Autora: Ana Muñoz
Los sudores nocturnos consisten en una sudoración excesiva producida durante la noche que no es debida a un exceso de calor en la habitación o en la cama. Son sudores parecidos a sofocos que pueden acabar empapando la ropa o las sábanas. La percepción de calor excesivo y sudoración durante la noche es bastante común. Por este motivo, es importante distinguir el sudor debido al elevado calor ambiental del que tiene un origen médico. Las causas principales son las siguientes:
1. Menopausia y cambios hormonales
En las mujeres, los sofocos y sudores nocturnos son síntomas comunes de la menopausia, debido a la disminución de los niveles de estrógenos. También pueden ocurrir en la perimenopausia (fase de transición antes de la menopausia) y en personas que han pasado por una histerectomía o tratamiento hormonal. Algunos casos, los desequilibrios hormonales en hombres (como el hipogonadismo, que implica niveles bajos de testosterona) también pueden provocar sudores nocturnos.
2. Hiperhidrosis idiopática
Consiste en una excesiva producción de sudor de manera crónica y de causa desconocida. Puede ocurrir tanto de día como de noche y afectar zonas específicas como axilas, manos, pies y rostro.
3. Infecciones
Algunas enfermedades infecciosas pueden causar fiebre y sudores nocturnos como respuesta del cuerpo para combatir la infección. Las más comunes son las siguientes:
- Tuberculosis: la tuberculosis es la infección que con mayor frecuencia se ha asociado a la sudoración nocturna. Es una infección bacteriana que afecta principalmente los pulmones y cuyos síntomas incluyen fiebre, pérdida de peso y sudores nocturnos intensos.
- VIH/SIDA: las personas con VIH pueden experimentar fiebre y sudores nocturnos como parte de la infección inicial o debido a infecciones oportunistas en etapas avanzadas.
- Endocarditis: infección de las válvulas del corazón, que puede causar fiebre, escalofríos y sudoración excesiva.
- Osteomielitis: es una infección en los huesos que puede generar fiebre y sudoración.
- Abscesos internos: como los abscesos hepáticos o abdominales, que pueden desencadenar fiebre con sudores nocturnos.
4. Cáncer
Algunos tipos de cáncer pueden causar sudores nocturnos, especialmente cuando hay fiebre o pérdida de peso inexplicada. Los más comunes son los linfomas, especialmente el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin. Estos cánceres del sistema linfático pueden provocar sudoración intensa, fiebre y pérdida de peso. El cáncer de sangre o leucemia puede causar fiebre, sudores nocturnos y fatiga extrema y algunos tumores metastásicos pueden alterar el metabolismo y provocar fiebre con sudoración nocturna.
5. Efectos secundarios de fármacos
Los fármacos suelen ser una causa común de sudoración nocturna. Los antidepresivos son los fármacos que con mayor frecuencia la producen. Todos los tipos de antidepresivos pueden producir sudoración nocturna como efecto secundario, con una incidencia que sube desde el 8 al 22 por ciento en personas que toman antidepresivos. Ciertos fármacos usados para bajar la fiebre, como aspirina o paracetamol pueden producir sudoración en algunas ocasiones, así como tratamientos hormonales como la terapia de reemplazo hormonal.
6. Hipoglucemia
En ocasiones, un nivel bajo de glucosa (azúcar) en sangre puede producir sudoración. Las personas que se administran insulina o fármacos antidiabéticos orales (como sulfonilureas) pueden experimentar hipoglucemia durante la noche acompañada de sudoración. El cuerpo responde a la baja de glucosa activando el sistema nervioso simpático, lo que provoca sudoración excesiva, temblores y palpitaciones. La hipoglucemia también puede ocurrir en personas sin diabetes, especialmente si han pasado muchas horas sin comer o tienen problemas metabólicos.
7. Trastornos hormonales
Los cambios en los niveles hormonales pueden alterar la regulación de la temperatura corporal y provocar sudoración excesiva durante la noche. Algunas de las principales causas son las siguientes:
- Hipertiroidismo: la glándula tiroides produce demasiadas hormonas tiroideas, lo que acelera el metabolismo y provoca síntomas como sudores nocturnos, pérdida de peso, palpitaciones y nerviosismo.
- Feocromocitoma: es un tumor poco común en las glándulas suprarrenales que provoca la liberación excesiva de adrenalina y noradrenalina, lo que puede generar episodios de sudoración, hipertensión arterial, ansiedad y taquicardia.
- Carcinoide: es un tipo de tumor neuroendocrino que puede liberar serotonina y otras sustancias, causando sofocos, sudoración excesiva y enrojecimiento de la piel.
8. Trastornos de ansiedad o estrés
La ansiedad y el estrés crónico pueden desencadenar respuestas del sistema nervioso autónomo que provoquen sudoración excesiva, taquicardia y sensación de calor. La sudoración también puede estar relacionado con pesadillas o terrores nocturnos, especialmente en niños y adolescentes.
Artículos relacionados