Autora: Ana Muñoz

Un absceso es una acumulación de pus que puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Un furúnculo es una infección bacteriana de de una glándula sudorípara o un folículo piloso que se produce cuando el poro o el folículo es bloqueado por células muertas de la piel; se acompañan de pus, hinchazón, enrojecimiento y dolor. Al cabo de unos días, tiende a romperse, dejando salir la pus. Nunca debe presionarse un furúnculo para romperlo.

Los furúnculos recurrentes suelen ser debidos a bacterias gastrointestinales que penetran en la corriente sanguínea. También pueden deberse a un consumo excesivo de azúcar.

1. Plantas medicinales y suplementos

Echnacea e Hydrastis

Toma 500mg o de 2 a 4 ml cuatro veces al día. Estas plantas estimulan el sistema inmunitario.

Aceite de orégano

Toma 500mg en forma de cápsulas cuatro veces al día. También puedes aplicarlo directamente en la lesión. No lo uses internamente si estás embarazada.

Vitamina C con flavonoides

Toma 1000 mg tres veces al día. Los bioflavonoides reducen la inflamación de la piel y la vitamina C estimula el sistema inmunitario.

Raíz de bardana (arctium lappa)

Toma 3 ml o 500 mg tres veces al día. Sirve para detoxificar la piel.

Zinc

Toma 30 mg dos veces al día, con 2 mg de cobre.

2. Hidroterapia

Sumerge un paño en agua caliente y colócalo en al furúnculo durante 20 minutos dos veces al día. Esto hará que aumente el aporte de sangre a la zona, eliminando las bacterias, pues no pueden vivir donde hay un aporte normal de sangre.

Uno o dos días después de usar los paños calientes, alterna paños fríos y paños calientes para drenar la pus. Aplica un paño de agua caliente durante 10 minutos y luego un paño de agua helada durante otros 10 minutos. Haz esto tres veces seguidas y repite este ciclo dos veces al día.

2. Detoxificación

Para limpiar el organismo haz un ayudo de tres días a base de zumos de verduras y frutas. Debes tomar vegetales variados, pero los más importantes son: manzanas, zanahorias, remolacha, la planta del trigo, la planta de la cebada, spirulina, chlorella.

4. Aromaterapia

Aceite de tomillo rojo. Añade una gota a un paño caliente y aplícalo dos veces al día. Ayuda a drenar la pus.

5. Acupresión

El punto 10 de bazo ayuda a refrescar la sangre.

El punto 4 de intestino delgado alivia la inflamación y la fiebre.

6. Homeopatía

En función de las características particulares del absceso o furúnculo, puede serte útil alguno de los siguientes remedios. Para casos agudos, toma una potencia 30 CH, dos gránulos cuatro veces al día. Para casos crónicos, dos veces al día durante dos semanas. Cuando notes mejoría deja de tomarlo, a no ser que regresen los síntomas.

Belladona

Se usa en las fases iniciales, con enrojecimiento, hinchazón, ardor. No suele haber pus y los síntomas empeoran al tocarlos y a media noche. Puede haber fiebre alta.

Hepar sulphuris

El absceso es muy sensible al tacto, con dolor agudo. Pus con un olor parecido al del queso. Los síntomas empeoran con el frío y mejora con el calor.

Lachesis

Forúnculos con un color azul oscuro o púrpura. Las pústulas pueden ser sangrantes y muy dolorosas, con sensación de quemazón. Los síntomas empeoran de noche, con el contacto, el calor y la presión.

Mercurius solubilis

Descargas pustulares quemantes y punzantes. Suele haber un olor muy desagradable y glándulas inflamadas. Las aplicaciones calientes empeoran el dolor.

Silicea

Abscesos o furúnculos que no supuran y que no llegan a curarse. Los síntomas mejoran con compresas calientes.