Autora: Ana Muñoz
El envejecimiento es la suma del efecto del paso del tiempo en nuestro cuerpo y de los factores ambientales que influyen en él o nuestra forma de tratarlo. Por ejemplo, una persona que toma mucho el sol tendrá una piel más envejecida que alguien que se protege siempre del sol. Por tanto, el envejecimiento es la combinación de los cambios que suceden en nuestro cuerpo y lo que nosotros hacemos con él. El envejecimiento sucede a varios niveles:
Envejecimiento celular
La edad de las células se basa en el número de veces que se han replicado. Una célula puede replicarse unas 50 veces antes de que su material genético no sea capaz de volver a reproducirse de manera exacta. Cuanto mayor sea el daño causado a tus células (por ejemplo, a causa de los radicales libres y otros factores), con mayor frecuencia necesitarán replicarse y, por tanto, más rápido envejecerán.
Envejecimiento hormonal
Las hormonas juegan también un papel importante en la edad, sobre todo en el crecimiento en la infancia y en la madurez en la adolescencia. Los niveles hormonales cambian con el tiempo, dando lugar a la menopausia y otros cambios relacionados con la edad.
Envejecimiento metabólico
A lo largo del día, las células convierten los alimentos en energía. Este proceso hace que se produzcan productos de desecho que son dañinos para el cuerpo. Por tanto, este proceso de metabolizar y producir energía acaba dañando el cuerpo con el tiempo. Por tanto, una alimentación sana, fácil de digerir y metabolizar ayudará a mantenerse más joven.
Daño acumulado
El sol, las toxinas ambientales o de los alimentos, la polución, etc., van dañando nuestro cuerpo a medida que pasa el tiempo y nos exponemos a ellas. Llega un momento en que el cuerpo se queda atrás, y no es capaz de reparar estos daños con la misma velocidad.