Autora: Ana Muñoz

Consiste en el paso del contenido del estomago hacia el esófago con una frecuencia lo bastante alta como para producir síntomas o inflamación del esófago.

El reflujo gastroesofágico puede producirse también en personas sanas sin que eso constituya un hecho patológico. No obstante, en circunstancias normales, la frecuencia de los episodios de reflujo es pequeña, el tiempo de contacto entre el ácido gástrico y el esófago es corto y la pared del esófago no resulta dañada.

El esófago es un tubo muscular que comunica la faringe con el estómago. Se divide en esfínter esofágico superior, esfínter esofágico inferior y cuerpo esofágico, comprendido entre ambos esfínteres. (Un esfínter es un anillo muscular con que se abre o cierra algún orificio del cuerpo).

Fisiopatología

La causa más conocida se debe a un funcionamiento inadecuado del esfínter esofágico inferior (EEI). El EEI se contrae cerrándose para impedir el reflujo y se relaja momentáneamente al tragar para permitir el paso de la saliva o alimentos al estómago. Puede producirse reflujo en los siguientes casos:

- Esfínter hipotenso. El esfínter esofágico inferior posee una presión en su interior que impide que penetre en él el contenido del estómago. Cuando esta presión es anormalmente baja puede producirse el reflujo.

- Esfínter corto. Cuando la longitud del esfínter es pequeña (inferior a 2 cm).

- Esfínter normal. El reflujo puede aparecer en personas cuyo EEI es normal. En estos casos, el reflujo se debe a relajaciones espontáneas del esfínter, no relacionadas con la deglución, que permiten el paso del contenido del estómago al esófago.

- Aumento de la presión en el interior del abdomen. Este hecho también favorece el reflujo.

- Alteración del aclaramiento esofágico. El aclaramiento esofágico consiste en la capacidad del esófago para vaciar con rapidez el contenido gástrico refluido, impidiendo así que se produzcan lesiones en el esófago. En este aclaramiento participan tres factores: la acción de la gravedad, la saliva y las contracciones del esófago.

- Alteraciones del estómago. El exceso de secreción de ácido gástrico, con el consiguiente aumento de volumen en el interior del estómago, favorece el reflujo. Cuando el estómago se vacía con demasiada lentitud se produce una predisposición al paso del contenido gástrico al esófago. Los aumentos de presión en el interior del estómago potencian la existencia de reflujo al alterar el equilibrio de presiones entre el estómago, el EEI y el esófago.

- La obesidad parece predisponer al reflujo, posiblemente por un aumento de la presión intrabdominal.

Hernia de hiato

El esófago atraviesa el músculo llamado diafragma a través de un orificio que recibe el nombre de hiato esofágico. En la hernia de hiato, parte del estómago penetra por este orifico hacia el tórax.

Existen dos tipos de hernias de hiato: la hernia por deslizamiento y la hernia paraesofágica. La hernia por deslizamiento constituye el 95% de los casos. En ella, la prominencia del estómago por encima del diafragma forma una dilatación con aspecto de campana.

Las personas con hernia de hiato pueden tener reflujo gástrico, pero no es muy frecuente, produciéndose sólo en el 9 % de los casos. En los casos de hernia, el reflujo puede deberse a que la hernia dificulta el aclaramiento ácido del esófago.

Las hernias de hiato pueden causar complicaciones. Por ejemplo, se pueden ulcerar, causando hemorragia y perforación. No obstante, la hernia de hiato no complicada no requiere tratamiento.

La influencia de la dieta

Ciertos alimentos disminuyen la presión del EEI favoreciendo el paso del contenido gástrico al esófago.

Entre ellos se encuentran las comidas grasas, el tabaco, el alcohol, el chocolate y la menta.

Síntomas del reflujo gastroesofágico

La existencia de pirosis o regurgitación ácida, que con frecuencia aumenta tras la comida o al estar tumbado y se alivia con alcalinos sugiere la existencia de reflujo.

Otras veces, los síntomas son más variados: eructos, dolor abdominal, náuseas, hipo, disfagia (dificultad para tragar), dolor al tragar o anemia.

En otras ocasiones, el reflujo se manifiesta como molestias en la faringe, alteraciones respiratorias (tos nocturna, broncospasmo, neumonías recurrentes, o fibrosis pulmonar).

Con frecuencia se produce una asociación entre reflujo gastroesofágico y asma. No se conoce el mecanismo con claridad. El reflujo podría producir asma por microaspiración del contenido gástrico hacia el árbol bronquial o por una bronconconstricción debida a la presencia de ácido en el esófago.

En ocasiones, la única manifestación clínica del reflujo consiste en molestias en la faringe o laringe, como sensación de nudo en la garganta, o de cuerpo extraño o disfonía (alteración de la voz).


El reflujo gastroesofágico es una causa frecuente de dolor torácico no cardiaco. Sucede hasta en el 60% de los pacientes. El dolor puede ser idéntico al producido por un infarto de miocardio.

Causas

Entre las causas más comunes del reflujo gastroesofágico se encuentran las siguientes:

Tomar aspirinas, ibuprofeno, cortisona, medicamentos para la artritis, sodio de naproxeno.

Comer comidas pesadas o comer muy deprisa.

Alimentos como chocolate, ajo, cebolla, menta, tomates o cítricos.

Acostarse después de comer.

Tomar café, tabaco o alcohol (sobre todo después de comer).

Tener sobrepeso.

Usar ropa ajustada.

Embarazo.

Estrés.

Qué puedes hacer si tienes reflujo gastroesofágico

Siéntate erguido o camina después de las comidas. Tumbarse después de comer favorece el reflujo.

Evita las prendas que compriman el abdomen.

No comas nada en las tres horas previas al momento de acostarte.

Eleva la cabecera de la cama con tacos de 15 ó 20 cm. de altura.

No es aconsejable dormir con varias almohadas o colocar la mitad superior del colchón en un plano inclinado porque esto te dobla por la cintura y hace que aumente la presión intrabdominal.

Pierde peso en caso de obesidad.

No comas comidas demasiado abundantes.

Evita las bebidas con burbujas.

Si tienes que tomar aspirinas, ibuprofeno, cortisona, medicamentos para la artritis o sodio de naproxeno, tómalos con las comidas.