Autora: Ana Muñoz
La acupuntura es una práctica terapéutica originaria de la medicina tradicional china que se basa en la inserción de agujas delgadas en puntos específicos del cuerpo con el objetivo de equilibrar la energía vital, conocida como Qi (Chi). Se considera una terapia alternativa o complementaria que se ha utilizado durante miles de años para tratar diversas afecciones, desde el alivio del dolor hasta la reducción del estrés y la ansiedad.
Historia de la acupuntura
La acupuntura se desarrolló en China hace más de 2500 años y sus principios se encuentran en textos médicos antiguos como el Huangdi Neijing (Clásico de Medicina del Emperador Amarillo). A lo largo del tiempo, esta técnica se ha expandido por todo el mundo, adaptándose a diferentes contextos médicos y culturales.
Hoy en día, la acupuntura está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un tratamiento válido para diversas afecciones. Además, en muchos países, se ha incorporado dentro de sistemas de salud como terapia complementaria junto con la medicina convencional. A pesar de su popularidad, sigue siendo un tema de debate en la comunidad científica debido a la dificultad de medir sus efectos de manera objetiva.
¿En qué consiste la acupuntura?
La acupuntura se basa en los principios de la medicina tradicional china (MTC), que concibe el cuerpo humano como un sistema energético en el que la energía vital, o Qi, fluye a través de canales llamados meridianos. Según esta perspectiva, cuando el Qi circula de manera equilibrada, el cuerpo se mantiene sano; sin embargo, si el flujo se bloquea o se desequilibra, pueden aparecer enfermedades y malestar.
Los meridianos son canales invisibles por donde circula el Qi a lo largo del cuerpo. Se cree que estos canales conectan los órganos internos con distintas partes del cuerpo, funcionando como una red que mantiene el equilibrio energético y la salud. Los meridianos no tienen una correspondencia anatómica directa en la medicina occidental, pero algunos estudios sugieren que podrían estar relacionados con redes de nervios, fascias o sistemas de circulación. Su concepto es fundamental en la acupuntura, ya que el flujo armonioso del Qi a través de ellos es fudamental para la prevención y tratamiento de enfermedades.
Además de los meridianos, existen los llamados puntos de acupuntura, que son lugares de los meridianos que llegan hasta dos o tres milímetros por debajo de la piel. Cada uno de estos puntos es, según la MTC, un reservorio de energía, donde se almacena una especie de reserva de energía a la que puede recurrirse cuando sea necesario.
La distribución de esa energía vital puede sufrir perturbaciones, produciéndose un exceso, insuficiencia o bloqueo de energía, lo cual da lugar a un desequilibrio entre Yin y Yang, que es la causa de la enfermedad. El objetivo del médico será equilibrar esta energía, impidiendo el exceso o la insuficiencia. Para lograrlo, el acupuntor actuará sobre los puntos de acupuntura del meridiano correspondiente, ejerciendo así una influencia en el órgano relacionado con ese meridiano y sus funciones. Al ejercer una estimulación sobre dichos puntos (por ejemplo, mediante la punción con agujas de acupuntura, presión o masaje) se puede producir una concentración o dispersión de la energía. Este movimiento de energía pasa por el meridiano correspondiente hasta el órgano en cuestión y aporta la recuperación de su equilibrio energético.
La acupuntura trabaja sobre aproximadamente 360 puntos principales distribuidos a lo largo de 12 meridianos principales y otros secundarios, por ejemplo:
- Meridiano del hígado: relacionado con la regulación de emociones y la desintoxicación.
- Meridiano del pulmón: vinculado con la respiración y el sistema inmunitario.
- Meridiano del riñón: asociado con la vitalidad y la energía general del cuerpo.
Técnicas de estimulación usadas en acupuntura
Aunque la técnica más conocida es la inserción de agujas finas en los puntos de acupuntura, existen también otras formas de estimulación:
- Electroacupuntura: uso de impulsos eléctricos suaves para intensificar el efecto de las agujas.
- Moxibustión: aplicación de calor sobre los puntos de acupuntura mediante la combustión de la hierba artemisia vulgaris.
- Acupresión: presión manual sobre los puntos sin usar agujas, similar a la digitopuntura.
- Auriculoterapia: estimulación de puntos específicos en la oreja, que representa un "mapa" del cuerpo.
¿Cómo actúa la acupuntura en el cuerpo?
Desde una perspectiva científica, se ha sugerido que la acupuntura podría actuar mediante los siguientes mecanismos:
- Estimular la liberación de endorfinas, que actúan como analgésicos naturales.
- Regular el sistema nervioso y mejorar la circulación sanguínea.
- Reducir la inflamación y modular la respuesta inmunitaria.
Si bien estos efectos han sido documentados en algunos estudios, la comunidad científica aún investiga cómo funciona exactamente la acupuntura desde una perspectiva biomédica.
¿Cuáles son sus aplicaciones?
La acupuntura se ha utilizado durante siglos para tratar una gran variedad de dolencias. Veamos algunas de las aplicaciones más comunes y los beneficios que se le atribuyen:
1. Alivio del dolor crónico y agudo. Uno de los usos más extendidos de la acupuntura es el tratamiento del dolor. Se ha empleado, por ejemplo, para aliviar el dolor de espalda y cuello, dolores de cabeza, migrañas, osteoartritis, artritis reumatoide y dolor menstrual.
2. Reducción del estrés, ansiedad y depresión. La acupuntura se ha asociado con una mejora en la salud mental, ya que puede:
- Reducir los niveles de cortisol (hormona del estrés).
- Favorecer la producción de serotonina y dopamina, que son neurotransmisores relacionados con el bienestar.
- Ayudar a tratar la ansiedad generalizada y la depresión leve o moderada como complemento a otros tratamientos.
3. Mejora del sueño y tratamiento del insomnio.Se ha observado que la acupuntura puede estimular la producción de melatonina, una hormona importante en la regulación del sueño, lo que ayuda a reducir el insomnio y mejorar la calidad del descanso, así como regular los ciclos de sueño en personas con trastornos del ritmo circadiano.
4. Apoyo al sistema digestivo. La acupuntura se usa para tratar diversas afecciones digestivas, como, síndrome del intestino irritable, colitis, reflujo gástrico y acidez, náuseas y vómitos (especialmente en pacientes sometidos a quimioterapia o en mujeres embarazadas con hiperémesis gravídica).
5. Refuerzo del sistema inmunitario. Se cree que la acupuntura puede fortalecer las defensas del organismo al mejorar el funcionamiento del sistema linfático, aumentar la producción de células inmunitarias y reducir la inflamación sistémica.
6. Aplicaciones en medicina deportiva y rehabilitación. Muchos atletas han recurrido a la acupuntura para acelerar la recuperación de lesiones musculares y articulares, mejorar la flexibilidad y el rendimiento físico, reducir la inflamación y prevenir calambres musculares.
7. Tratamiento de alergias y problemas respiratorios. La acupuntura puede ser también útil en el manejo de afecciones como: rinitis alérgica, congestión nasal, asma, bronquitis crónica y sinusitis recurrente.
Evidencia científica de la acupuntura
La acupuntura ha sido objeto de múltiples estudios científicos con el objetivo de evaluar su eficacia y entender sus mecanismos de acción. Mientras que algunos investigadores han encontrado evidencia de beneficios en ciertas dolencias, otros argumentan que los resultados pueden deberse al efecto placebo. A continuación, se presentan los principales hallazgos científicos y las controversias que rodean esta práctica. Algunas de las áreas con mayor respaldo científico son las siguientes:
• Dolor crónico: un metaanálisis publicado en The Journal of Pain en 2018 concluyó que la acupuntura es más efectiva que el tratamiento estándar para aliviar el dolor crónico, incluyendo el dolor lumbar, la osteoartritis y las cefaleas tensionales.
• Migrañas y dolores de cabeza: un estudio de Cochrane Database of Systematic Reviews encontró que la acupuntura puede reducir la frecuencia y severidad de las migrañas en comparación con tratamientos convencionales.
• Estrés y ansiedad: algunas investigaciones sugieren que la acupuntura puede reducir los niveles de cortisol y mejorar síntomas de ansiedad, aunque la calidad de la evidencia es variable.
• Náuseas y vómitos: la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la acupuntura como un tratamiento eficaz para las náuseas postoperatorias y las inducidas por quimioterapia.
Hipótesis científicas sobre su mecanismo de acción
Desde una perspectiva biomédica, los investigadores han propuesto varias teorías para explicar cómo actúa la acupuntura en el cuerpo:
1. Estimulación del sistema nervioso: se ha observado que la inserción de agujas en puntos específicos puede activar fibras nerviosas que modulan el dolor a nivel del sistema nervioso central.
2. Liberación de neurotransmisores: algunos estudios han demostrado que la acupuntura puede aumentar la producción de endorfinas, serotonina y dopamina, lo que contribuiría a sus efectos analgésicos y relajantes.
3. Mejora de la circulación sanguínea: la acupuntura podría favorecer la microcirculación en los tejidos afectados, facilitando la regeneración y la reducción de inflamaciones.
Controversias y críticas
A pesar de los estudios que sugieren un efecto terapéutico, la acupuntura sigue siendo objeto de controversia en la comunidad científica. Algunas de las críticas más comunes están relacionadas con la dificultad para hacer los ensayos clínicos: debido a la naturaleza de la acupuntura, es complicado diseñar estudios con doble ciego y placebo adecuados. Muchos investigadores utilizan "acupuntura simulada" (colocación de agujas en puntos al azar) como control, pero hay quien afirma que incluso esta técnica podría generar efectos fisiológicos.
También se ha argumentado que sus resultados podrían estar relacionados con el efecto placebo. Varios estudios han encontrado que la acupuntura real y la acupuntura simulada tienen resultados similares, lo que sugiere que los efectos podrían deberse a la expectativa del paciente más que a una acción fisiológica directa.
Por último, existen múltiples escuelas y enfoques de acupuntura, lo que dificulta la uniformidad en los tratamientos y la replicabilidad de los estudios científicos.
Postura de irganismos internacionales
Aunque la acupuntura está reconocida por la OMS y se usa en algunos hospitales, sigue siendo vista con escepticismo en gran parte de la comunidad médica occidental. Diferentes organizaciones han evaluado la acupuntura y han emitido opiniones al respecto:
Organización Mundial de la Salud (OMS): en 1997, la OMS publicó un informe donde reconocía la acupuntura como un tratamiento eficaz para ciertas afecciones, aunque en años recientes ha optado por un enfoque más basado en evidencia.
National Institutes of Health (NIH, EE.UU.): acepta que la acupuntura puede ser útil para ciertos tipos de dolor y recomienda más estudios para comprender su mecanismo de acción.
Sistema de Salud del Reino Unido (NHS): ofrece acupuntura en algunos centros para tratar el dolor crónico y las migrañas, pero advierte que la evidencia sigue siendo limitada.
Por tanto, la acupuntura es una terapia ampliamente utilizada y con algunos estudios que respaldan su efectividad en ciertas afecciones, especialmente en el tratamiento del dolor. Sin embargo, sigue habiendo dudas sobre su mecanismo de acción y sobre la influencia del efecto placebo. A medida que avancen las investigaciones, se podrá determinar con mayor precisión su verdadero impacto en la salud y su integración dentro de la medicina convencional.
Artículos relacionados