Autora: Ana Muñoz
1. El desarrollo del bebé
Durante este mes el bebé gana peso con una gran rapidez. En la semana 33 está ya casi desarrollado por completo. Sus pupilas pueden contraerse y dilatarse en respuesta a la luz y los pulmones están mucho más formados.
La capa de vérnix que protege su piel se hace más espesa y el lanugo ha desaparecido casi por completo. Durante este mes, el bebé se encuentra bastante más apretado en el interior del útero, de manera que no lo notarás dar patadas o puñetazo como antes, pero sí lo notarás estirarse o girarse.
2. Los cambios en el cuerpo de la mujer
El tamaño de tu vientre puede hacer que tengas problemas para dormir por la noche. Probablemente, te sientes cansada a menudo y te duelen los músculos de llevar a cuestas tanto peso.
Por los motivos ya mencionados en meses anteriores, puedes continuar teniendo sensación de falta de aire.
Las glándulas mamarias siguen creciendo y las pequeñas glándulas que se desarrollaron alrededor de tus pezones para mantener hidratados y protegidos los pezones y areolas son ahora más evidentes.
El bebé se coloca cabeza abajo y es posible que notes como si cayera hacia la parte baja de tu útero, adentrándose más en la pelvis (es lo que se llama encajamiento). Esto es debido a que se sitúa en la posición más adecuada para nacer. Algunas mujeres notan esto varias semanas antes del parto, otras el mismo día del parto y otras no notan nada en absoluto, pues es algo que depende de cada mujer. Cuando sucede, las mujeres suelen notar un alivio en sus síntomas digestivos (como el reflujo gástrico y el estreñimiento); en cambio, los problemas urinarios pueden intensificarse porque tienes una mayor presión en la vejiga y necesitas orinar con mayor frecuencia.
Tus ligamentos y articulaciones se siguen preparando para el día del parto. Puedes incluso tener la sensación de que tus piernas se separan del resto de tu cuerpo (pero no te preocupes, a tus piernas no les pasa nada malo). Aún puede que sigas teniendo dolor de espalda y dolor en la cadera o nervio ciático.
El cérvix o cuello del útero comienza a dilatarse este mes. La dilatación puede empezar semanas, días o solo horas antes del parto. Es diferente en cada mujer. Durante la dilatación puedes notar un dolor punzante en la vagina. Esto es normal; no obstante, si el dolor es fuerte habla con tu médico.
Este mes tendrás también algunas contracciones pero no son especialmente molestas y puede que ni siquiera las notes.
Las varices, arañas vasculares, picor en la piel o estrías pueden ser más evidentes o marcadas este mes.
Pero esto no es todo. Aún nos queda el décimo mes.