Autora: Ana Muñoz


Un estudio realizado en España por la Universidad de Murcia y la UNED (Universidad nacional de educación a distancia) describe las diferencias en los patrones de llanto de los bebés según cuál sea el motivo por el que lloran: miedo, ira o dolor. Observaron también la exactitud de los adultos para determinar el motivo del llanto.

El estudio mostró que los adultos no identifican bien la causa del llanto, sobre todo cuando se trata de ira y miedo. Sin embargo, cuando los bebés lloran de dolor, los adultos tienen una respuesta afectiva más intensa, incluso sin tener claro que el motivo del llanto es el dolor. Por tanto, el dolor es la emoción que se reconoce más fácilmente.

Las principales diferencias entre los distintos tipos de llanto se encuentran en los ojos y en la dinámica misma del llanto. Cuando un bebé llora, se produce una gran tensión en la frente, cejas y labios, abren la boca y levantan las mejillas. Pero se producen diferentes patrones en las tres emociones estudiadas.

Ira

Cuando están enfadados, la mayoría de los bebés mantienen sus ojos medio abiertos (o medio cerrados), mirando de una manera fija o hacia ninguna dirección determinada. La boca suele estar abierta o medio abierta y el llanto se va volviendo cada vez más intenso.

Miedo

Cuando lloran por miedo, los ojos permanecen abiertos casi todo el tiempo y a veces tienen una mirada penetrante y mueven la cabeza hacia atrás. El llanto es explosivo, tras un aumento gradual de la tensión.

Dolor

Cuando el motivo del llanto es el dolor, los ojos permanecen cerrados y, si los abre, es solo durante un momento y manteniendo una mirada distante. Se produce una gran tensión en la zona de los ojos y la frente está fruncida. El llanto no aumenta gradualmente sino que comienza en su máxima intensidad, de manera repentina e inmediata tras la aparición del dolor.