Autora: Ana Muñoz

AUTISMO

¿Qué es el autismo?

El autismo es un desorden evolutivo que afecta a la manera en que una persona se comunica e interactúa con los demás. Las personas con autismo no pueden relacionarse con otros de una manera significativa. Suelen tener también dificultades para dar sentido al mundo en general. Como consecuencia, su capacidad para hacer amistades está deteriorada. También tienen una capacidad limitada para entender los sentimientos de los demás. El autismo suele asociarse también con frecuencia a problemas de aprendizaje.

La realidad para una persona autista es una masa confusa de acontecimientos, gente, lugares, sonidos y objetos. No parece haber límites, orden o significado claro en nada. Una gran parte de sus vidas la pasan intentando dilucidar el patrón existente tras cada cosa.

Las características del autismo

La sociedad nacional de Autismo enumera tres áreas importantes que causan serios problemas a las personas con autismo. Son las siguientes:

1. Interacción social: dificultad en las relaciones sociales; por ejemplo se muestran distantes e indiferentes.

2. Comunicación social: dificultad con la comunicación verbal y no verbal; por ejemplo no llegan a entender del todo el significado de gestos, de expresiones faciales o del tono de la voz.

3. Imaginación: dificultad en el desarrollo del juego e imaginación; por ejemplo tienen una gama limitada de actividades imaginativas, que casi siempre copian y realizan de manera rígida y repetitiva.

El autismo también se asocia a comportamiento repetitivo y a negarse a cambiar la rutina.

¿Cuáles son los signos del autismo?

La edad a la que se diagnostica el autismo y su intensidad varía ampliamente. Algunos niños muestran indicios de autismo en sus primeros meses de vida mientras que en otros no es obvio hasta los 2 o 3 años de edad. No todos los niños con autismo muestran todos los signos y muchos niños sin autismo muestran algunos de los signos. Por este motivo, es muy importante realizar una evaluación y diagnóstico profesional apropiado.

6 meses. A esta edad, el contacto ocular es limitado o está ausente. Muestra pocas (o ninguna) expresiones de alegría, calidez o interacción.

9 meses. No imita los sonidos, sonrisas o expresiones faciales que le dirigen otras personas.

12 meses. Poco o ningún balbuceo
Poco o ningún gesto hacia otras personas como señalar, mostrar o saludar, poca o ninguna respuesta a su nombre.

16 meses. Dice muy pocas palabraas o ninguna.

A cualquier edad:

  • Pérdida del habla, balbuceo o habilidades sociales adquiridas previamente.
  • Evita el contacto visual.
  • Preferencia persistente por la soledad.
  • Dificultad para comprender los sentimientos de otras personas.
  • Retraso en el desarrollo del lenguaje.
  • Repetición persistente de palabras o frases (ecolalia).
  • Resistencia a cambios menores en la rutina o el entorno.
  • Intereses restringidos.
  • Comportamientos repetitivos (balanceo, giro, etc.)
  • Reacciones inusuales e intensas a sonidos, olores, sabores, texturas, luces o colores.

Causas

Nadie sabe realmente qué causa el autismo. Sin embargo, se piensa que los factores genéticos desempeñan un papel crucial. La investigación también ha asociado este trastorno a una variedad de enfermedades que afectaban el desarrollo del cerebro antes, durante, o poco después de nacimiento.

Relación entre autismo y vacunación

La preocupación por la posible asociación entre las vacunas de paperas, rubéola y sarampión fue planteada por la aparición de un estudio que el Dr. Andrew Wakefield publicó en el Lancet en 1998, que afirmaba que la vacuna podría producir autismo. Sin embargo, ninguna investigación ha demostrado esta asociación y la mayoría abrumadora de expertos cree que la vacuna es segura.

Las investigaciones realizadas en Japón estiman que existen unos 31.000 niños autistas con edades de hasta siete años que nacieron antes y después de la retirada de la vacuna en ese país. Se encontró que el índice de autismo continuó aumentando después de que la vacuna triple fuera retirada en 1993, mientras que se esperaba que bajaran las cifras si la vacunación fuese una causa importante.

¿Cómo se diagnostica el autismo?

El autismo puede ser difícil de diagnosticar pues es un trastorno complejo y los síntomas son variados. Aunque las características del autismo son generalmente evidentes en los primeros años de vida, puede pasar desapercibido durante muchos años, especialmente entre los que se hayan en el extremo más capaz del espectro, donde los síntomas son más sutiles. Sin embargo, la gente con autismo tiende a mostrar comportamientos indicativos del trastorno. Éstos pueden incluir golpear ligeramente partes del cuerpo, balanceo, rechinar los dientes y gruñidos repetitivos.

Comportamientos más complejos que se asocian a este trastorno incluyen:

  • El apego excesivo a objetos particulares sin ningún propósito aparente.
  • Una fascinación con los patrones repetidos de objetos o sonidos.
  • Colocación de los objetos en filas o patrones.

Cómo puede ayudarse a las personas autistas

La educación por parte de especialistas y la ayuda estructurada están disponibles para maximizar habilidades y alcanzar una capacidad máxima en la edad adulta.

SÍNDROME DE ASPERGER

En el año 2013, el síndrome de Asperger dejó de considerarse un trastorno independiente para pasar a formar parte del llamado trastorno del espectro autista.

El síndrome de Asperger es un desorden relacionado con el autismo que se manifiesta a menudo como comportamiento "excéntrico" más que incapacidad pronunciada y obvia. Fue identificado como un trastorno separado en 1944 por un doctor alemán, Hans Asperger, que observó comportamientos similares y extraños en varios de sus pacientes.

Las características sutiles de este trastorno hacen que a menudo sea pasado por alto por los profesionales de la salud, que sí pueden notar los síntomas más obvios de otros tipos de autismo.

Muchos individuos con Asperger llevan vidas muy productivas, en campos altamente especializados tales como la docencia. Sin embargo, su comportamiento es a menudo ligeramente anormal, quizás por carecer de habilidades sociales, incluso si tienen más interés en la interacción social que las personas con otras clases de autismo. A menudo una persona con Asperger puede estar obsesionada con asuntos complejos tales como música, historia, o el tiempo, y tener unas habilidades verbales por encima de la media. Pero en algunos casos, la voz parece ser plana y carente de emoción, el discurso puede ser artificial y repetitivo, y las conversaciones tienden a girar en torno a uno mismo más que los demás. Muchos tienen problemas de dislexia o de escritura y pueden dar la impresión de carecer de sentido común. Los casos más severos de Asperger pueden ser propensos a la depresión o incluso a la agresión.

La estimaciones hechas en Gran Bretaña indican que pueden existir unos 30.000 niños con este síndrome. El diagnostico es extremadamente subjetivo, centrándose principalmente en la interpretación de los patrones del comportamiento más que en pruebas físicas. Y hay pocas opciones de tratamiento. Aunque algunos autores sugieren el uso de medicamentos como Ritalin, su utilización no está carente de polémica.

Un portavoz de la Sociedad Nacional de Autismo de Inglaterra afirma que: "No hay asociación establecida entre el síndrome de Asperger y la agresión, ni evidencia que sugiera que las personas con el síndrome de Asperger tienen más probabilidades de romper la ley que cualquier persona en la población en general.

"Es extremadamente raro que las personas con síndrome de Asperger cometan crímenes violentos. Por otra parte, existe la preocupación de que los individuos con el síndrome de Asperger pueden ser más vulnerables a los actos criminales contra ellos a causa de sus dificultades sociales."

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