Autora: Ana Muñoz
Si has decidido quedarte embarazada, el primer paso consiste en visitar a tu ginecólogo habitual para identificar posibles riesgos e informarte. Lo ideal es que tu pareja acuda también a esta visita, pues su salud y estilo de vida pueden afectarte a ti y tu bebé (por ejemplo, la existencia de enfermedades infecciosas o de otro tipo, defectos de nacimiento, etc.)
El especialista realizará un examen completo, incluyendo un examen pélvico, te tomará la tensión y te hará una serie de preguntas que le ayudarán a determinar la existencia de posibles factores de riesgo.
Si has estado tomando la píldora anticonceptiva es recomendable que esperes un tiempo antes de quedarte embarazada. Si dejas que pasen varios ciclos menstruales, podrás determinar mejor cuándo es el momento de la ovulación. No obstante, tu fertilidad volverá a ser normal un par de semanas después de dejar la píldora, por lo general.
A tu médico le interesará también saber si padeces alguna enfermedad crónica que haya que controlar antes de quedarte embarazada y también te preguntará acerca de las vacunas que has recibido. Enfermedades como la varicela, la rubeola o la hepatitis B pueden dañar al feto. Si no has sido vacunada, probablemente deberías vacunarte un mes antes de empezar a intentar quedarte embarazada.
Informa también a tu médico de cualquier medicamento, hierba o suplemento que estés tomando. Algunos (incluyendo las plantas medicinales) pueden ser peligrosos para el feto en desarrollo.
Conviene empezar a tomar vitaminas incluso antes de quedarte embarazada. Esto es debido a que el tubo neural (que luego dará lugar al cerebro) se forma durante el primer mes de embarazo, de manera que puede empezar a formarse incluso antes de que te des cuenta de que estás embarazada.
Por el mismo motivo, conviene que empieces a hacer ya una alimentación sana y ejercicio y tratar de mantenerte tranquila, practicando técnicas de relajación o meditación si estás teniendo demasiado estrés. El estrés, los problemas y las malas relaciones con los demás pueden influir en tu fertilidad, de manera que, si tienes problemas, este puede ser el mejor momento para empezar a solucionarlos.
Evita también el alcohol y el tabaco desde el momento en que empieces a intentar quedarte embarazada y, por supuesto, las drogas o cualquier otra sustancia tóxica.