Autora: Ana Muñoz


Huída de la realidad a través de la fantasía, desinterés, no estar del todo presente

Este remedio se da en los casos de personas que suelen estar ausentes con sus pensamientos, distraídas, no escuchan a los demás cuando les hablan por estar sumidas en su propio interior, olvidan lo que iban a decir o hacer y son soñadoras e imaginativas.

Suelen fantasear con un futuro en que todos sus problemas se han resuelto, con llevar otras vidas o ser otras personas o fantasías similares de evasión de la realidad, utilizando la fantasía como un modo inadecuado de enfrentar sus problemas o evadir las dificultades de la vida diaria, participando lo menos posible en la vida real.

Son personas despistadas, que olvidan lo que iban a hacer o decir, se tropiezan con facilidad, olvidan detalles, se cruzan contigo por la calle y no te ven, les hablas y no te atienden porque su pensamiento está en otra parte, no recuerdan bien las cosas por no prestar atención.

Somnolencia y modorra durante el día, como si no estuvieran del todo despiertos. Por las noches, suelen dormir largas horas y pueden quedarse dormidos viendo la tele, en el cine, e incluso en situaciones inconcebibles para otros.

Suelen ser personas creativas, pero no han encontrado el modo de ejercer esa creatividad en el mundo real. Pueden tener muchos proyectos e ideas pero nunca llegan a llevarlos a la práctica y se quedan solo en su imaginación.

Sienten cierta indiferencia hacia la vida, como si les diera igual estar vivos o muertos y reaccionan con la misma indiferencia ante las buenas y las malas noticias. No les agrada su presente y huyen de él hacia su mundo de fantasía. Puede ser una forma de depresión en la que predomina esta sensación de indiferencia y “ausencia”.

A nivel físico, se da una tendencia a desmayarse o perder la conciencia y a padecer problemas visuales o auditivos. Suelen tener poca energía, con las manos y los pies fríos, falta de vitalidad y palidez. Se cansan y agotan con facilidad.