Autora: Ana Muñoz


La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección del útero, de las trompas de Falopio o de los ovarios. Es la infección es más común entre mujeres jóvenes, sexualmente activas. Cerca de una de cada siete mujeres recibe un tratamiento para la enfermedad inflamatoria pélvica en algún momento de su vida. Esta enfermedad es la causa más común de la infertilidad en los Estados Unidos. La infección puede dejar una cicatriz en el tejido del interior de las trompas de Falopio, que pueden dañar las trompas o bloquearlas totalmente, causando infertilidad. Cuanto más a menudo contraiga una mujer esta infección, mayor es su riesgo de esterilidad. El riesgo se dobla con cada brote de la enfermedad.

La enfermedad inflamatoria pélvica es una causa importante de hospitalización en mujeres jóvenes. Da lugar a cientos de intervenciones quirúrgicas debido a las complicaciones de la infección. Los investigadores creen que la mayoría de los casos se desarrollan a partir de enfermedades de transmisión sexual. Las dos enfermedades con mayores probabilidades de producir enfermedad inflamatoria pélvica son gonorrea y clamidiosis. Sin tratamiento, las mismas bacterias que causan estas enfermedades también pueden causar enfermedad inflamatoria pélvica.

La enfermedad inflamatoria pélvica se desarrolla generalmente en un proceso de dos etapas. Primero, los organismos infectan el cérvix (abertura del útero). Después, en cerca del 10 por ciento de las mujeres, las bacterias emigran hasta el útero, los trompas de Falopio o los ovarios.

Menos comúnmente, la enfermedad inflamatoria pélvica puede desarrollarse si las bacterias llegan a las porciones superiores de la tracto reproductivo después del parto, después de insertar un dispositivo intrauterino (DIU), o después de un aborto inducido. Todos estos procedimientos conllevan un cierto riesgo a la infección, especialmente si la paciente también tiene una ETS.

La enfermedad inflamatoria pélvica es más común entre las mujeres menores de 25 años que tienen más de un compañero sexual.

Síntomas

Los síntomas pueden ser severos, de poca importancia o inexistentes. Los síntomas más comunes son:

  • Dolor en la pelvis y la parte baja del abdomen
  • Descarga vaginal con un olor desagradable
  • Fiebre y escalofríos
  • Náusea y el vómitos
  • Dolor durante la penetración sexual

Diagnóstico

Tu médico querrá conocer tu historial médico, incluyendo tus hábitos sexuales, síntomas y métodos de control de la natalidad que utilizas. Un examinen pélvico revelará si tus órganos reproductivos están inflamados. Esto ayuda a identificar la localización específica de la infección. El diagnóstico de la enfermedad inflamatoria pélvica no es siempre fácil porque el lugar de la infección no se puede examinar fácilmente. Además, los síntomas son a veces similares a los de otras enfermedades, como apendicitis. También pueden enviarse muestras al laboratorio para analizar la existencia de gonorrea o clamidia. Otros procedimientos que se pueden utilizar son:

  • Laparoscopia. Un delgado, instrumento similar a un telescopio, se inserta a través de una incisión pequeña en el ombligo o justo debajo de él, permitiendo ver los órganos pélvicos.
  • Ecografía. Un dispositivo electrónico se mueve sobre el abdomen o se pone en la vagina, produciendo ecos que se transforman en imágenes de los órganos para verlos en una pantalla.

Duración de la enfermedad

La mayoría de las casos se curan tras 10 a 14 días de tratamiento con antibióticos. Los casos más severos pueden requerir el ingreso en un hospital.

Prevención

Con excepción de evitar el acto sexual, no hay ninguna manera garantizada de prevenir la enfermedad inflamatoria pélvica. Sin embargo, las mujeres que mantienen relaciones sexuales estables con una sola persona tienen un riesgo muy pequeño si ninguna de las dos personas ha estado infectada con una ETS. Los preservativos pueden ayudar a prevenir el contagio de ETS.

Dado que la mayoría de los casos de la enfermedad inflamatoria pélvica se ligan a ETS, tratar a las parejas sexuales de una mujer es esencial para prevenir infecciones de repetición. Y estas mujeres no deberían volver a mantener relaciones sexuales con su pareja hasta que esa persona se haya examinado y tratado.

El tratamiento

El tratamiento principal para la enfermedad inflamatoria pélvica son los antibióticos. Dado que esta enfermedad está causada a menudo por más de un tipo de organismo, dos o más antibióticos pueden ser necesarios. Los antibióticos se pueden tomar por vía oral o intravenosa.

En la mayoría de los casos, los antibióticos se deben tomar durante 10 a 14 días. Si se ha formado un absceso, necesitarás probablemente cirugía además de los antibióticos para curar la infección. El dolor y el malestar se pueden aliviar con baños calientes y bolsas de agua caliente aplicadas en la parte baja de la espalda y abdomen.