Autora: Ana Muñoz

Consulta

Cuando alguien me preguntaba por qué he hecho o dicho algo, suelo responder: "no lo sé". Esta respuesta hace que se enfade porque no puede entender que alguien no sepa porqué hace lo que hace, pero mi respuesta es totalmente sincera.

Tengo emociones, pero cuando intento entender qué estoy sintiendo o por qué lo estoy sintiendo, no sé qué decir. A veces, simplemente me siento raro, siento algo, pero no sé exactamente qué es, es como si estuviera confundido, pero tampoco sé por qué. A veces quiero decir algo sobre cómo me siento, pero no sé cómo expresarlo.

Respuesta

Aunque a algunas personas les resulte difícil imaginar que alguien no reconozca lo que está sintiendo, es mucho más común de lo que la mayoría de la gente cree.

Las emociones no empiezan siendo sentimientos, sino más bien sensaciones fisiológicas. Por lo tanto, incluso cuando una persona no puede comprender su experiencia emocional, normalmente es consciente de lo que le está sucediendo físicamente. Veamos por qué ciertos sentimientos pueden ser difíciles, o incluso imposibles, de discernir:

1. El sentimiento aún no se ha cristalizado

En estos casos, estás empezando a sentir algo, pero todavía no es identificable. Puedes sentir algo en tu cuerpo, por ejemplo, un nudo en la garganta, un temblor en tus extremidades, un ritmo cardíaco acelerado. Pero en ese momento, aún no has conectado esa activación física con lo que la provocó. En este caso, necesitas prestar atención a eso que sientes, sea lo que sea, y preguntarte dos cosas: ¿qué ha pasado que pueda haber influido en lo que siento? ¿Qué he pensado acerca de la situación que pueda haber influido en lo que siento?

2. Estás sintiendo más de un sentimiento al mismo tiempo

Esto puede resultar confuso porque no puedes separarlos ni distinguirlos e incluso puede tratarse de emociones contradictorias. Por ejemplo, puedes sentir ira y, al mismo tiempo, el profundo dolor que produce una injusticia. Si has perdido el trabajo, puedes sentir miedo por el futuro, vergüenza por haberte quedado sin trabajo, pero también optimismo porque piensas que saldrás adelante y motivación o espíritu de lucha. Escribir sobre tu situación y todo lo que se te pasa por la cabeza puede servirte de ayuda en este caso.

3. No existen palabras

Se trata de un sentimiento (o amalgama de sentimientos) que no se puede identificar porque tu idioma no tiene un nombre para él o porque es demasiado complejo. John Koenig, en su libro The Dictionary of Obscure Sorrows crea palabras para describir emociones y sensaciones que no tienen un nombre exacto en otros idiomas. Por ejemplo, la palabra opia se refiere a la sensación ambigua e intensa que se experimenta al hacer contacto visual con otra persona, como si hubiera una conexión profunda y vulnerable, pero también una sensación de invasión o incomodidad.

4. Nunca antes has tenido esta sensación

Los niños, a menudo, no pueden reconocer lo que están sintiendo porque aún no han alcanzado un nivel de desarrollo con el que puedan transcribir sus sensaciones físicas a nombres de sentimientos comprensibles. Por ejemplo, la primera vez que un niño siente ansiedad puede decir que nota que su corazón palpita, siente la cara caliente, está un poco mareado, tiene la respiración agitada, pero no sabe que esto que está sintiendo se llama ansiedad y no sabe por qué le pasa.

5. Bloqueo o represión emocional

El bloqueo emocional ocurre cuando una persona evita o reprime sus sentimientos porque estos son demasiado intensos, dolorosos o difíciles de manejar. En estos casos, el cerebro actúa como un mecanismo de defensa, "cerrando" el acceso a ciertas emociones para evitar el sufrimiento. Esto puede suceder en situaciones traumáticas cuando la mente bloquea las emociones relacionadas para protegerse del impacto emocional. En casos de estrés crónico, cuando alguien ha estado sometido a mucha presión durante un largo tiempo, puede volverse insensible o "desconectarse" de sus emociones como forma de supervivencia.

Por otra parte, algunas personas han aprendido (por su educación, cultura o experiencias pasadas) que expresar emociones puede ser peligroso o inaceptable, por lo que las reprimen de forma automática. Si, por ejemplo, creciste en un hogar donde las expresiones de ira estaban prohibidas y perder los estribos podía llevar a un castigo importante, aprendiste que cualquier manifestación externa de antagonismo podía amenazar el vínculo con tus padres. Una chica decía que cada vez que sentía la necesidad de llorar algo “la invadía” y dicho impulso desaparecía de repente. Había crecido en un hogar donde no se podía expresar ese tipo de emociones. Algunas personas, al sentirse gravemente amenazadas por el mero hecho de experimentar esa sensación, se ven impulsadas a eliminarla por completo porque está vinculada al rechazo o el abandono de los padres perciben su expresión como demasiado peligrosa.

6. Disociación

La disociación es un mecanismo psicológico por el que una persona se desconecta de sus pensamientos, emociones o incluso de la realidad para lidiar con una situación abrumadora. No es solo represión emocional, sino una separación más profunda entre la conciencia y los sentimientos. Puede manifestarse de varias formas, como:

  • Sensación de estar "desconectado" de uno mismo (despersonalización): la persona siente que no es ella misma o que está viendo su vida como si fuera una película.
  • Sensación de que el mundo es irreal (desrealización): todo parece lejano, como si estuviera soñando o viendo la realidad a través de un cristal.
  • Pérdida de memoria o dificultades para recordar emociones: en casos más extremos, la persona puede olvidar lo que sintió en ciertos momentos, como si su mente hubiera "borrado" esas experiencias.

La disociación suele estar relacionada con traumas, ansiedad extrema o trastornos psicológicos como el trastorno de estrés postraumático. Cuando alguien está en este estado, puede decir cosas como "me siento raro/a, como si no estuviera aquí", "no sé qué me pasa, pero todo me parece lejano" o simplemente tener dificultades para describir lo que siente.

7. Alexitimia primaria

La alexitimia primaria sería una disposición personal que ha acompañado a esta persona toda su vida, como un rasgo de personalidad. Sería el resultado de una anormalidad genética, un desarrollo biológico inadecuado o una lesión cerebral. Por otra parte, la alexitimia secundaria sería el resultado de influencias psicológicas, como las que hemos visto en los apartados anteriores.

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