Autora: Ana Muñoz
La enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune que se activa cuando una persona con predisposición genética consume gluten, una proteína presente en el trigo, cebada y centeno. Sus principales característica son:
a) Malabsorción de prácticamente todos los nutrientes.
b) Lesión celular constante de la capa mucosa del yeyuno.
c) Rápida mejora clínica al eliminar el gluten de la dieta.
La causa de estas alteraciones es el gluten, una proteína contenida en los cereales como trigo, cebada, centeno y avena, que produce lesiones en la capa mucosa de la pared del intestino, produciéndose inflamación y destrucción de las vellosidades. Las células encargadas de la absorción intestinal pierden su forma cilíndrica y adquieren un aspecto cuboide y sus núcleos se distribuyen de forma anárquica. El borde en cepillo desaparece y disminuye en el interior de la célula la concentración de sustancias que intervienen en el proceso digestivo. Estas alteraciones provocan una disminución de la superficie de absorción.
Una característica fundamental de esta enfermedad es la recuperación de la estructura intestinal una vez transcurrido un tiempo durante el cual el paciente se somete a una dieta sin gluten. Las células encargadas de absorber los nutrientes recuperan su forma normal, reaparece el borde en cepillo y aumenta la longitud de las vellosidades.
Causas
La causa es una combinación de genética, ingesta de gluten y una respuesta inmunitaria anormal.
1. Predisposición genética. El sistema inmunitario de las personas con enfermedad celíaca reacciona al gluten de manera anormal. Esta respuesta está relacionada con ciertos genes HLA, sobre todo HLA-DQ2 (presente en el 90-95 % de los celíacos) y HLA-DQ8 (presente en la mayoría del resto de las personas celíacas).
Estos genes producen proteínas que se encuentran en la superficie de las células del sistema inmunitario y que son responsables de "presentar" fragmentos de gluten a los linfocitos T, lo cual activa una respuesta inmunitaria que no debería producirse.
2. Entrada del gluten al cuerpo. El gluten se compone de varias proteínas; una de las más problemáticas para las personas celíacas es la gliadina. Cuando el gluten llega al intestino delgado, normalmente se digiere parcialmente. En las personas celíacas, ciertos fragmentos de gluten (como el péptido 33-mer) son más resistentes a la digestión y pueden atravesar la barrera intestinal.
3. Reacción inmunitaria anormal. Dentro de la mucosa intestinal, una enzima llamada transglutaminasa tisular modifica químicamente los fragmentos de gluten (gliadina) en un proceso llamado desamidación. Esto hace que estos fragmentos se adhieran con más facilidad a las moléculas HLA-DQ2/DQ8 y sean "presentados" al sistema inmunitario.
El sistema inmunitario interpreta erróneamente estos fragmentos como una amenaza y activa células defensivas llamadas linfocitos T. Esta activación desencadena una respuesta inflamatoria crónica que daña las células del intestino delgado (los enterocitos).
4. Daño intestinal. Como resultado de esa reacción autoinmune:
- Se atrofia la mucosa intestinal.
- Se destruyen las vellosidades intestinales, que son estructuras encargadas de absorber nutrientes.
- Esto causa malabsorción, deficiencias nutricionales y síntomas como diarrea, fatiga, hinchazón, anemia, pérdida de peso, entre otros.
Síntomas
En la enfermedad celíaca los síntomas aparecen en la infancia. Si la enfermedad no se diagnostica, los síntomas pueden disminuir e incluso desaparecer en la adolescencia para reaparecer entre la tercera y la cuarta décadas de la vida, aunque a veces no se manifiesta hasta la vejez. Sin embargo, la enfermedad no desaparece: sigue habiendo daño intestinal en presencia de gluten, aunque no siempre haya síntomas evidentes. Este patrón hace que a veces el diagnóstico se retrase muchos años.
En adultos, es frecuente que un evento estresante para el cuerpo —como una infección gastrointestinal, una cirugía (como una gastrectomía), el embarazo o el parto— actúe como desencadenante de síntomas celíacos. En otros casos, la enfermedad comienza de forma insidiosa, con síntomas leves o atípicos (como fatiga, anemia, dolores articulares, trastornos menstruales, entre otros), lo que dificulta el diagnóstico.
Los síntomas de la enfermedad celíaca pueden variar mucho de una persona a otra y no siempre afectan solo al sistema digestivo. Algunas personas tienen síntomas evidentes, mientras que otras pueden estar completamente asintomáticas, pero con daño intestinal igual. Esta variabilidad se debe a que la enfermedad celíaca es una enfermedad sistémica, no solo digestiva. Al afectar la absorción de nutrientes, puede causar problemas en muchos órganos, incluso si no hay síntomas intestinales.
Síntomas digestivos clásicos
Son más frecuentes en niños, pero también pueden aparecer en adultos.
- Diarrea crónica.
- Distensión abdominal (hinchazón).
- Dolor abdominal.
- Pérdida de peso inexplicada.
- Flatulencia excesiva.
- Náuseas o vómitos.
- Estreñimiento (en algunos casos, especialmente en adultos).
- Esteatorrea (heces grasas, pálidas y malolientes).
- Malabsorción de nutrientes.
Síntomas no digestivos
Son frecuentes en adultos y pueden confundirse con otras enfermedades.
- Anemia ferropénica crónica (por deficiencia de hierro que no mejora con suplementos).
- Fatiga persistente.
- Dolores óseos o articulares.
- Osteopenia u osteoporosis (por déficit de calcio y vitamina D).
- Úlceras bucales recurrentes (aftas).
- Alteraciones del esmalte dental.
- Pérdida de cabello.
- Problemas de fertilidad o abortos espontáneos.
- Alteraciones menstruales.
- Piel seca o eccemas.
- Dermatitis herpetiforme (ver más abajo).
Síntomas neurológicos o psicológicos
- Depresión
- Ansiedad
- Irritabilidad
- Problemas de concentración (“niebla mental”)
- Dolores de cabeza o migrañas
- Neuropatía periférica (entumecimiento, hormigueo)
- Ataxia (dificultad para coordinar movimientos)
En niños
Además de los síntomas digestivos, pueden darse los siguientes síntomas:
- Retraso en el crecimiento
- Baja estatura
- Irritabilidad o apatía
- Retraso en la pubertad
- Abdomen prominente
- Músculos delgados en glúteos y piernas
Dermatitis herpetiforme
Es una forma cutánea de la celiaquía. Afecta a algunas personas y causa:
- Erupciones con picor intenso, ampollas o granitos.
- Suele aparecer en codos, rodillas, nalgas y espalda.
- Mejora con la dieta sin gluten, aunque a veces se usa tratamiento tópico o con dapsone.
Personas asintomáticas
Algunas personas no tienen síntomas visibles, pero cuando se les hace una biopsia intestinal, se encuentra atrofia de las vellosidades. En estos casos, igualmente deben seguir una dieta estricta sin gluten, para evitar complicaciones a largo plazo.
Tratamiento
Consiste en la eliminación indefinida de la dieta de todos los alimentos que contengan gluten. Así pues deben evitarse todos los productos que contengan trigo, centeno, cebada y avena, como pan, pastas, pastelería, la mayoría de las conservas y la cerveza. El tratamiento debe intentar también corregir las deficiencias de minerales y vitaminas.
Si no son tratados, estos pacientes pueden desarrollar una desnutrición acusada y morir como consecuencia de hemorragias, infecciones recurrentes o insuficiencia suprarrenal.
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