Autora: Ana Muñoz
Reserva, soledad, problemas para conectar con los demás y relacionarse, distanciamiento
Se utiliza en casos de personas reservadas, calladas, introvertidas, con problemas para relacionarse con los demás.
Les cuesta comunicarse con otras personas, casi nunca saben cómo de lejos pueden llegar con alguien y tienden a frenarse y ser reservados. Son personas tranquilas, que apenas hacen ruido, hablan poco y suavemente.
Se trata de personas independientes e individualistas, con una rica vida interior. Tienden a ser solitarios, a alejarse de los demás, mostrarse ariscos y evitar el contacto aunque, al mismo tiempo, se sienten solos y aislados, pues no llegan a conectar emocionalmente con nadie.
Aún así, no es raro que los demás se acerquen a ellos para pedirles consejo, pues suelen ser buenos aconsejando a otros, pero ellos nunca cuentan sus problemas o debilidades a los demás sino que, ante sus problemas, adoptan una actitud reservada, orgullosa y distante.
El estrés o los problemas con los demás los llevan a menudo a mostrarse superiores y arrogantes y alejarse del resto de la humanidad.
Les cuesta aceptar sus defectos o imperfecciones (o aquello que ellos consideran defectos), no suelen pedir ayuda a los demás sino que se empeñan en hacerlo todo por sí mismos y negar sus dificultades ante otras personas.
Por lo general, suelen ser bastante capaces y competentes, pero cuando tienen problemas emplean demasiada energía en ocultarlos a los demás, lo cual a veces da lugar a tensiones y rigidez en el torso, la nuca y las articulaciones, así como un sentimiento de soledad.
Su reserva y timidez los hace parecer fríos y orgullosos ante los ojos de los demás.