Autora: Ana Muñoz


Consulta: Han pasado determinadas cosas a mi alrededor que han hecho que esté muy triste. Se ha suicidado una amiga, se ha muerto otra, a mi abuelo le ha dado un ictus y estoy bastante agobiada con la universidad, ya que soy muy exigente. Además, sin razón aparente mi mejor amigo no me habla y siento que estoy muy sola. Tengo un novio que me quiere pero me siento mal porque lloro demasiado y siento que soy un lastre para él. Llevo dos semanas planteándome el suicidio y lo que me detiene es que la madre de mi novio se suicidó y no querría hacerle daño. Hace 6 años me diagnosticaron anorexia nerviosa restrictiva y purgativa, depresión y ansiedad y hasta hace 2 meses me sentía prácticamente recuperada pero últimamente vuelvo a sentirme fea y gorda y sin ganas de hacer nada en absoluto. Quiero recuperar las riendas de mi vida y sentirme otra vez mejor pero no sé por dónde empezar.

Respuesta: Teniendo en cuenta los cosas que te han sucedido  últimamente, es totalmente normal que te encuentres así de mal. Has vivido pérdidas y golpes importantes y superar ese tipo de cosas lleva tiempo e implica pasar por una fase de dolor emocional. Es el precio que tenemos que pagar por tener sentimientos pero seguro que estás de acuerdo conmigo en que es preferible tener la capacidad de sentir, aunque implique sentir dolor a veces, a no ser capaz de sentir nada en absoluto.

La vida se compone de etapas buenas y etapas malas. A veces todo va bien, nos sentimos felices y afortunados y la suerte parece estar de nuestro lado. Otras veces, en cambio, la vida nos trae todo lo contrario. Pero estas etapas acaban pasando y la vida sigue su curso. Por mucho que todos lo deseemos, no es realista esperar estar siempre bien y no nos queda más remedio que aceptar que estas etapas dolorosas forman parte de nuestras vidas y tratar de sacar el mejor partido de ellas porque cada una de estas etapas duras y dolorosas nos enseña y aporta algo que nos puede hacer crecer y cambiar si profundizamos en su significado.

A t te ha tocado enfrentarte con la muerte de una manera muy directa, tanto a través de la muerte de tus dos amigas y la enfermedad de tu abuelo, como a través de tus propios pensamientos de suicidio. Mirar directamente a la muerte, como tus circunstancias parecen empujarte a hacer, y profundizar en su significado, puede darte una perspectiva totalmente nueva de la vida, de su significado y de tu papel en ella.

Por lo que escribes, estoy segura de que tienes fuerzas de sobra para atravesar esta dura etapa y salir más sabia de ella porque has demostrado que puedes superar problemas tan difíciles como la anorexia, la depresión y la ansiedad con que te diagnosticaron hace seis años. Puedes sentirte muy orgullosa de ello.

Por supuesto, puede parecer que no es justo que, de nuevo, la vida vuelva a plantearte un reto complicado pero si dejas de lado esas ideas de suicidio y profundizas en todo esto que te está pasando, tratando de darle un significado, no solo saldrás adelante, sino que aprenderás a ver la vida desde una perspectiva más profunda o, de alguna manera, diferente y nueva. De qué modo, es algo que solo tú puedes descubrir. A ti te toca ahora hacerte tus preguntas, buscar tus respuestas y aprender de esta etapa de tu vida.

Y mientras haces esto, no olvides tener también en cuenta todas las cosas buenas que hay en tu vida y no centrarte solo en lo negativo. Y no olvides tampoco que las tormentas acaban pasando. En vez de saltar del barco, despliega tus velas, respira hondo  y ten paciencia.