Autora: Ana Muñoz


La acupuntura es un método terapéutico con cerca de 5000 años de antigüedad.

Como hemos visto al hablar sobre Medicina Tradicional China, la energía vital, llamada Qi, recorre todo el cuerpo. Este flujo de energía se lleva a cabo entre dos polos opuestos: el Yin y el Yang. La salud no es otra cosa que el equilibrio energético que se mantiene entre estos dos extremos.

Esta energía circula por todo el cuerpo a través de unas vías determinadas que reciben el nombre de meridianos. Existe el meridiano del riñón, el de la vejiga, el del corazón, el del estómago, el del intestino delgado, etc. Además de estas vías, existen los llamados puntos de acupuntura, que son lugares de los meridianos que llegan hasta dos o tres milímetros por debajo de la piel. Cada uno de estos puntos es un reservorio de energía, donde se almacena una especie de reserva de energía que puede ser llamada cuando sea necesario.

La distribución de esa energía vital puede sufrir perturbaciones, produciéndose un exceso, insuficiencia o bloqueo de energía, lo cual da lugar a un desequilibrio entre Yin y Yang, lo cual da lugar a la enfermedad. El objetivo del médico será equilibrar esta energía, impidiendo el exceso o la insuficiencia.

Para lograrlo, el acupuntor actuará sobre los puntos de acupuntura del meridiano correspondiente, ejerciendo así una influencia en el órgano relacionado con ese meridiano y sus funciones. Al ejercer una estimulación sobre dichos puntos (por ejemplo, mediante la punción con agujas de acupuntura, presión o masaje) se puede producir una concentración o dispersión de la energía. Este movimiento de energía pasa por el meridiano correspondiente hasta el órgano en cuestión y aporta la recuperación de su equilibrio energético.

Ciertos metales, como el oro, atraen la energía y la concentran en el lugar de punción. Desde allí y a través del meridiano le llega al órgano correspondiente. Otros metales, como la plata, dispersan, ponen a correr un reservorio de energía y disuelven la congestión.

Auriculoterapia

Es la acupuntura que se realiza exclusivamente en la oreja. La oreja es la representación de un feto invertido, en la que le lóbulo de la oreja se corresponde con la cabeza. Todos los meridianos tienen su representación energética en la oreja. Por tanto, estimulando la oreja en los puntos apropiados puede realizarse el tratamiento de las enfermedades. Suele utilizarse bastante en el tratamiento de toxicomanías, como alcoholismo, tabaquismo y drogadicción, obteniéndose buenos resultados.