Autora: Ana Muñoz
La bronquitis crónica consiste en una inflamación de la mucosa bronquial. La bronquitis crónica, tan frecuente en fumadores habituales y en habitantes de ciudades cubiertas de una mezcla de niebla y humo (smog), no es tan trivial como se pensó tiempo atrás. Cuando se mantiene durante años puede dar lugar a:
1. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
2. Cor pulmonale e insuficiencia cardíaca
3. Metaplasias y displasias del epitelio respiratorio que favorezca la aparición de cáncer.
Existe bronquitis crónica en toda persona que tenga tos y expectoración persistente durante tres meses al año durante dos años consecutivos como mínimo. En la bronquitis crónica simple, los pacientes no tienen signos de obstrucción al paso del aire. Algunos de estos pacientes pueden tener unas vías respiratorias hiperreactivas, que producen broncoespasmos y sibilancias de forma intermitente. Es lo que se llama bronquitis asmática crónica. Finalmente, los grandes fumadores presentan obstrucción crónica al paso del aire, generalmente acompañada de signos de enfisema (véase EPOC).
¿Cuáles son las causas?
Hay dos clases de factores importantes en la génesis de esta enfermedad:
1. Irritación crónica por sustancias inhaladas. El principal factor de riesgo es la exposición continua a sustancias irritantes que se inhalan a través del aire. El humo del tabaco es, con mucha diferencia, la causa más común, tanto en fumadores activos como en personas expuestas al humo de los demás
Otros agentes irritantes son la contaminación ambiental, los vapores químicos de ciertos entornos laborales, polvo y el humo de combustibles utilizados en interiores (como leña o carbón).
Estas sustancias, al ser inhaladas de manera constante, provocan una respuesta inflamatoria crónica en el árbol bronquial. Como consecuencia, las glándulas que producen moco se agrandan (hipertrofia de las glándulas submucosas), lo que lleva a una hipersecreción de moco, especialmente en los grandes bronquios.
Este exceso de moco, además de dificultar la respiración, crea un ambiente propicio para la proliferación de microorganismos y contribuye a la obstrucción del flujo aéreo.
2. Infecciones microbianas. Aunque las infecciones respiratorias por virus o bacterias no son la causa inicial de la bronquitis crónica, desempeñan un papel importante en su evolución y mantenimiento. En una persona con bronquios ya inflamados y con exceso de moco, las defensas naturales del pulmón se ven comprometidas. Por ejemplo:
- Los cilios, pequeñas estructuras móviles que recubren las vías respiratorias y que normalmente ayudan a eliminar el moco y las partículas nocivas, pierden su eficacia por el daño causado por el humo del tabaco.
- Además, los leucocitos (células inmunitarias encargadas de combatir infecciones) también ven reducida su capacidad para eliminar bacterias en los bronquios y alvéolos.
Esto hace que los microorganismos tengan mayor facilidad para establecerse y causar infecciones recurrentes, lo que agrava el proceso inflamatorio, perpetúa la producción de moco y contribuye a un deterioro progresivo de la función pulmonar.
Alteraciones en las vías respiratorias. Las primeras alteraciones se producen en las vías aéreas más grandes (como la tráquea y los bronquios principales), pero con el tiempo, también se afectan las pequeñas vías respiratorias (bronquiolos). Esto puede provocar una obstrucción crónica del flujo aéreo, incluso en fases tempranas de la enfermedad, y llevar a enfermedades más graves como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Síntomas de la bronquitis crónica
La sintomatología principal es la tos productiva y persistente con expectoración abundante. Durante muchos años, no aparece ningún otro síntoma, pero al final aparece la disnea de esfuerzo (problemas para respirar al hacer un esfuerzo). La bronquitis crónica de muchos años suele dar lugar a cor pulmonale con insuficiencia cardíaca. La muerte también puede producirse por el deterioro de la función respiratoria durante las infecciones bacterianas agudas recurrentes. Los síntomas más característicos son los siguientes:
Tos productiva persistente. Es el síntoma más temprano y representativo de la enfermedad. Se trata de una tos crónica, que se presenta casi todos los días durante al menos tres meses al año, durante dos años consecutivos, sin que exista otra causa que la justifique. La tos suele ir acompañada de expectoración, es decir, expulsión de moco. Al principio, el moco puede ser escaso y claro, pero con el tiempo se vuelve más abundante, espeso y de color amarillento o verdoso, especialmente si hay una infección añadida.
Disnea de esfuerzo. Consiste en una dificultad para respirar al hacer actividad física. En las primeras etapas, la persona puede no sentir falta de aire, pero con el avance de la enfermedad, comienza a experimentar disnea (sensación de falta de aire), inicialmente solo al realizar esfuerzos físicos, como subir escaleras o caminar rápido. A medida que la enfermedad progresa y se deteriora la función pulmonar, la disnea puede aparecer en reposo, indicando una afectación respiratoria más severa.
Evolución hacia complicaciones graves
Cuando la bronquitis crónica persiste durante muchos años sin un control adecuado, puede desencadenar complicaciones importantes, entre ellas:
1. Cor pulmonale: es una afección en la que la parte derecha del corazón se ve forzada a trabajar más de lo normal debido al aumento de la presión en los pulmones (hipertensión pulmonar). Esto puede llevar a una insuficiencia cardíaca derecha, lo cual provoca síntomas como hinchazón en las piernas (edemas), fatiga intensa y congestión en el abdomen.
2. Infecciones bacterianas recurrentes: las vías respiratorias afectadas por bronquitis crónica son más vulnerables a infecciones agudas, que pueden provocar empeoramientos súbitos de los síntomas (exacerbaciones), con mayor dificultad respiratoria, fiebre y aumento de la expectoración purulenta.
Estas infecciones frecuentes pueden causar un deterioro progresivo de la función pulmonar, y en casos avanzados, ser una causa directa de muerte debido a la insuficiencia respiratoria aguda.
3. Cambios celulares precancerosos: la exposición prolongada a irritantes como el humo del tabaco puede provocar alteraciones en el epitelio respiratorio como las siguientes:
Metaplasia, en la cual el tejido respiratorio normal se transforma en otro tipo celular menos especializado.
Displasia, que representa un cambio anormal y desorganizado en las células epiteliales, considerado un estado precanceroso.
Estos cambios aumentan el riesgo de desarrollar carcinoma broncogénico, es decir, cáncer de pulmón. Por tanto, la bronquitis crónica no solo compromete la función pulmonar, sino que también puede favorecer la aparición de cáncer debido a la irritación e inflamación crónica del tejido respiratorio.
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