Autora: Ana Muñoz


Los niños pequeños hacen preguntas constantemente sobre cualquier cosa, en parte porque desean aprender cosas y en parte porque han aprendido que sus preguntas pueden iniciar una conversación.

Cuando los niños superan la edad de tres años, su lenguaje se parece cada vez más al del adulto. Entre los tres y lo seis años los niños suelen aprender un media de nueve palabras cada día, aunque no siempre las utilizan como los adultos. Por ejemplo, un niño puede usar la palabra ayer para referirse a cualquier momento del pasado y mañana para cualquier tiempo futuro.

La gran velocidad con la que aprenden palabras nuevas se debe a que asimilan el significado de una palabra al escucharla solamente una o dos veces durante la conversación.

Al comienzo de la niñez temprana, los niños pueden seguir instrucciones que incluyen más de un paso, como: "recoge tus juguetes y guárdalos en el arcón", pero a menudo malinterpretan las oraciones complejas. Por ejemplo, si le dices "puedes ver la televisión después de ordenar tu cuarto", el niño puede procesar las palabras en el orden en que las escuchó y creer que puede ver primero la televisión y después ordenar su cuarto.

Los niños pequeños suelen ser también muy literales para interpretar el significado de las palabras y no es raro que perciban un significado muy diferente al que los adultos intentar comunicar. Por este motivo hay que prestar atención a lo que se le dice a los niños, sobre todo en momentos de ira.

Después de los tres años, los niños pronuncian con más claridad y tratan de hacerse entender, intentando explicarse con más claridad cuando alguien dice no entenderlos.

El lenguaje privado

El lenguaje privado hace referencia a la tendencia a hablar en voz alta con uno mismo. Es muy común en la niñez y representa entre el 20 y el 60 % de lo que los niños dicen.

Mientras están jugando, los niños más pequeños repiten sonidos rítmicos en un patrón parecido al balbuceo.

Los niños un poco más mayores piensan en voz alta usando un lenguaje relacionado con sus acciones, como "ya me he puesto un zapato, ahora me pongo el otro". Los más mayores musitan de manera imperceptible.

El lenguaje privado aumenta durante los primeros años de escuela, cuando los niños lo utilizan como un modo de guiar y controlar sus acciones y desaparece cuando comienzan a pensar en silencio.

Una investigación halló que los niños más sociables y populares utilizan el lenguaje privado en mayor medida. Los niños más brillantes lo utilizan a una edad más temprana (llegando al máximo a los cuatro años) mientras que los niños con una inteligencia promedio lo utilizan a una edad de cinco a siete años. A los nueve años prácticamente todos los niños han dejado de usarlo.

Cuando los niños van a la escuela es importante que los maestros comprendan el significado del lenguaje privado, de manera que:

No lo consideren un comportamiento erróneo.

Un profesor que lo escuche debe estar alerta ante la posibilidad de que el niño pueda estar enfrentando un problema y pueda necesitar ayuda.

En lugar de insistir en que permanezcan callados, los profesores pueden destinar áreas especiales donde los niños puedan hablar y aprender sin molestar a los demás.

Deberá animarse a los niños a jugar con los demás para desarrollar el pensamiento interior que acabará desplazando al pensamiento en voz alta.

Retraso en el desarrollo del lenguaje

El desarrollo del lenguaje se retrasa en un 3 % aproximadamente de los niños, aunque su inteligencia suele ser normal. Alrededor del 40 % de los niños que hablan tarde tiene problemas de audición o retraso mental.

No está claro a qué se debe el retraso en los niños sin problemas de este tipo, pero es posible que estos niños necesiten escuchar una palabra más veces que los demás antes de que puedan entenderla. No obstante, con una exposición frecuente pueden incorporar nuevas palabras a su vocabulario.

Es importante ayudar a los niños que presentan retaso en el desarrollo del lenguaje, ya que los adultos suelen juzgarlos negativamente y a considerarlos menos inteligentes. Los niños a quienes se considera menos inteligentes o menos maduros pueden recibir un trato diferente o vivir con unas expectativas más bajas.

Los demás niños también pueden rechazarlos, pues suelen mostrar menos interés en jugar con niños con limitaciones en el lenguaje. La capacidad del lenguaje más importante para determinar la popularidad de un niño es la comprensión. Mientras el niño pueda entender lo que dicen los demás, no importa que no pueda hablar con claridad. Los niños que se sienten rechazados por sus compañeros debido a sus problemas en el lenguaje pueden tener problemas para acercarse a otros niños, lo cual puede perjudicarles, pues la amistad es importante para el desarrollo social.

Desarrollo de las habilidades de lectoescritura

Existen factores que favorecen el desarrollo de las habilidades de lectura y escritura. La interacción social y el tipo de conversación que se sostiene en la familia parece ser un factor muy importante.

Los niños desarrollan mejor sus habilidades de lectoescritura cuando los adultos les proporcionan los retos de conversación correctos y en el momento oportuno. Es decir, utilizan un vocabulario amplio que incluye palabras poco frecuentes y conversaciones familiares en la mesa. Estas conversaciones suelen dirigirse a temas como las actividades de la vida diaria y a temas complejos (por ejemplo, por qué las personas hacen ciertas cosas o cómo funcionan las cosas) y no charlar tan solo sobre comida, modales en la mesa o temas puramente personales. Estas conversaciones ayudan a los niños a aprender a manejar la mecánica del lenguaje, planear la sintaxis, elegir las palabras correctas y formar oraciones para expresarse adecuadamente.

Los niños también aprenden a leer y a escribir a través del juego, sobre todo mediante las representaciones teatrales, que suponen un juego imaginativo en el cual los niños plantean situaciones y representan su parte en ellas.