Autora: Ana Muñoz

La vaginitis es una inflamación de la vagina cuyos síntomas consisten en ardor o picor, descarga vaginal, dolor al orinar y dolor durante el acto sexual.

La principal causa de vaginitis es una infección por el hongo candida albicans, que produce picor, sensación de quemazón, una descarga blanquecina y dolor durante el acto sexual. En este artículo nos centraremos en este tipo de vaginitis, aunque puede haber otras causas.

Las mujeres que tienen vaginitis con frecuencia suelen tener una historia de uso repetido de antibióticos. Al mismo tiempo que los antibióticos destruyen a las bacterias dañinas que producen enfermedades, destruyen también bacterias que son beneficiosas y necesarias para el correcto funcionamiento del organismo, y que se encuentran en la vagina, el tracto urinario y el tracto digestivo. Entre ellas, se encuentra el lactobacillus acidophilus, que juega un papel importante a la hora de impedir el crecimiento excesivo de candida albicans y otros organismos oportunistas que producen infecciones. Además, ayudan a mantener el pH ácido de la vagina, que ayuda a impedir la infección por candida. La flora bacteriana produce también peróxido de hidrógeno, que destruye las bacterias dañinas y hongos. Por tanto, los suplementos de acidophillus son un buen modo de prevenir y tratar este tipo de infecciones. Puede también aplicarse directamente en la vagina. Las mujeres que toman yogurt natural cada día, tienen tres veces menos infecciones por hongos que las mujeres que no lo toman, pues el yogurt natural (no azucarado) es rico en acidophilus.

Cuando el sistema inmunitario funciona correctamente, es capaz de mantener a raya la candida albicans, para que no se produzca un crecimiento excesivo que dé lugar a infección. El estrés y la mala alimentación, pueden hacer que el sistema inmunitario se debilite, aumentando la probabilidad de padecer infecciones.

El equilibrio hormonal parece jugar también un papel importante. En algunos casos, estas infecciones ocurren una semana antes de la menstruación. Tampoco es raro que las mujeres con síndrome premenstrual (indicativo de desequilibrio hormonal) padezcan este tipo de infecciones. Un desequilibrio en los niveles de estrógenos y progesterona da lugar a un pH vaginal alterado. Las píldoras anticonceptivas también influyen en las vaginitis de repetición y muchas mujeres dejan de padecer estas infecciones cuando dejan de tomar la píldora.

Alimentación

Haz una alimentación basada en alimentos naturales e integrales, para fortalecer tu sistema inmunitario.

Toma yogurt natural (no azucarado) cada día. Asegúrate de que contiene lactobacillus acidophilus u otras bacterias similares, como bifidus.

Toma ajo y cebolla, pues tienen propiedades antifúngicas.

Las semillas de lino ayudan también a combatir infecciones por hongos. Toma una o dos cucharadas la día, junto con abundante agua.

Bebe un vaso de agua cada dos horas, pues las mujeres con vaginitis padecen a menudo de deshidratación.

Evita el azúcar. Los hongos como candida albicans se alimentan de ella; además, el azúcar deprime el sistema inmunitario, haciendo más difícil la recuperación de la infección. Por tanto, no tomes azúcar refinada y evita el consumo de azúcares simples, como frutas, miel melaza, etc.

Evita alimentos con alto contenido en mohos, como el queso curado, el alcohol, los frutos secos. Evita también alimentos fermentados, como el vinagre, la salsa de soja, encurtidos, tempeh.

Las alergias alimenticias pueden ser una causa de vaginitis recurrente. Determina si padeces alergia o intolerancia a algún alimento y elimínalo de tu dieta.

Hierbas y suplementos

Lactobacillus acidophilus. Inserta una cápsula intravaginalmente cada noche y cúbrela con un salvaslip. Hazlo durante siete días seguidos para tratar las infecciones agudas. Toma también oralmente un suplemento de acidophillus que contenga al menos 4000 millones de organismos vivos (activos), dos veces al día, media hora después de las comidas.

Ácido bórico. Inserta en la vagina una cápsula de 600 mg cada mañana y cúbrela con un salvaslip. Hazlo durante siete días seguidos para infecciones agudas. Para infecciones crónicas hazlo durante 2 a 4 semanas. También puedes usar aceite de vitamina E externamente para evitar la sensación de quemazón.

Echinacea. Esta planta fortalece el sistema inmunitario. Toma 500 mg tres veces al día.

Hidrastis. Esta planta fortalece el sistema inmunitario. Toma 500 mg cuatro veces al día

Aceite de orégano. Tienen un efecto antifúngico. Es muy útil en mujeres que tienes infecciones repetidas debido a una candidiasis sistémica. Toma 500 mg dos veces al día.

Vitamina C. Para fortalecer el sistema inmunitario toma 1000 mg dos o tres veces al día.

Homeopatía

Se recomienda consultar con un especialista para la correcta selección y administración de los remedios homeopáticos. Entre los más utilizados se encuentran los siguientes:

Borax. Descarga vaginal parecida a la clara de huevo, con sensación de flujo de líquido caliente. Suele aparecer en la mitad del ciclo menstrual.

Calcarea carbonica

Picor y quemazón vaginal antes y/o después de la menstruación. Mujeres frioleras, con sobrepeso, con deseo de dulces, leche y huevos. Se cansan con facilidad y se sienten abrumadas.

Kali bichromicum. Descarga amarillenta y espesa que hace que los genitales externos piquen y quemen.

Kreosotum. Es el remedio más frecuente para este tipo de infecciones. Descarga ardiente con olor pútrido, con gran picor. Empeora antes de la menstruación y con el embarazo.

Natrum muriaticum. Descarga vaginal parecida a la clara de huevo. Sequedad vaginal. La mujer desea sal, es reservada y se siente peor con el sol y las habitaciones caldeadas.

Pulsatilla. Descarga blanquecina o amarillenta, los síntomas suelen cambiar a lo largo del día. Deseo de dulces y de compañía. Mujeres llorosas que necesitan ser consoladas.

Sepia. Descarga vaginal amarillenta y que pica o blanca y de olor desagradable. La mujer se siente irritable y agotada y quiere que la dejen en paz. Puede sentir una sensación de opresión hacia abajo en la zona pélvica.

Sulphur. Descara amarillenta, de olor desagradable, con gran picor y ardor. Los síntomas empeoran con el baño caliente y el calor.