Autora: Ana Muñoz


Posesividad, autocompasión, manipulación, sensación de abandono

Suelen ser personas posesivas, muy entregadas en sus relaciones y con una gran necesidad de ser amadas, pero que suelen tener un gran miedo a la pérdida de ese amor y reaccionan volcándose en sus parejas e hijos, ofreciéndoles todo, pero no desinteresadamente, pues esperan recibir el mismo trato y entrega a cambio.

El problema es que no todas las personas son tan entregadas ni tienen la misma necesidad de recibir o dar amor o atención, de modo que la personalidad Chicory se siente herida y dejada de lado con facilidad, pensando que los demás son unos desconsiderados y desagradecidos que no reconocen su esfuerzo.

Suele ser una persona con carácter fuerte, con tendencia a organizar y dirigir a su familia, se inmiscuye en sus asuntos, espera que ellos sigan sus consejos, se impacienta al no ser escuchada, se siente resentida si cree que no recibe el agradecimiento y atención que merece por haber ayudado a sus seres queridos y suele ejercer un gran control sobre ellos.

Puede recurrir al chantaje emocional, la manipulación o llegar a enfermar para que su pareja o familiar se ocupe de él o ella y esté a su lado, o para conseguir así el cariño o atención de alguien. Cuando no logra imponer su voluntad, se enfada y reacciona con autocompasión como si fuera una víctima.

Esta esencia floral se utiliza también en casos de amor no satisfecho o no correspondido, cuando haces todo lo que puedes por esa persona, le ayudas, le das todo tu amor y esperas que, a cambio, te ame y te corresponda del mismo modo, pero ves que eso no sucede.

En general, Chicory suele tener una sensación de vacío interior, de falta de amor, que no parece llenarse nunca, así como la sensación de no ser querido por nadie. Ante este sentimiento, reacciona tratando de obligar a los demás a amarle. No es raro que haya tenido una infancia desprovista de amor.