Autora: Ana Muñoz
La infección de oído es más común en niños que en adultos, aunque puede producirse a cualquier edad.
Puede clasificarse en dos tipos. El primero es una infección del oído externo que recibe el nombre de otitis externa y sucede cuando una sustancia (generalmente agua) entra en el canal auditivo y es atrapada por una acumulación de cera. Al estar estancada, proliferan las bacterias, produciéndose una infección con inflamación, dolor y, a veces, fiebre.
El segundo tipo recibe el nombre de otitis media. Es mucho más común, sobre todo en niños pequeños. La mayoría de las veces están relacionadas con una infección del tracto respiratorio superior o una alergia. Un alto porcentaje de casos se relacionan con una infección bacteriana, aunque en muchos casos se debe a una infección viral (estas infecciones no responden ante los antibióticos).
Una otitis media puede ser muy dolorosa. Pueden aparecer náuseas, vómitos, fiebre y ciertos problemas de audición. Los niños pequeños se tiran de las orejas o se dan palmadas cuando tienen una infección de este tipo.
Si un niño (o adulto) tiene un dolor agudo seguido de una desaparición repentina del dolor y/o una descarga de pus o sangre, llévalo al médico de inmediato.
En algunos casos, los médicos recurren a la colocación de tubos de drenaje en niños. No obstante, estos tubos pueden causar numerosos daños. Por tanto, si tu médico los recomienda, asegúrate de tener otras opiniones y de haber agotado todas las posibilidades de tratamiento, incluyendo un tratamiento homeopático, antes de decantarte por esta opción.
Alimentación
En primer lugar, investiga la posibilidad de que exista alguna alergia alimentaria, sobre todo a productos lácteos, trigo, azúcar, frutos secos, soja, huevos o chocolate.
Si la otitis recurre o es crónica, suspende la ingestión de productos lácteos de manera indefinida. En niños que se alimentan con biberón, reemplaza la leche de vaca por una fórmula hipoalergénica/predigerida con la supervisión de tu médico.
Haz una dieta a base de alimentos integrales, proteínas de calidad (pollo y pavo de corral, pescado, huevos, soja, legumbres y frutos secos).
Los ácidos grasos esenciales ayudan a reducir la inflamación y las alergias. Se encuentran en pescados como salmón o caballa, semillas de lino, aceite de semillas de lino.
Bebe mucha agua para fluidificar el moco.
Los azúcares simples debilitan el sistema inmunitario. Por tanto, evita los carbohidratos refinados.
Un ayuno de tres días a base de zumos de fruta y verdura puede ayudarte a desintoxicar el organismo y a acabar con el exceso de moco. Sólo para adultos, pues los niños nunca deben hacer ayuno.
Hierbas y suplementos
Gotas de ajo
El ajo tiene un efecto antibacteriano y antiviral. Vierte dos gotas templadas en el oído afectado tres veces al día.
Echinacea (echinacea purpurea) y hidrastis (Hydrastis canadensis)
Ambas hierbas estimulan el sistema inmunitario. Los adultos pueden tomar 4 ml de la tintura y los niños 2 ml, cuatro veces al día, de una combinación de ambas plantas
Vitamina C
Estimula el sistema inmunitario y reduce la inflamación. Los adultos pueden tomar 1000 mg tres o cuatro veces al día y los niños500 mg tres veces al día. Si aparece diarrea, reducir la dosis.
Vitamina A
Administra de 2000 a 5000 UI al día durante 5 días para niños hasta seis años de edad. Estimula el sistema inmunitario.
Ácidos grasos esenciales
Reducen la inflamación y la tendencia a padecer alergias. Los adultos deben tomar de una a dos cucharadas de aceite de semillas de lino al día, o 3 gramos de aceite de pescado al día o una fórmula que contenga ácidos omega-3, omega-6 y omega-9. Los niños deben tomar una fórmula para niños a base de ácidos grasos esenciales, o de media a una cucharada de aceite de semillas de lino al día.
Homeopatía
Para una otitis aguda, toma tres gránulos cada hora de una potencia 30 CH del remedio que mejor describa tus síntomas, hasta seis dosis.
Aconitum napellus
Dolor de oído que aparece con rapidez. Dolor intenso, inquietud y gran sed. Con frecuencia el dolor aparece después de haber estado expuesto al viento frío y seco. El oído es de un color rojo brillante. Sólo es útil si se usa durante las primeras seis horas de la infección.
Belladona
Dolor repentino de oído, con fiebre alta, cara roja, tímpano enrojecido. El oído derecho está más afectado que el izquierdo. Las pupilas pueden estar dilatadas. La persona tiene calor, pero los pies están fríos.
Chamomilla
Niños con infección de oídos que están muy irritables, enfadados, y cuesta mucho consolarlos. Parece tener gran dolor, grita y llora. Quiere que lo paseen en brazos, pero esto sólo hace efecto durante un breve periodo de tiempo. A menudo, una mejilla está roja y otra pálida. Es un gran remedio para dolores de oído que aparecen durante la dentición.
Ferrum phosphoricum
Niños con fiebre y calor. La cara y el oído afectado están rojos, pero el niño no aparente estar enfermo.
Hepar sulphuris
Los oídos son muy sensibles al tacto y al frío durante la infección. El niño está irritable y es difícil consolarlo. Dolor agudo en el oído que mejora con paños templados. Puede haber pus o descarga del oído.