Autora: Ana Muñoz


Las ondas cerebrales

Las células cerebrales (neuronas) se comunican produciendo diminutos impulsos eléctricos. Esta actividad eléctrica puede medirse mediante pequeños electrodos situados en diversas áreas del cuero cabelludo que miden los cambios en la actividad eléctrica del cerebro. El aparato utilizado para medir dicha actividad recibe el nombre de electroencefalograma (EEG)

Los investigadores consideran que un cerebro en su pleno funcionamiento puede generar hasta 10 vatios de energía eléctrica.

La actividad eléctrica que emana del cerebro se muestra en el EEG en forma de ondas cerebrales. Dado que la intensidad de los cambios eléctricos está directamente relacionada con el grado de actividad neuronal, las ondas cerebrales varían en amplitud y frecuencia, según nos encontremos despiertos o en alguna de las diferentes fases del sueño.

Existen cuatro tipos de ondas: alfa, beta, theta y delta. En la página siguiente se describen los diferentes tipos de ondas en orden de mayor a menor actividad.

Ondas beta

Se producen cuando el cerebro está despierto e implicado en actividades mentales. Son ondas amplias y las más rápidas de las cuatro. Su frecuencia oscila entre 15 y 40 ciclos por segundo. Denotan una actividad mental intensa. Cuando una persona está dando un discurso, estudiando, realizando un problema de matemáticas, etc. su cerebro se encuentra emitiendo este tipo de ondas.

Ondas alfa

Alfa representa un estado de no actividad y relajación. Son más lentas y de mayor amplitud que las beta. Su frecuencia oscila entre 9 y 14 ciclos por segundo. Una persona que ha terminado una tarea y se sienta a descansar, se encuentra a menudo en un estado alfa, así como la persona que está dando un paseo, disfrutando del paisaje.

Ondas theta

Son ondas de mayor amplitud y menor frecuencia (entre 5 y 8 ciclos por segundo). Se trata de un estado de meditación profunda. La persona que está fantaseando o, como suele decirse, soñando despierta, se encuentra en este estado, así como la persona que tras conducir un rato, de repente se da cuenta de que no recuerda los últimos kilómetros. Es el estado más inspirador.

A menudo, una persona tiene las mejores ideas cuando predominan este tipo de ondas. Se trata de un estado en el que las tareas que realizas se han vuelto tan automáticas, que no necesitas tener un control consciente de su realización y puedes distanciarte de ellas mentalmente. Es decir, tu mente está en "otro sitio". Las ideas que surgen en la mente en este estado fluyen con libertad y sin censura o culpa.

Ondas delta

Son las ondas de mayor amplitud y menor frecuencia (entre 1,5 y 4 ciclos por segundo). Nunca llegan a cero, pues eso significaría la muerte cerebral. Es un estado de sueño profundo.

Cuando nos vamos a dormir, las ondas cerebrales van pasando sucesivamente de beta a alfa, theta y finalmente, delta. Durante el sueño se producen ciclos que duran unos 90 minutos.

Cuando una persona despierta de un sueño profundo, la frecuencia de sus ondas cerebrales se va incrementando progresivamente, pasando de delta a theta, luego alfa y finalmente, beta. Durante este proceso de despertar, no es extraño que una persona permanezca en un estado theta durante un tiempo (por ejemplo, unos 15 minutos). Esto le permitirá tener un libre flujo de ideas, lo cual puede aportarle soluciones, ideas nuevas o nuevos puntos de vista, siendo este un estado especialmente creativo y productivo. De ahí la expresión "lo consultaré con la almohada", pues a veces las mejores ideas o la solución a un problema aparecen después de una noche de sueño.

Las investigaciones han mostrado que aunque un estado cerebral puede predominar en un momento dado, los tres tipos de ondas restantes están también presentes en todo momento. Es decir, mientras una persona está implicada en una actividad mental, produciendo ondas beta predominantemente, las ondas alfa, theta y delta se están produciendo también, aunque sólo estén mínimamente presentes.

Las fases del sueño

Fase 1

Es la fase de transición hacia el sueño, cuando los párpados empiezan a cerrarse. El ritmo alfa disminuye, siendo su frecuencia de 4 a 6 ciclos por segundo Suele durar unos 10 minutos y enseguida se pasa al siguiente estado. Sus características son las siguientes:

  • La respiración se vuelve lenta y sosegada
  • El latido cardiaco es regular
  • La presión sanguínea desciende
  • La temperatura cerebral desciende
  • El flujo sanguíneo al cerebro es más reducido
  • Apenas existe movimiento corporal

Fase 2

Suele durar unos 20 minutos. La persona va cayendo progresivamente en un sueño más profundo, desconectando cada vez más de la realidad, de modo que cada vez es más difícil despertarla.
Se caracteriza por:

  • Ondas cerebrales más amplias con brotes ocasionales de actividad
  • La persona no ve nada, incluso aunque sus ojos se abran
  • El ruido puede despertarle fácilmente
  • Las funciones corporales se vuelven más lentas o disminuyen: presión sanguínea, metabolismo, secreciones, actividad cardiaca

Fase 3

Es el principio del sueño profundo. Suele ocurrir unos 30-40 minutos después de dormirse.
Se caracteriza por:

  • Ondas cerebrales delta de una frecuencia de 1 a 4 ciclos por segundo.
  • Es mucho más difícil despertar a la persona. Hace falta un ruido más intenso o un intento más activo para lograrlo.

Fase 4

Es la fase de sueño más profundo. Se caracteriza por:

  • Las ondas delta se vuelven más amplias y lentas y son más uniformes.
  • El tono muscular está más disminuido. Si la persona es sonámbula o se orina en la cama, ambas cosas suelen comenzar en esta fase.
  • Las funciones corporales continúan disminuyendo
  • La primera fase de esta etapa es la más profunda. Si se despierta a la persona en esta fase se sentirá confusa, desorientada y aturdida, incapaz de funcionar normalmente durante un tiempo.

Tras esta fase, el durmiente vuelve a la fase 2 y luego entra en la fase REM, que describimos en la próxima página.

Fase de sueño REM

Al entrar en esta fase, el cerebro se vuelve súbitamente más activo. Se caracteriza por:

  • Las ondas cerebrales son rápidas, propias del estado de vigilia.
  • Aumentan el tono muscular y la presión sanguínea.
  • La frecuencia cardiaca aumenta y se vuelve más irregular.
  • La respiración se vuelve irregular y el consumo de oxígeno aumenta.
  • La mandíbula está floja; la cara y los dedos de pies y manos se mueven como en los tics nerviosos.
  • Los hombres pueden tener erecciones y las mujeres engrosamiento del clítoris.
  • Los músculos de mayor tamaño están paralizados. No pueden mover el torso, brazos o piernas.
  • El cuerpo parece haber abandonado sus esfuerzos por regular la temperatura corporal y la temperatura cae gradualmente hasta la temperatura ambiental.
  • Se produce un movimiento rápido de los ojos

El primer periodo REM suele ser breve. Tras él, la persona puede despertarse brevemente, pero lo más probable es que no lo recuerde al día siguiente. No obstante, una persona con problemas de sueño, puede despertarse en este momento y luego tener problemas para volver a dormir

El ciclo de sueño

Tras la fase REM, el patrón cerebral vuelve a ser el de la fase 1, y el ciclo vuelve a empezar, recorriendo las diferentes fases hasta llegar al sueño REM. Las personas que se despiertan en una de las fases No-REM (las 4 primeras), dicen no recordar ningún sueño, mientras las personas que se despiertan en la fase REM suelen decir que estaban soñando y a menudo pueden recordar sus sueños con gran detalle.

Las personas suelen atravesar de 4 a 6 ciclos de sueño cada noche. Cada ciclo suele durar entre 70 y 110 minutos, con unos 90 minutos de media.

Aunque el sueño profundo predomina en los dos primeros ciclos, su frecuencia disminuye conforme avanza la noche, siendo más frecuente el sueño REM.

Las pastillas para dormir y otros medicamentos suprimen tanto el sueño profundo como la fase REM. Por este motivo, las personas que las toman pueden sentirse incluso más soñolientas al día siguiente.

Si se despierta a una persona tan pronto como empieza la fase REM, la próxima vez entrará más rápidamente en dicha fase, la cual es además más intensa. Si esta deprivación de sueño continúa, entra en sueño REM tan pronto como se queda dormida.