz puede disminuir la congestión en tu pecho. Saltea ligeramente dos cebollas, en rodajas, y por lo menos 1 cucharilla de polvo de curry, en 2 cucharadas de aceite de oliva virgen-extra hasta que las cebollas estén blandas. Las cebollas contienen cuarcetín y azufre, dos compuestos que disminuyen el moco y aumenten la circulación. El curry también disminuye la flema. Para el mal aliento que puede dejarte la cebolla echa un vistazo al remedio número 1.
10. Estreñimiento. Si no te gustan las ciruelas pasas, tienes otra opción para aliviar el estreñimiento. Los higos secos funcionan del mismo modo que las ciruelas. Contienen fibra soluble e insoluble, que limpiarán tus intestinos. De hecho, cinco higos proporcionan por lo menos el 20 por ciento de las necesidades diarias de fibra, más que casi cualquier otra fruta. Come cuatro o cinco en cuanto aparezca el estreñimiento y bebe por lo menos un vaso de agua. Si no consigues resultados en tres horas, come un par más cada tres horas hasta que funcione.
11. Callos. Para ablandarlos utiliza aceite de ricino. Aplica una gota del aceite con tu dedo nada más levantarte por la mañana, al medio día y antes de acostarte. Cubre el callo con una tirita antes de ponerte los calcetines y los zapatos. Verás una mejoría lenta pero constante a lo largo de varias semanas.
12. Tos. La infusión de regaliz (Glycyrrhiza glabra) puede resultar muy efectiva para una tos persistente. Pon una bolsita de raíz de regaliz o una cucharilla de raíz seca en un cazo de agua hirviendo durante cinco minutos, y bebe hasta tres tazas de ella a lo largo del día. La tos debe mejorar enseguida, pero puedes continuar bebiendo tres tazas al día durante tres días. El regaliz puede elevar la presión arterial, así que no lo tomes si tienes hipertensión o diabetes.
13. Cortes. El poder antioxidante que hace a la vitamina E tan buena para el corazón también ayuda a curar los pequeños cortes con mayor rapidez. Pincha una cápsula de vitamina E con una aguja estéril y exprime el aceite sobre el corte al menos tres veces al día. Cúbrelo con una tirita o venda si es una herida seria. Asegúrate de elegir vitamina E natural (tocoferol d-alfa). Las investigaciones muestran que tiene más poder antioxidante que la vitamina E sintética.
14. Caspa. Para librarte de la caspa necesitas ir a la raíz del problema: la acidez del pH de tu cuero cabelludo. Para restablecer el nivel alcalino natural del pH de tu cuero cabelludo, primero lava y acondiciona tu pelo. Después, mientras aún estás en la ducha o baño, vierte una taza de vinagre de sidra de manzana en tu cabeza y aclara con agua.
15. Diarrea. Puede parecer ilógico, pero para curar la diarrea necesitas más bacterias (de las buenas, por supuesto). La diarrea puede ser una muestra de un desequilibrio de buenas y malas bacterias en tu intestino. Tomar suplementos probióticos corrige ese desequilibrio. Busca una marca que contenga de seis a ocho tipos de organismos vivos, incluyendo lactobacillus acidophilus y Bifidobacter. Se recomienda tomar suficientes suplementos como para conseguir unos 20 mil millones de organismos vivos al día (ésta puede ser una gran cantidad de cápsulas). Deberías observar una mejoría en uno o dos días. En caso contrario, ve al médico.
16. Vértigos, mareos. Una especia habitual en la cocina puede curar los vértigos. Simplemente vierte una pizca de pimienta de cayena en un vaso de agua caliente y bébelo a sorbos. El calor del agua y el de la pimienta hará que tu cuerpo bombee más sangre y oxígeno a tu cerebro, lo cual te hará sentir la cabeza despejada y eliminará los vértigos. Si continúas experimentando vértigos, vea al médico.
17. Ojos secos. Necesitarás verter algunas lágrimas para remediar este problema. Y la manera más fácil de estimular la secreción de lágrimas es aplicar calor húmedo a tus párpados. Sumerge una toalla pequeña en agua caliente, escúrrela, túmbate y ponla sobre tus ojos durante 15 minutos. Haz esto dos o tres veces al día o las veces que lo necesites.
18. Piel seca. Los aceites de almendra y de pepitas de uva son los más eficaces para la piel seca. Penetran en tu piel más rápidamente que las cremas hidratantes. Si tu piel está excesivamente seca y áspera, utiliza aceites más espesos, como el de ricino o el de aguacate. Si eres propenso a tener la piel seca, utiliza aceite de jojoba filtrado. Extiende una capa fina de cualquier aceite elijas en las zonas secas dos veces al día.
19. Dolor de oído. Puedes aliviar el dolor y la presión de una infección de oído con una mezcla (que puedes comprar ya preparada) de aceite de verbasco (Verbascum densiflorum) y aceite de ajo (Allium sativum). Estos aceites alivian el dolor y matan las bacterias. Antes de irte a la cama, calienta las gotas. Una forma de hacer esto consiste en colocar el frasco en tu axila durante 45 segundos. Inclina la cabeza y vierte 5 gotas en el oído infectado y después coloca una bola de algodón en tu oído durante algunos minutos para impedir que las gotas se salgan. Deberás notar un alivio inmediato.
20. Ojos cansados. Para revitalizar los ojos cansados utiliza una compresa de manzanilla (Matricaria recutita) dos veces al día. La manzanilla penetra a través de tus párpados, relajando el tejido ocular y reduciendo la hinchazón en los capilares. Para preparar la compresa vierte una cucharadita de flores secas de manzanilla o una bolsita en una taza con agua hirviendo durante 20 minutos, cuélala, deja que se enfríe y luego empapa un paño en la infusión, túmbate y, tras escurrirlo, ponlo sobre tus ojos cerrados durante 10 ó 20 minutos.
21. Fatiga. Si estás muy cansado lo que necesitas es dormir. Pero para animarte con rapidez, bebe una taza de mate (Ilex paraguariensis). Esta infusión contiene cafeína, pero en dosis más bajas que el café. También contiene teobromina, un compuesto energético. Para preparar la infusión, pon una bolsita de mate o una cucharadita de mate seco en agua hirviendo durante 5 ó 10 minutos, cuélalo y bébelo. Puedes tomarlo sólo o con leche y azúcar.
22. Fiebre. Mantener la fiebre, en vez de tratar de eliminarla enseguida, te ayudará a luchar contra el virus que te está enfermando. Si tienes una fiebre ligera (hasta 38 grados), envuélvete en una manta y bebe una taza de infusión de milenrama (Achillea millefolium). Prepara la infusión poniendo 2 bolsitas de milenrama o 2 cucharaditas de milenrama seca 2 cucharillas en una taza de agua hirviendo durante 15 minutos. Vuelve a calentar la infusión hasta que esté bien caliente, y bébela lentamente. Tu temperatura puede aumentar o bajar un grado al comenzar a sudar. Si tu temperatura en un principio está entre 38,5 y 39,5 bebe la infusión pero prescinde de la manta. Comprueba tu temperatura cada 30 minutos a través de este proceso. Finalmente tu temperatura bajará. Si tu temperatura en un principio es de 40 grados o más, o si al beber la infusión sube hasta 40 grados consulta a un médico. No utilices esta infusión con los bebés o los niños, o si estás embarazada.
23. Olor de pies. La clorofila, el compuesto que da a las plantas su color verde, puede también ayudar a tus pies. Vierte 2 ó 3 cucharaditas de clorofila líquida en un cubo lleno con 4 litros de agua caliente, y mete en él los pies durante 15 minutos. Luego sécate los pies totalmente y usa calcetines de algodón y zapatos de piel , que dejan tus pies respirar.
24. Gases. Mastica un pequeño puñado de semillas de anís, eneldo, o hinojo cuando te sientas hinchado. Los compuestos de estas semillas relajan los músculos del aparato digestivo, permitiendo que el gas atrapado pueda pasar. Puedes comprar las semillas en la sección de especias del supermercado o en tiendas de productos naturales. También refrescarán tu aliento.
25. Dolor de cabeza. Si el dolor de cabeza es por tensión muscular utiliza unas gotas del aceite esencial de menta (Mentha piperita) para masajear tus sienes. La menta funciona tan bien como 1.000 mg de paracetamol, según un estudio alemán. Los expertos no saben exactamente cómo funciona, pero la menta o hierbabuena parece evitar que tu cuerpo envíe señales de dolor a tu sistema nervioso central.
26. Reflujo gastroesofáfico. Necesitará una alfombra para utilizar este remedio. Suena algo extraño, pero funciona. Ponte de puntillas tan alto como puedas y luego deja que tus talones caigan de golpe al suelo. Repite esto de 20 a 30 veces, sosteniéndote sobre la parte posterior de una silla para guardar el equilibrio si lo necesitas. El movimiento hacia abajo empuja el ácido de nuevo hacia tu estómago.
27. Hemorroides. Los taninos de la hamamelis virginiana tensan las venas débiles que ocasionan las dolorosas hemorroides. Aplica crema de hamamelis (puedes comprarla en tiendas) tres veces diariamente.
28 Hipo. Pon una pajita en un vaso de agua, presiona con la punta de los dedos índice detrás de los lóbulos de las orejas, donde se unen el cuello y la mandíbula, y bebe a través de la pajita. Bebe tanto como puedas mientras mantienes la presión en esos puntos. Cuando el vaso esté vacío, el hipo tendrá que haber desparecido.
29. Urticaria. En el momento en que sientes que empieza la urticaria, toma 1.000 mg de vitamina C y 500 mg de ácido pantoténico. La combinación de estos suplementos ayuda a tu cuerpo a producir los antihistamínicos que combaten la urticaria. Si no desaparecen después de la primera dosis, toma otra dosis cada 10 minutos, hasta tres dosis. La alta dosis de vitamina C puede causar diarrea. Reduce la dosis si ocurre esto.
30. Indigestión. Bebe una taza de manzanilla. Los aceites esenciales en esta hierba alivian los espasmos musculares del aparato digestivo y pueden también disminuir la producción de pepsina, una enzima digestiva que exacerba la indigestión. Prepara la infusión usando las flores de manzanilla en vez de las bolsitas preparadas, que son menos potentes. Pon 1 ó 2 cucharillas de las flores secas en agua hirviendo caliente durante 20 minutos. Bébela lentamente.
31. Encías inflamadas. Para mantener las encías sanas es importante usar hilo dental a menudo. Además de esto, pon unas gotas de extracto líquido de mirra (Commiphora myrrha) en un vaso con un cuarto de agua, enjuágate la boca y escúpelo. Haz esto dos veces al día.
32. Picaduras de insectos. Puedes aliviar el picor de las picaduras de insectos con una cebolla. El azufre que contienen las cebollas neutraliza los productos químicos que causan el picor. Parte una cebolla por la mitad y frótala en la picadura. El picor debe desaparecer inmediatamente. Guarda la cebolla en un envase cerrado en el frigorífico para utilizarla otra vez si el picor reaparece. Corta una rebanada fresca antes de reutilizarla.
33. Insomnio. Pon 2 cucharillas de extracto líquido de valeriana (Valeriana officinalis) en un vaso con un cuarto de agua caliente. Mientras esperas que haga efecto, lee un libro. Puedes tomar sin problemas dos dosis más de valeriana durante la noche si te despiertas de nuevo. Ten en cuenta que la valeriana pone nerviosas a algunas personas. Si tienes esa reacción, utiliza Scutellaria lateriflora o flor de la pasión (Passiflora incarnata).
34. Dolor en las articulaciones. El ungüento de capsaicina, hecho de ardiente pimienta cayena, puede eliminar el dolor de tus articulaciones al interrumpir las señales del dolor. Frota el ungüento en la articulación cada pocas horas. Puedes sentir una ligera sensación ardiente en la piel al aplicarla, pero cualquier malestar se desvanecerá en unos minutos. Asegúrate de mantener las manos lejos de los ojos hasta que las hayas lavado bien.
35. Dolores menstruales. Una hierba llamada mundillo (Viburnum opulus) funciona de maravilla para el dolor menstrual. Contiene por lo menos seis compuestos que relajan los músculos, así como salicina, el compuesto que sirve para calmar el dolor del cual se deriva la aspirina. Toma una cucharilla de extracto líquido cada hora hasta que pase el dolor. Si no desaparecen en el plazo de 48 horas, deja de tomar esta hierba.
36. Dolores musculares. Los baños con sales de Epsom son excelentes para aliviar el dolor o contracturas musculares. Las sales de Epsom contienen magnesio, un mineral que relaje los músculos cuando es absorbido a través de la piel. Las sales también alivian el dolor y aceleran el proceso natural de curación de los músculos doloridos. Vierte 2 tazas de sales de Epsom en una bañera llena y sumérgete durante 20 minutos.
37. Congestión nasal. Nada funciona más rápidamente para descongestionar los senos nasales que el rábano picante. Los aceites de esta planta estimulan la circulación en los senos nasales, permitiendo que salga el moco. Mezcla una cucharilla de rábano picante fresco rallado con un poco de vinagre de sidra de manzana o miel, y cómelo en una tostada (el vinagre y la miel suavizan el fuerte sabor del rábano picante). Inhala profundamente mientras rallas el rábano picante; los pavores que desprende comenzarán a descongestionar tu nariz.
38. Sangrar por la nariz. Corta un pedazo de papel marrón del que suele usarse para envolver (o utilizan como bolsas en algunos supermercados) y ponlo dentro de tu boca, entre el labio superior y la encía, y déjalo ahí hasta que tu nariz deje de sangrar. Nadie sabe porqué funciona, pero así es.
39. Dermatitis por hiedra venenosa. Puedes parar el picor producido por la hiedra venenosa e impedir que se extienda mediante este preparado casero: mezcla 1 cucharada sopera de sal y 1/8 de cucharadita de aceite esencial de menta (Mentha piperita) con media taza de arcilla verde y agrega bastante agua para formar una pasta. Aplica la pasta en la erupción y déjala durante 20 a 30 minutos. Guarda la pasta sobrante en un tarro firmemente cerrado y vuelve a aplicarla según lo necesites. El remedio calma el picor absorbiendo los aceites irritantes de la planta y secando la erupción. También funciona con el veneno de roble.
40. Ojos hinchados. Si tus ojos están hinchados por la mañana, busca un cubito de hielo, envuélvelo en una toallita de papel y sostenlo sobre cada párpado durante algunos minutos. El frío reducirá la hinchazón.
41. Cortes de afeitado. Ponte una crema de aloe vera después de afeitarte. Puedes comprar la crema en droguerías, pero busca un producto que tenga pocos aditivos y esté hecho con un 100% de aloe.
42. Dolor de garganta. Mucha gente sabe que la equinacea (Echinaceae) puede ayudarte a curar un resfriado. Pero también actúa como anestésico local suave cuando se toma en forma de extracto líquido. Pon media cucharilla del extracto líquido en un vaso con un cuarto de agua, haz gárgaras y trágalo. Haz esto cada hora durante 48 horas o hasta que el dolor desaparezca.
43. Orzuelos. Las compresas calientes que la mayoría de los médicos recomiendan para curar los orzuelos se pueden hacer más eficaces si empapas la compresa en una solución que contiene eufrasia (Euphrasia officinalis). Pon una cucharilla de eufrasia seca en una taza de agua hirviendo durante 10 minutos y luego cuélala. Empapa un paño en la solución y aplícalo al orzuelo durante 15 minutos dos o tres veces al día.
44. Quemaduras solares. Esparcir yogur por la piel tan pronto como empiece a enrojecerse refrescará tu piel y restablecerá el equilibrio del pH, de modo que se curará más rápidamente. Utiliza yogur natural, con toda su grasa, que contenga pocos aditivos. Déjalo sobre la piel hasta que se caliente y después límpiala con agua tibia. Aplíquese tan a menudo como se necesite.
45. Dolor de muelas. Utiliza aceite esencial de clavo (Syzygium aromaticum) como analgésico. El producto químico aromático llamado eugenol que contiene el clavo evita sentir el dolor y mata las bacterias. Para aplicarlo, empapa una bola del algodón o esponja con el aceite y frota tus encías y muelas doloridas. Repite esto cuatro a cinco veces al día hasta que puedas ver a tu dentista.
46. infecciones del aparato urinario, cistitis. Toma zumo de arándano o arándano rojo cuando empiece a aparecer una infección de la zona urinaria. Ambos contienen compuestos que combaten la infección evitando que las problemáticas bacterias se adhieran a las paredes del aparato urinario. Toma uno o dos vasos de zumo puro al día hasta que la infección desaparezca. O toma 2,5 g. de cápsulas de extracto de arándano (vaccinium macrocarpum) dos veces un día con las comidas. Si todavía tienes síntomas después de dos días o si tus síntomas empeoran, consulta a un médico.
47. Sequedad vaginal. La sequedad vaginal es debido a un desequilibrio hormonal. El aceite de la vitamina E combinado con la planta llamada cimicifuga racemosa restablece la humedad vaginal y el equilibrio hormonal. Exprime el aceite de seis cápsulas de vitamina E en una taza pequeña, añade unas 5 cucharillas de crema de cimicífuga y remueve. Aplica la mezcla en el interior y exterior de la vagina dos o tres veces al día a hasta que surta efecto.
48. Venas varicosas. Pon los pies en alto y aplica una compresa hecha con infusión de Salvia officinalis. Esto puede reducir al mínimo la hinchazón de las venas varicosas. Rica en compuestos antiinflamatorios, la salvia reduce la hinchazón contrayendo las paredes de las venas. Pon 6 cucharillas de salvia seca en 3 tazas de agua hirviendo durante 30 minutos (el doble si estás tratando ambas piernas) y cuélalo. Moja una toalla de tamaño mediano en la infusión y escúrrelo suavemente. Siéntate en un lugar donde puedas poner los pies en alto (por encima del nivel de tu corazón) y envuelve la toalla alrededor de la pierna con varices.
49. Verrugas. Frota suavemente la verruga con tu dedo durante 15 segundos a la misma hora cada día. El frotamiento de la verruga estimula el flujo de sangre al área e incita al sistema inmunitario a luchar contra el virus causante de la verruga. Haciendo esto a la misma hora cada día entrenas a tu sistema inmunitario (condicionamiento) para seguir adelante por sí mismo.
50. Infecciones por hongos. Puedes aliviar el picor de una infección por hongos con un supositorio de ácido bórico. El ácido bórico actúa como antiséptico suave y tiene propiedades antivirales y antimicóticas (matan los hongos). Ponte un supositorio cada noche mientras lo necesites, pero no más de 14 días. Si no encuentras los supositorios en una tienda de alimentos naturales, piden a tu farmacéutico que los haga.