Autora: Ana Muñoz
No es raro pillar a los niños en alguna mentira de vez en cuando. El modo cómo actúan los padres en esos momentos puede servir para hacer que este comportamiento disminuya o bien fomentarlo. Para que esto último no suceda, ten en cuenta lo siguiente:
1. No arrincones a tu hijo para que te diga la verdad
Por ejemplo, te ha llamado su profesor y te ha contado que se ha peleado en clase. Si te acercas a tu hijo como si no supieras nada y le preguntas qué tal en clase o si ha sucedido algo esperando que te diga la verdad o para comprobar si te miente, lo estás acorralando. Con este comportamiento sólo consigues darle oportunidades para mentir y para practicar la mentira. Si, por ejemplo, le tienes que preguntar 5 veces si tiene tareas para casa antes de que te diga la verdad, le estás dando la oportunidad de mentir 5 veces. Es decir, le estás ayudando a practicar la mentira.
2. Si no sabes lo que ha sucedido...
...pregunta a tu hijo/o qué ha pasado una sola vez, sin insistir ni desconfiar. Si después descubres que ha mentido, castígalo por lo que hiciera y por mentir sobre ello siguiendo las indicaciones descritas en este artículo: Cómo corregir comportamientos graves en niños.
3. Si sabes lo que ha pasado tienes dos opciones:
a) Si quieres conocer la versión de tu hijo/a, dile: "Quiero que me cuentes lo que ha pasado, pero no ahora. Piensa en ello durante un rato y me lo cuentas durante la comida. Pero ten en cuenta que ya he hablado con tu profesor y me lo ha contado". De este modo le das tiempo para recapacitar. Si le preguntas de repente puede no saber qué decir y recurrir a la mentira.
b) Si sabes que la probabilidad de que te mienta es muy alta, no le des la oportunidad de hacerlo. Simplemente dile lo que sabes y castígalo siguiendo las indicaciones descritas en este artículo. Si te acusa de no confiar en él o ella, ignora ese comentario y di tan solo: "espero que lo hagas mejor la próxima vez".
4. Mentiras habituales
Si el niño/a miente de manera habitual para librarse de ciertas tareas, trata de arreglarlo de modo que no pueda mentir. Por ejemplo, si miente diciendo que no tiene tareas para casa, puedes comunicarte cada día con el profesor para que te diga las tareas que tiene asignadas.