Autora: Ana Muñoz
Los bebes se desarrollan mejor y se comportan mejor cuando reciben masajes de manera habitual. Los masajes son, además, un modo excelente de que los padres conozcan mejor el lenguaje corporal de sus hijos.
Los beneficios del masaje para los bebés
1. El masaje estimula la producción de hormonas que promueven el crecimiento. El contacto que recibe el bebé a través del masaje estimula la secreción de hormonas del crecimiento y produce un aumento de las enzimas que hacen que las células de órganos vitales respondan mejor ante los efectos de estas hormonas. De hecho, se ha comprobado que los niños que no reciben contacto físico muestran un defecto llamado enanismo psicosocial.
2. El contacto promueve el crecimiento del cerebro. Los recién nacidos que reciben un contacto adicional muestran un aumento del desarrollo neurológico. Los investigadores creen que esto se debe a que el contacto físico promueve el crecimiento de mielina, el material aislante situado alrededor de los nervios que hace que los impulsos nerviosos viajen más deprisa.
3. El contacto físico mejora la digestión. Los bebés que reciben un contacto adicional muestran una mayor secreción de hormonas digestivas. Es decir, el contacto hace que el aparato digestivo de los bebés sea más eficaz.
4. El contacto mejora el comportamiento. Los bebés que reciben un contacto físico adicional son más organizados, duermen mejor por la noche, tienen menos pataletas durante el día y se relacionan mejor con sus cuidadores.
5. El contacto mejora la autoestima del bebé. El contacto físico ayuda a los niños a valorarse mejor a sí mismos, así como a conocer mejor su propio cuerpo.
6. El masaje ayuda también a los padres. Dar masajes a sus hijos ayuda a sus padres a conectar mejor con el bebé y conocer su lenguaje corporal. Es también un modo importante de conectar con el bebé para aquellas personas que pasan muchas horas al día lejos del bebé por motivos de trabajo.
Cómo dar el masaje
Elige un horario en que el bebé esté relajado. Los bebés con cólicos se benefician más del masaje hacia al atardecer, antes de que aparezcan los cólicos. A veces, estos masajes hacen que desaparezca el cólico por completo.
Escoge algún aceite natural y sin perfume que esté prensando en frío, lo que significa que el aceite se ha extraído solo mediante el uso de presión, no mediante el calor o uso de solventes que cambian las características del aceite. Entre los aceites favoritos de los bebes están el de coco, almendra, albaricoque, cártamo y aguacate. Ten primero cuidado de que no tenga alergia al aceite que has elegido.
Es importante respetar el deseo del bebé de recibir un masaje y estar especialmente atento a las señales que emite mientras le das el masaje para asegurarte de que le está gustando y le relaja. Antes de empezar, pregúntale: “¿Te gustaría que te diera un masaje?” Si el bebé parece molesto es preferible posponer el masaje para otra ocasión.
Empieza con las piernas, sujetando el pie con una mano y exprimiendo la pierna desde el tobillo hasta el muslo. Luego agarra el muslo con ambas manos y sube hacia arriba con un movimiento de amasado y luego vuelve a bajar. Después acaricia ligeramente las piernas desde el muslo hasta el pie.
Para masajear el abdomen, desliza la palma de tu mano en un movimiento circular desde las costillas hacia abajo. Luego desliza ambas manos alrededor del abdomen en movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj. Luego usa los dedos para “caminar” sobre el abdomen.
En el pecho, desliza ambas manos desde las costillas hacia los lados, como si aplastaras las páginas de un libro.
Las manos y brazos se hacen del mismo modo que las piernas y pies aunque, en este caso, comenzarías masajeando suavemente los ganglios linfáticos de las axilas.
Si no le molesta, puedes masajear también la cara con los pulgares.
Finalmente masajea la espalda, que suele ser la parte favorita de los bebés, haciendo círculos con tus dedos a lo largo de toda la espalda. Y luego peina con la punta de los dedos desde la parte superior de la espalda hasta los tobillos.
Existen también libros especialmente creados para enseñar a dar masajes a los bebés, con fotos que pueden servirte de ayuda e inspirarte.