Autora: Ana Muñoz


Tal vez te sientas fatigada, con dolor de espalda e hinchada y piensas que hacer ejercicio es lo último que necesitas, pero el ejercicio durante el embarazo puede hacer que te sientas mucho mejor.

El ejercicio puede aumentar tu nivel de energía, aliviar el dolor de espalda y reducir el riesgo de diabetes gestacional, depresión postparto o hipertensión durante el embarazo.

Hacer ejercicio te servirá también para fortalecer los músculos y prepararte para el parto.

Lo ideal es hacer ejercicio durante unos 30 minutos al día. Si hace tiempo que no haces ejercicio, puedes comenzar con sesiones de cinco minutos e ir aumentando el tiempo poco a poco, unos cinco minutos cada vez.

Uno de los mejores ejercicios es caminar. También constituye un buen ejercicio el uso de una máquina de remo o una bici estática o practicar sesiones de yoga de baja intensidad.

Si habitualmente hacías ejercicio antes del embarazo, puedes seguir practicando el mismo nivel de ejercicio durante casi todo tu embarazo, siempre que te sientas cómoda y tu médico no te aconseje lo contrario. Si habitualmente sales a correr o nadar puedes seguir haciéndolo sin problema.

La mayoría de las mujeres hacen menos ejercicio al final de su embarazo porque con el aumento de peso varía el centro de gravedad y los ligamentos se vuelven más débiles. Lo importante es que te sientas cómoda con la intensidad de ejercicio que realices en cada momento.

Algunos puntos a tener en cuenta

No hagas ejercicio hasta el punto de sentirte exhausta. Lo ideal es hacer un tipo de ejercicio que te permita hablar mientras lo realizas (si no puedes hablar porque te quedas sin respiración significa que te estás pasando).

Es muy importante que te mantengas hidratada, pues la deshidratación puede ser peligrosa tanto para ti como para tu bebé y puede producir contracciones. Por tanto, bebe agua mientras haces ejercicio.

Después del primer trimestre, es preferible evitar actividades que impliquen que tengas que estar tumbada sobre tu espalda durante mucho rato, ya que el peso del bebé puede causar problemas circulatorios.

No estés de pie durante largos periodos de tiempo, pues puede ser dañino para el sistema circulatorio.

Evita las actividades o deportes que impliquen un alto riesgo de caerte o de chocarte con otra persona, como el fútbol, montar a caballo, etc.

El cartílago de tus articulaciones se debilita durante el embarazo, por lo que conviene evitar deportes que requieran movimientos bruscos o rápidos cambios de dirección, como el baloncesto.

Evita deportes que impliquen aguantar la respiración, como el buceo, o subir a una altitud superior a los 1800 metros sobre el nivel del mar.