Autora: Ana Muñoz
El llanto es la principal forma de comunicación del bebé y forma parte de su ajuste al mundo exterior. Es normal que pasen entre una y cuatro horas al día llorando. Las principales razones por las que llora un bebé son las siguientes:
Hambre. Dado que los bebés se alimentan entre 6 y 10 veces al día, no es raro que a veces lloren porque tienen hambre.
Incomodidad o dolor. Puede sentirse incómodo o dolorido por culpa de un pañal mojado o apretado, porque tiene gases o indigestión, porque tiene calor o frío, porque está en una postura incómoda... Cuando se sienten incómodos pueden buscar algo que chupar y es posible que el chupete los calme brevemente, pero no por mucho tiempo. Es preferible tratar de encontrar la causa del malestar y eliminarla.
Aburrimiento, miedo, soledad. A veces el motivo del llanto es emocional y necesita que lo cojas en brazos y lo calmes. Si este es el motivo de su llanto, posiblemente se calmará en cuanto te vea o escuche tu voz, al tocarlo, acunarlo o simplemente al estar a su lado.
Exceso de estimulación o cansancio. Cuando el bebé está cansado o ha recibido un exceso de estimulación también es muy probable que llore como un modo de aliviar la tensión o librarse del exceso de energía. Por lo general, es difícil consolar a un bebé cuando llora por este motivo.
Cómo calmar al bebé cuando llora
Si un bebé llora es aconsejable acudir lo antes posible. Cuando los cuidadores responden con rapidez al llanto de los bebés, éstos tienden a llorar menos y duermen más por las noches. Si tu bebé está llorando y no sabes por qué, empieza por hacer las siguientes comprobaciones:
- Si tiene hambre
- Si necesita un cambio de pañal
- Si puede tener frío o calor (si está demasiado abrigado o demasiado poco)
- Si necesita eructar
- Si necesita que lo cojas en brazos, lo acunes o le prestes atención
- Si necesita que lo cambies de postura o si hay algo que le está haciendo daño o causando picor u otra molestia física
Después de asegurarte de que todo parece ir bien, puedes utilizar algunas de estas estrategias para calmar al bebé:
- Acaricia suavemente su cabeza, espalda o pecho
- Cántale una canción
- Cógelo en brazos y balancéalo suavemente
- Pon música suave
- Colócalo boca abajo en tu regazo
- Dale un paseo en tu coche
- Báñalo en agua templada
- Sal a la calle y dale un paseo en su cochecito
- Reduce cualquier ruido, luces o movimiento en la habitación donde está el bebé
- Lee al bebé un cuento con voz tranquila y suave
- Dale un masaje suave
Si a pesar de todos tus intensos por consolarlo sigue llorando, ten en cuenta que a veces los bebés necesitan llorar para descargar la tensión y es preferible dejarlos desfogarse. Por ejemplo, pueden necesitar un rato de llanto cuando han recibido una estimulación excesiva y se sienten estresados. Tras haberte asegurado de que está cómodo y no necesita nada, ponlo en su cuna, sal de la habitación y deja que llore un rato. Mantente lo bastante cerca como para poder oírlo y échale un vistazo cada pocos minutos. Puede que necesite unos 10 o 15 minutos de llanto y después se sienta mejor.
Por lo general, los recién nacidos lloran cada vez más hasta las 6 semanas aproximadamente, momento en que el llanto suele empezar a disminuir gradualmente.
Es normal que las madres y padres se sientan frustrados cuando no pueden consolar a su hijo. Ten presente que no siempre vas a poder consolarlo y lo mejor que puedes hacer es aceptarlo, respirar hondo y mantener la calma. Si te sientes demasiado irritable y crees que puedes perder el control, es preferible que salgas de la habitación y llames a alguien para pedirle ayuda.
Nunca debe agitarse a un bebé para hacerle callar, pues eso puede producir daño cerebral, ceguera e incluso la muerte.